Quito
Jardín Japonés
Por Alegría Guarderas
Al interior del Jardín Botánico de Quito, ubicado en el Parque La Carolina, un portal de madera nos conduce hacia un oasis natural de tinte simbólico, espiritual, y con aire místico. Se trata del Jardín Japonés, recién inaugurado como muestra de las positivas relaciones comerciales y diplomáticas entre Ecuador y Japón.
Los jardines procedentes del país asiático se caracterizan por su sencillez, sutileza y simplicidad. Son espacios destinados para la contemplación, meditación y relajación. El nuevo Jardín Japonés de Quito es un claro ejemplo de ello, que en poco tiempo se ha convertido en un gran atractivo turístico, sobre todo para quienes son aficionados al paisajismo y la cultura japonesa.
El diseño de este jardín de 1.600m2 estuvo a cargo del paisajista japonés, Komatsu Kiyoshi, quien acertadamente logró recrear este atractivo entorno que se asemeja al icónico Jardín Honbo en Osaka, Japón, considerado internacionalmente como una importante obra artística.
Apenas el visitante empiece a caminar por los diferentes senderos de piedras volcánicas y de río, la frescura del aroma de la naturaleza y el sonido del agua le llenarán de paz y energía positiva. Estas caminerías se las conoce con los nombres de: Tobiishi y Nobedan.
Lo primero que encontrará es el Karesansui o Jardín Zen que está integrado en el interior del Jardín Japonés. Consiste en una superficie cubierta de arena blanca, sobre la cual se encuentran piedras estratégicamente colocadas. En el país del sol naciente es muy común encontrar jardines secos, similares a este, afuera de los templos.
Más adelante observará una laguna que, además de ser el corazón del jardín, simboliza la amistad entre los dos países. Además se fascinará de los detalles decorativos como linternas de piedra y un Tsukubai, que es el lavabo japonés del cual, a través de una caña de bambú, cae sutilmente un chorro de agua logrando un sonido armónico.
A lo largo del jardín se aprecia una variedad de especies nativas japonesas, ecuatorianas, y andinas. Sin embargo, hay un árbol en particular que destaca al fondo. Se trata de un Arupo, que equivale al árbol de flor de cerezo japonés, también conocido como Sakura, y que simboliza la belleza de la naturaleza.
Terminará su recorrido en la Plaza Hyotan y la Casa de Té, donde con frecuencia se celebra la milenaria tradición de la Ceremonia del Té, característica de la cultura japonesa. Esta actividad, por lo general, se la realiza el fin de semana y está abierta al público.
La visita a este lugar le provocará una sensación de bienestar y serenidad. Es un plan ideal para disfrutar en familia cualquier día de la semana. Sin embargo, recomendamos ir el fin de semana para que al terminar el recorrido por el Jardín Japonés, disponga de tiempo para visitar el Museo del Bonsái que se encuentra a un costado. Quedará maravillado!