Verónica Arias, Secretaria de Ambiente del Distrito Metropolitano de Quito, manifiesta que sueña y cree que es posible una ciudad ambientalmente responsable. En el análisis que realiza determina que es fundamental que su crecimiento esté asociado al límite natural y racional de sus ecosistemas, que su territorio se piense y planifique tomando en cuenta sus activos ambientales, a la par que las decisiones consideren minimizar los impactos negativos que generan contaminación.
Este tipo de ciudad, como lo manifiesta Verónica, además conserva y usa de manera sostenible sus recursos naturales y motiva al ciudadano al uso del espacio público que genera bienestar colectivo.
Quito será sede de Hábitat III, y esto representa un reto para la ciudad y el país, porque es la conferencia mundial organizada por Naciones Unidas en la que participarán líderes nacionales y locales de todos los continentes, y busca determinar los objetivos que deben seguir las ciudades para los próximos veinte años. La Nueva Agenda Urbana será el principal producto de Hábitat III, en donde se incluirán los lineamientos para construir ciudades sostenibles, inclusivas, prósperas y equitativas.
Todos estos enunciados lógicamente representan metas que deben guiar el accionar de las administraciones en las distintas ciudades del mundo. Sin embargo, el gran reto es traspasar estos enunciados de la teoría a la práctica. En el marco de la antesala de Hábitat III, Verónica nos cuenta los caminos que el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, a través de la Secretaría que ella dirige, está tomando para lograrlo.
Qué incluye la Nueva Agenda Urbana que se definirá en Hábitat III?
Básicamente 6 ejes de discusión: cohesión social y equidad, marcos urbanos, desarrollo espacial, economía urbana, ambiente y ecología urbana, vivienda y servicios básicos. Es importante resaltar que, luego de 40 años en los que se han realizado dos conferencias de Hábitat, la agenda ha cambiado de objetivo. El de la primera cumbre fue la disminución de la pobreza. Ahora la agenda es más nutrida, más compleja y muy coherente, alineada con la sostenibilidad. Esto implica un esfuerzo grande de concordancia con el desarrollo sostenible que fue propuesto en Río de Janeiro en 1992, y ahora está recogida en todas las agendas mundiales a través de objetivos de desarrollo sostenible. Adicionalmente, se visualiza un rol importante para las ciudades, actores claves en este desarrollo, así como conceptos importantes como el derecho a la ciudad.
¿Cuáles son los ejes en los que ha trabajado la Secretaría de Ambiente del DMQ?
La agenda tiene seis ejes fundamentales: conservar el patrimonio natural, reforestar, emplear un correcto manejo de residuos sólidos, mantener la calidad del aire de Quito, descontaminar los ríos, educar sobre buenas prácticas ambientales, y enfrentar el cambio climático. Además, en el mes de agosto de 2016 se aprobó por unanimidad la Ordenanza que establece como área de Sostenibilidad, Patrimonio Cultural y Natural al Noroccidente del DMQ, espacio que se lo califica como un pequeño Yasuní, que es hábitat de más de 50 osos andinos únicos en su especie.
¿Detalles de la gestión realizada para conservar el patrimonio natural?
Hemos establecido cuatro áreas protegidas en el marco del Sistema Metropolitano de Áreas Protegidas para conservar los sitios con mayor biodiversidad, mantener los servicios ambientales, y lograr la recuperación de suelos degradados. Las actividades realizadas incluyen el desarrollo de estudios que sustentan opciones de manejo de recursos naturales; mejoramiento de sistemas productivos para disminuir la presión a los bosques y otros ecosistemas naturales; desarrollo de turismo de naturaleza; recuperación de la cobertura vegetal en zonas degradadas o afectadas por incendios forestales; monitoreo de biodiversidad; y educación e interpretación ambiental. Para establecer conexión entre las zonas boscosas y la zona urbana se desarrolla la Red Verde Urbana, que es el hábitat de fauna silvestre adaptada a la ciudad. A la fecha se trabaja en la recuperación de tramos claves en varias quebradas del DMQ, en estrecha coordinación con las empresas municipales Emaseo, Emgirs, Epmaps, y las Administraciones Zonales, para asegurar la disposición final adecuada de los residuos sólidos y líquidos que por mucho tiempo han sido evacuados hacia las quebradas y los encañonados de los ríos.
¿Qué se ha logrado en cuanto a reforestación?
Después de haber perdido cerca de 3.500 hectáreas por incendios forestales en 2015, lanzamos la campaña “Adopta un árbol”, que felizmente superó nuestras expectativas, sembrando 400.000 árboles en el DMQ, gracias a la ayuda de personas, barrios, empresas privadas y municipales, y esta campaña continuará a finales de 2016.
Mencionó el correcto manejo de residuos sólidos. ¿Qué gestiones se han ejecutado en relación a esto?
