Arquitectura – Diseño Interior

En el transcurso de la historia, el ejercicio profesional de las arquitectas ha enfrentado varias transformaciones, siempre definidas por el rol que ejerce la mujer dentro de la sociedad. En esta época de pandemia, un nuevo proceso evolutivo va tomando forma desde el lado de la demanda, y la oferta deberá atenderlo. La vida ha cambiado, nunca será la misma, y con ello se da una mutación de prioridades en el ser humano, sobre todo en el ámbito de los espacios que habita.

Si bien un gran número de líderes en diferentes campos de la arquitectura representan un emblemático legado histórico, es imperativo partir de ahí para adaptarse y reinventarse de acuerdo a las nuevas circunstancias. El destino marca un nuevo camino a seguir. Quien no lo entienda quedará rezagado.

Ser mujer no siempre es un limitante, en este caso es un valor agregado. Nuestra existencia ha requerido una gran capacidad de adaptación a etapas radicalmente distintas una de la otra, y esta es otra más. Estamos frente a una maravillosa oportunidad de redibujar el concepto del hogar. Y eso, nadie lo entiende mejor que la mujer.

Vanessa y Lucía son dos jóvenes arquitectas que unieron sus talentos para trabajar en el desarrollo integral de proyectos de arquitectura, diseño e interiorismo. Con ellas hacemos un recuento de lo que fue y lo que vendrá.

Durante la pandemia se ve diversificación en el modo de ejercer la arquitectura. ¿Se abren nuevas posibilidades?

Siempre hay que adaptarse y más aún en épocas difíciles. Hay que ser creativos y buscar cuáles son las necesidades de las personas para entenderlas, y crear oportunidades. La diversificación y flexibilidad, por ejemplo fabricar muebles, hacer remodelaciones, diseñar, conceptualizar y dirigir proyectos inmobiliarios, nos ha permitido crecer en esta época de incertidumbre.

¿Dificultades u oportunidades durante la pandemia?

Lo uno va de la mano de lo otro. Hemos tenido la oportunidad de diseñar algunas casas desde que empezó la pandemia, pero reinventando nuestra forma de trabajar ante la imposibilidad de tener contacto en persona con nuestros clientes. Acostumbradas a esa cercanía física, hemos asimilado la cercanía virtual para leer a la gente. Ha sido un gran aprendizaje.

¿Les ha faltado trabajo?

No, hemos estado ocupadas, por ejemplo, con una casa en Tumbaco con vistas extraordinarias, y una gran dificultad de resolver en el acceso. Otra casa en Checa, donde creamos vistas interiores para cerrarnos de su entorno inmediato. Y finalmente, un proyecto personal, en donde el reto fue ser nuestras propias clientes.

Interesante reto. ¿Un proyecto propio?

Se trata de un conjunto de nueve casas, en un terreno con pendientes extremas, donde además de diseñar las nuestras, diseñamos el proyecto urbano y las casas de nuestros vecinos.

¿Algún proyecto que identifique la nueva tendencia?

Precisamente, hace un par de años, tuvimos la suerte de conocer un sitio fantástico. Una propiedad en Cayambe de más de 80 hectáreas, con una casa señorial construida a inicios de 1900, que aun transmite en sus paredes envejecidas, patios de piedra y jardines olvidados, la paz y privilegio de vivir en los Andes.

¿Se encuentra en marcha?

Sí, Vallis es una realidad. Empezamos a fantasear en cómo un lugar así podía ser compatible con la vida moderna. Poco a poco fuimos aterrizando las ideas hasta finalmente armar un exclusivo proyecto que ofrece las ventajas de la vida de hacienda antigua en el campo, sin las complicaciones de su manejo, y cerca de la ciudad. La gente ya no quiere desplazarse largas distancias en fines de semana y feriados.

¿Detalles de Vallis?

Es un conjunto que forma una gran hacienda, con 55 lotes a partir de 1 hectárea. Creamos lineamientos arquitectónicos y de paisajismo para conservar el entorno natural planificado. Las vías son empedradas, con portón de acceso para seguridad. Tres hectáreas de área comunal ecuestre y más de 7km de senderos. Además del complemento de la Casa Hotel San José, donde se podrá disfrutar de áreas sociales y recreativas, y variedad de actividades que el hotel ofrece como tal, además de proveer servicios a las viviendas del conjunto.

Cubic, en Cumbayá, es otro de sus proyectos…

Sí, el edificio CUBIC, representa los conceptos de simetría y orden que son la base de nuestro diseño. La propuesta incluye el programa arquitectónico dentro de una estructura modulada simétricamente, donde los departamentos encajan como piezas de un rompecabezas. Las terrazas son la ausencia del módulo cerrado, vaciando así el volumen cúbico. Se destaca su estructura en la fachada, pues las columnas, vigas y diafragmas, son los únicos elementos sólidos (hormigón visto). Todo el resto es vidrio.

Lo describen con especial entusiasmo…

Cubic es un proyecto muy especial. Tuvimos la suerte de diseñarlo con lujos que un proyecto comercial difícilmente tiene. Por ejemplo, tiene un patio de ingreso de triple altura, lleno de vegetación y puentes de circulación que conectan a los departamentos.

¿Cuántos departamentos?

Los 16 departamentos tienen fachadas de vidrio y techos de 3m de altura, que contribuyen al máximo aprovechamiento de luz natural y vista del paisaje. Amplias terrazas integran los ambientes y permiten gozar de la vida al exterior.

