Función y Estética
Por: Mercedes Núñez Pazmiño
Con estilo purista y gran interés en el detalle, Virginia Schneidewind ha logrado desarrollar importantes proyectos en Guayaquil. El diseño del Centro Comercial La Rotonda, la remodelación de la fachada y del Atrium y del Centro Comercial Policentro, el diseño de la nueva sede del Colegio Alemán Humboldt en Samborondón, la remodelación de los ambientes interiores del Grand Hotel Guayaquil, entre muchos más, son obras cuyo significativo aporte al entorno urbano materializan los aciertos de Virginia.
Obtuvo su título de arquitecta en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, y regresó a Guayaquil para aplicar esa riqueza de conocimientos aportando a la evolución del diseño local.
¿Cómo influyó París en su vida profesional?
El interés de incursionar en la arquitectura nació de la habilidad que tuve desde la infancia de crear elementos volumétricos y de la gran preocupación de querer mejorar Guayaquil. Al haber tenido la oportunidad de viajar pude establecer comparaciones, y así nació el interés y la ambiciosa iniciativa de trabajar para cambiar la ciudad en la que nací. Estudiar en París fue la experiencia más enriquecedora que he tenido en toda mi formación, tanto personal, como profesional. Los siete años que permanecí en esa ciudad fueron determinantes en mi vida, no sólo por el aspecto académico, sino por la influencia que se recibe al vivir allí. En París, aspectos como la cultura, el diseño y el espíritu creativo están en un nivel muy alto y son parte inherente de la vida diaria.
Oficinas TV Clave fachada, detalle. Foto por: Juan Pablo Merchán
A tu regreso, ¿encontraste en Ecuador la apertura para implementar ideas diferentes?
Tuve suerte. Hubo personas que cuando escucharon que venía del exterior con un título de arquitectura me buscaron porque querían algo diferente. En Guayaquil somos bastante repetitivos y si hay algo que quería evitar era entrar en esa línea de repetición, encontrando opciones dentro de las existentes limitaciones en materiales y liberándome de los parámetros de las tendencias existentes.
Oficina matriz de Holcim
¿Qué tipo de limitaciones?
Lo que determina en gran parte el potencial de los diseñadores es la posibilidad de acceder a diversidad de materiales y sistemas constructivos; y es evidente que la evolución en este sentido está determinada por la cultura y por los recursos económicos del país. Es decir que si la economía de un país no está en crecimiento, difícilmente los promotores e inversionistas implementarán sistemas constructivos innovadores, que en un inicio siempre resultan más costosos.
¿Cuáles fueron tus primeros pasos profesionales?
Regresar a Guayaquil fue un desafío. Cuando empecé a ejercer la profesión quienes diseñaban eran los ingenieros. Tuve que romper ese esquema. Además, no era común abrir las puertas a una mujer arquitecta, puesto que tampoco éramos muchas en esa época. Empecé trabajando con Inmoservicio, empresa italiana que construyó el Centro Comercial Policentro. Luego colaboré con Oviedo & Asociados, compañía constructora, donde tuve la oportunidad de observar de cerca el desarrollo de esta actividad, lo que permitió un importante aprendizaje complementario para mi profesión. Finalmente logré mi primer contrato, que fue el rediseño de algunos de los salones en el Club de la Unión de Guayaquil, y enfrenté ese reto sola.
Escalera y oficinas TV Cable
¿Y así nace Arkitektura?
La creación de Arkitektura se dio de una manera muy natural, una persona me recomendó a otra, y así comenzamos a incursionar en diferentes proyectos desde 1985. Hemos realizado proyectos residenciales, comerciales, institucionales y corporativos.
¿Cómo cuales?
Estuvimos a cargo del rediseño del interior del Policentro, el diseño arquitectónico y de interiores de la oficina matriz de Holcim, de la oficina central de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, el Oyster Bar del Guayaquil Tenis Club, entre otros. Hemos tenido a cargo desde el diseño de un clóset, hasta megaproyectos como una plataforma gubernamental con aproximadamente 200.000m2 de construcción, que finalmente no se ejecutó por temas políticos y económicos.
Casa de Cristal en Mocolí
¿Cuáles son los principales criterios bajo los que desarrollas tus proyectos?