Contamos con una política estratégica para la gestión integral de residuos sólidos que plasmada en el “Plan Metropolitano de Desarrollo y Ordenamiento Territorial” (2015-2025), que propone “garantizar la gestión integral de residuos bajo el concepto cero basura o de economía circular, con enfoque de participación, corresponsabilidad ciudadana y responsabilidad ambiental y social”. En este sentido, estamos ejecutando programas y proyectos como el Proyecto de Aprovechamiento de residuos en las Estaciones de Transferencia mediante clasificación y comercialización de residuos reciclables; Programa de Recolección diferenciada a pie de vereda e instalación de puntos limpios para el acopio de residuos reciclados; Proyecto “Quito a reciclar” cuya ejecución se central en recuperación de residuos reciclables, de residuos domésticos especiales y peligrosos, y de residuos orgánicos en mercados municipales; recolección mecanizada, tratamiento de desechos hospitalarios mediante autoclave, desechos de fauna urbana mediante crematorio, y tratamiento de lixiviados a través de plantas de tratamiento.
¿En cuánto a la calidad del aire en Quito y la descontaminación de los ríos?
Realizamos monitoreo del aire y control a las emisiones industriales desde el 2003. Adicionalmente, el DMQ cuenta con una Revisión Técnica Vehicular Obligatoria desde el año 2000. A partir del 2005 se realizó un Plan Piloto de Repotenciación de las unidades de transporte público de la Eco Vía, instalando catalizadores para la reducción de emisiones, lo que permitió disminuirlas en un 40%. La EPMAPS ha implementado el “Programa para la Descontaminación de los Ríos de Quito”, con el acompañamiento de la Secretaría de Ambiente, con interceptores de aguas servidas hacia la planta recuperadora de agua en Quitumbe, que se tiene previsto que opere desde diciembre 2016.
¿Se han tomado precauciones para enfrentar el cambio climático? ¿Cuáles?
Hemos puesto en práctica un Plan de Acción Climático, donde se encuentran varias medidas de mitigación y adaptación que deben adoptarse en el DMQ hasta el 2025. Se ha capacitado a gente en parroquias rurales y urbanas con respecto a los riesgos que tiene el cambio climático, y se han implementado varias acciones piloto en varias zonas. En las fincas de estos sectores se mejoró el sistema de riego para que sea más eficiente, se enseñó la importancia de la diversificación de los cultivos y se trabajó en la reforestación de áreas degradadas. Además, hemos realizado estudios para determinar la incidencia de enfermedades tropicales sensibles al clima, y trabajamos con el sector privado en la compensación de huella de carbono, que incide directamente en la reducción de los gases de efecto invernadero de Quito.
¿Desde dónde se aborda la educación relacionada con buenas prácticas ambientales?
Son un conjunto de acciones sencillas que promueven una relación amigable con el ambiente e implican un cambio de actitud y comportamiento en nuestras actividades diarias. Tomando como base este concepto, dos acciones son fundamentales: conocer y actuar. Hemos implementado el programa en instituciones educativas, barrios, mercados e instituciones municipales, y cada año reconocemos con una Distinción Ambiental Metropolitana a los proyectos más destacados. El objetivo fundamental es guiar a los participantes para que implementen una metodología sencilla, de cuatro etapas básicas, que les permitirá mejorar su gestión ambiental, y sobre todo, hacerla sostenible en el tiempo. Estas etapas son: formación de un equipo ambiental, diagnóstico de consumo de recursos y de generación de residuos, plan de acciones preventivas y correctivas, y plan de comunicación y seguimiento.
¿Cómo se abordarán esos temas en Hábitat III?
Para dar un espacio de discusión e involucrar a los habitantes de Quito, que son los anfitriones de esta cita internacional, la Secretaría de Ambiente realizará la Cumbre sobre Ciudades Sostenibles. El objetivo es dar un espacio participativo a la ciudadanía para debatir y plantear cómo cada uno de nosotros puede ayudar a construir una ciudad sostenible desde nuestras familias, tomando acciones y asumiendo compromisos, para cuidar nuestra casa común, nuestro planeta.
¿Cómo se ha organizado este evento?
Está compuesto por tres capítulos principales: el Encuentro de Autoridades Locales e Internacionales; la Feria de Sostenibilidad, y el evento de premiación a las 17 ciudades con mayores compromisos en sostenibilidad, entre las cuales están París y Quito. Este último es organizado por la WWF y el Campus de Ciudades Sostenibles, y se realizará en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo, desde el 16 hasta el 20 de octubre 2016, donde se habilitarán siete salas con más de 50 eventos gratuitos organizados por diferentes instituciones.
¿Qué resultado espera de esta Cumbre en beneficio del país?
La Declaración de Quito será el comienzo, no el final de un proceso. Habrá mucho que caminar para lograr un plan de implementación tangible, robusto y aplicable, en donde el rol que jueguen las ciudades será clave porque son las llamadas a velar por un desarrollo de ciudad más equitativo, próspero, justo, resiliente y sostenible.