¿Áreas comunales?

El rooftop con piscina, sauna, turco, áreas de BBQ y salas con pérgolas, está ideado como un recorrido entre la vegetación, que permite disfrutar de estos espacios de manera privada.

¿Ubicación?

A un minuto de la Ruta Viva, sobre la calle Raffaelle Giannetti dentro de un conjunto cerrado, rodeado de naturaleza y sin ruido de tránsito vehicular.   

¿Con cuál de sus obras se sienten más identificadas?

Con nuestro primer proyecto en 2011. Una casa en Guápulo que representó un reto desde la planificación hasta la ejecución. Era una casa con un valor arquitectónico importante, construida en los años 60, pero estaba deteriorada y no cumplía con las necesidades de espacios de su actual propietaria. Se adecuaron y ampliaron todos los ambientes para cumplir con la practicidad de la vida moderna, sin alterar la esencia de la casa.

¿Cuánto de ustedes hay en sus obras?

Mucho! La casa MO es un ejemplo muy claro. Si bien cada obra responde a las necesidades y gustos de cada uno de nuestros clientes, hay ciertos conceptos que se atan directamente a la esencia de nuestra firma. La simetría y orden en la composición de los espacios; la simplicidad de los recorridos, la pureza en la selección de materiales naturales. Diseñamos pensando en las sensaciones y emociones que queremos transmitir a quienes recorren cada espacio.

¿Qué predomina en su arquitectura: técnica o sensibilidad?

La arquitectura tiene muchos más aspectos que el trabajo diseñando en una oficina. Uno de los más importantes es la relación con clientes, proveedores, y con el equipo de trabajo. A la técnica se suma la experiencia que a través de los años vas adquiriendo en relaciones sociales. Este aspecto nunca deja de desarrollarse. Con cada cliente y proyecto se aprende algo nuevo. Al diseñar los espacios donde van a vivir o pasar gran parte de su tiempo, la comunicación es fundamental. Deben sentirse cómodos al transmitirnos sus ideas, por ello las relaciones con nuestros clientes se convierten en amistades.

¿Desde cuándo trabajan en equipo?

En el 2010, apenas graduadas, formamos el estudio VLC La Sasso & Crespo. Nuestra única experiencia eran pasantías en estudios y empresas de renombre. Cuando iniciamos la sociedad nos costó formar una estructura como empresa: administrar, contratar y delegar. Durante estos diez años aprendimos a organizarnos, y ahora hemos logrado la adecuada dinámica de trabajo en el estudio.

¿Cómo resuelven sus diferencias?

En realidad nos complementamos y tenemos pocos desacuerdos, porque hemos sabido delegar en cada una las actividades según nuestras fortalezas. Las complicaciones en los proyectos las resolvemos dialogando, y respetando siempre la opinión de la otra, para encontrar soluciones en conjunto.

¿Ha cambiado la profesión para las mujeres arquitectas?

No solo en arquitectura. En todas las profesiones ha habido un recorrido largo para que las mujeres puedan sentirse empoderadas en su trabajo. Desde que empezamos a ejercer, tenemos la percepción que los arquitectos se destacan por su talento y esfuerzo, sin importar su género. Cada uno tiene un proceso distinto de hacer arquitectura. Hay grandes arquitectos y arquitectas ecuatorianas, que admiramos por igual. Y en el ámbito internacional hay ejemplos, como Zaha Hadid, que en su destacada trayectoria permanecerá como ícono trascendental en la historia de la arquitectura. 

¿Otros arquitectos que consideren referentes? ¿por qué?

Mies Van der Rohe, Tadao Ando y Marcio Kogan … Todos ellos han dejado impresa una huella arquitectónica que trascenderá a través del tiempo.

¿Nos pueden mencionar algo de ellos?

Claro! de forma muy general:

Mies Van der Rohe, con su famosa frase de «menos es más», es uno de los principales referentes del modernismo. En sus proyectos se destaca la flexibilidad de los espacios a través de la planta libre, la búsqueda de lo esencial, la sencillez de las formas e innovación en el uso de materiales.

Tadao Ando, con su conceptualización espacial influenciada por la tradición japonesa, parte de espacios cerrados que integran elementos naturales al interior como la luz, el agua y el cielo. Sus edificaciones se componen de formas geométricas simples, que junto con el uso de materiales puros como el hormigón visto, forman muros tectónicos que acentúan la forma de captar la luz y evocan una sensación de calma.

Marcio Kogan, que a través del manejo de volúmenes puros casi brutalistas, logra una distribución funcional y eficiente del espacio, que integra el interior con el exterior. Además se destacan sus impecables detalles arquitectónicos y el uso de materiales naturales como la madera y la piedra, que se contrastan con su estructura normalmente de hormigón visto.

Estos grandes arquitectos, por nombrar algunos, influencian nuestro estilo y conceptualización de la arquitectura, en donde se refleja que en la simplicidad está la belleza.

¿Cómo ven el futuro de las mujeres arquitectas?

Es interesante y necesario el intercambio de ideas y conocimientos. Esto nos fortalece como profesionales, y los conocimientos colectivos aportan hacia la comunidad. En el futuro quisiéramos dedicar más tiempo a involucrarnos en eventos, concursos, conferencias y demás actividades relacionadas con la profesión. Hay grandes oportunidades en el país y en el exterior.