Tuve mucha influencia de las escuelas europeas, empezando por la Bauhaus, escuela alemana donde se inició la racionalización del diseño y por ende de la arquitectura; y por la línea de Le Corbusier, uno de los arquitectos más influyentes de la arquitectura moderna, según la cual “la forma sigue la función”. Yo sigo este acercamiento en diseño, tengo lineamientos muy definidos: evitar lo superfluo y buscar que todo cumpla una función, siempre siguiendo los clásicos parámetros de la estética como las buenas proporciones, balance y armonía.
¿Cómo fue la experiencia de diseñar una institución educativa de la categoría del Colegio Alemán de Samborondón?
Como en todo proyecto, es importante que la arquitectura refleje y permita identificar la actividad que se desarrolla en el interior de la edificación, en este caso, una institución educativa laica. El diseño debía plasmar el actual concepto y sistema educativo del Colegio Alemán, y prever la flexibilidad para adaptar los espacios a futuros requerimientos. Debían ser espacios aplicables a una enseñanza que incentiva a los estudiantes a la investigación, y promueve múltiples disciplinas, como la ciencia, el arte y el deporte.
Casa de Cristal en Mocolí
¿Trabajaron con conceptos de arquitectura sostenible?
Los miembros del Directorio del colegio, conscientes de que hoy en día el calentamiento global es irrefutable, tomaron la decisión de que el nuevo campus sea un proyecto sostenible. Esto implica ofrecer el bienestar a los seres humanos cuidando el medio ambiente, y evitando su contaminación. El proyecto prevé soluciones sustentables de tipo pasivo, como orientación, ventilación, iluminación natural y arborización; así como soluciones técnicas en reciclaje de aguas lluvias y servidas, equipamientos que permitan ahorrar energía, y prever la utilización de energías alternativas.
Colegio Alemán Humboldt, Samborondón
También diseñas proyectos residenciales en Estados Unidos…
Así es, durante algunos años he realizado proyectos residenciales en Miami y Nueva york, algunos de ellos en Joint Venture con Carlos Zapata Studio. Esta experiencia es muy enriquecedora por la oportunidad que representa explorar nuevas tendencias en todos los ámbitos: arquitectura, diseño, arte, moda, teatro, gastronomía, etc. Es muy importante estar informado y actualizado para entender cómo estamos evolucionando.
Actualmente Arkitektura cuenta con un departamento de construcción. ¿Por qué la decisión de brindar este servicio?
Hace algunos años decidimos ofrecer a nuestros clientes construir lo que diseñamos con el fin de entregar proyectos “llave en mano”. Eso nos permite además tener un buen control de calidad en el resultado final, y de esta manera podemos ejecutar las obras con una gran atención en el detalle. Soy muy detallista en mi trabajo pues tengo la certeza de que para lograr un resultado final de alto nivel, es importante asegurar que los detalles sean muy bien resueltos y ejecutados. Sólo las personas que comparten esta pasión pueden lograrlo.
Condominio Milenium. Foto: Juan Pablo Merchán
¿Qué opinas sobre la evolución de la arquitectura en el país?
La evolución se logra con educación, investigación y crecimiento económico. Para lograr evolución en arquitectura se deben ampliar paralelamente las alternativas tecnológicas de construcción. La innovación en diseño va de la mano con la innovación en todos los demás ámbitos conectados con el entorno construido por el hombre, pues es el resultado del crecimiento cultural y económico de la sociedad, plasmado por el talento del ser humano.
Residencia Galápagos. Foto: Juan Pablo Merchán
¿Qué se puede hacer para que exista un cambio?
Se requiere dar un gran salto en el sistema educativo. Se debe elevar el nivel académico de colegios y universidades promoviendo la investigación y la competitividad. Estos cambios también deben darse en las diferentes ingenierías que intervienen en el proceso constructivo, ya que todos los frentes deben estar sincronizados. Es una cadena, y hay que empezar con intensidad para evitar que se amplíe el desfase que ya existe actualmente con países más desarrollados.
Desde el 2015 eres miembro del Directorio de la Cámara de la Construcción. ¿Han abordado este tema?
Justamente es uno de los temas más importantes que se están tratando. Conscientes de que el cambio se da con capacitación, se han ofrecido un sinnúmero de cursos a los profesionales de la construcción que han tenido gran acogida. El objetivo es incentivar a los actuales y futuros profesionales a renovar y actualizar sus conocimientos para ofrecer mejores soluciones, siempre buscando la excelencia en el servicio que brindan.
Arq. Virginia Schneidewind