Por Caridad Vela
El rumbo que toman ciertas actitudes humanas no permite que sigamos ignorando la responsabilidad que, en mayor o menor grado, recae sobre nuestros hombros por acción u omisión. Los últimos acontecimientos de violencia que se han dado en el país sacuden hasta al más imperturbable ser humano, pero lo importante es que ese sacudón germine como hierba de campo en nuestras consciencias, y se reproduzca hasta potenciar su alcance al máximo.
A propósito de esto, y en la temporalidad más adecuada, veo nacer una campaña empresarial digna de resaltar, precisamente ejecutada por uno de los más importantes constructores del país, Uribe & Schwarzkopf, que se enfoca en el respeto a las mujeres y su empoderamiento en el sector de la construcción.
He visto un gran número de mujeres profesionales trabajando en posiciones administrativas, comerciales y arquitectura en U&S, pero esta campaña trasciende esos ámbitos para colocar a la mujer directamente en las obras, en aquellos puestos que se reservaban para hombres.
Sin dudarlo contacto a Tommy Schwarzkopf, quien se entusiasma al hablar del tema, y se expresa comprometido con los objetivos que persigue. “Por coincidencia la campaña arrancó en el momento más oportuno para calar en la consciencia de los ecuatorianos, porque llevamos trabajándola desde hace un año con un cronograma establecido anticipadamente”, me dice.
¿Qué lo motivó a involucrarse en esta campaña?
El sacudón empezó porque hubo una situación negativa con una persona ligada a mi familia. Ella caminaba por la vereda de uno de mis proyectos, y los obreros la acosaron, la intimidaron y maltrataron verbalmente. No fue la primera, ni la única mujer que vivía esta horrible experiencia, pero en este caso ella no calló, me llamó inmediatamente. La sensación fue muy fuerte, estaba muy asustada, y sentirlo tan cercanamente nos motivó a tomar acción.
¿Por dónde empezó?
Por educar a los hombres, a nuestros obreros. Comenzamos una agresiva campaña impartiendo clínicas y seminarios a miles de obreros, y empapelando las construcciones con mensajes de respeto a la mujer. Teníamos que luchar contra el acoso desde la concientización de que es una actitud repudiable. Es una terrible costumbre ecuatoriana que debe ser eliminada de una vez por todas. Cuando empezamos a ver los positivos resultados que la campaña lograba, dimos el siguiente paso: capacitar y empoderar a las mujeres que trabajan en las obras.
¿Qué porcentaje de sus colaboradores son mujeres?
En diseño interior el 90% son mujeres, en arquitectura tenemos al menos un 30%, cerca del 50% de nuestros residentes son mujeres, y también alrededor del 80% de fiscalizadores. A partir de la campaña empezamos a contratar mujeres que vienen de hogares vulnerables, con poca educación, que no tendrían acceso a un trabajo formal en el que las traten con respeto, y queríamos que trabajen en nuestras obras. Ahora seguridad industrial está repleto de mujeres, y también tenemos maestras mayores, pintoras, electricista, plomeras, etc. La meta este año es llegar al 10% de mujeres trabajando en obra, en un ambiente de total respeto.
¿Qué ha sido lo más importante de la campaña para generar el cambio?
Lo más importante es la capacitación que se ha dado a estas mujeres. El orgullo y empoderamiento que sienten al ver sus objetivos cumplidos, al ver que ahora tienen trabajo formal en un ambiente de respeto, es indescriptible. El obrero hombre ha trabajado durante años en la construcción, tiene experiencia y sabe hacer su labor, pero la mujer se sentía vulnerable porque veía que no estaba capacitada. Ahora lo está, y se gana el respeto de sus compañeros. Ha superado una etapa importante.
¿Hay ciertos trabajos que no pueden ser ejecutados por mujeres?
No. Hace 40 años las mujeres cargaban bloques con el niño en la espalda, pero eso es historia. Hoy las mujeres pueden capacitarse para manejar grúas, tecles y todo tipo de maquinaria. Ni siquiera el factor fuerza física es un limitante, porque tenemos elementos mecánicos para suplantar esa situación. Al menos en nuestras obras, no verá una persona cargando dos quintales de cemento, porque tenemos un aparato que los transporta; no hay gente acarreando bloques por las gradas porque tenemos una grúa que sube los bloques.
La mujer, por género, vive períodos de embarazo, lactancia y crianza de hijos. ¿Esto afecta su contratación?
De ninguna manera. Durante el embarazo se toman precauciones para precautelar esa situación, pero la persona de Recursos Humanos en la empresa toma decisiones en base al objetivo que la plaza de trabajo requiere, sin consideraciones de género. Aquí no hay recomendaciones de contrataciones, la jefa de personal es mujer, y es autónoma. Ella revisa carpetas cuando hay vacantes y elige el o la mejor postulante. No discriminamos por género ni por nacionalidad, mientras tengan sus documentos en orden, lo que vemos es capacidad.
¿Cómo lograr que la campaña tenga efecto de contagio en la industria?
Sería ideal que eso suceda, no solo en esta industria sino en todas, pero el objetivo principal es que nuestros clientes y socios inversionistas sepan que estamos cumpliendo nuestra responsabilidad con la sociedad. No solo en temas de igualdad de género, también en sustentabilidad y en el cumplimiento de requerimientos específicos, por ejemplo los del Banco Mundial en lo referente a compromiso social de trabajo legal, libre, donde no se emplea niños. Son un montón de aspectos que estamos cubriendo para demostrar a nuestros inversionistas y clientes que compran en una empresa verde, sustentable en todos los sentidos, incluso a nivel de consciencia laboral. El siguiente paso es obtener la Certificación B.
¿Qué es la Certificación B?
Es una certificación internacional otorgada en Inglaterra, que identifica y premia el impacto social y ambiental que logran las empresas dentro del giro específico de cada modelo de negocio en el que están involucradas. En nuestro caso cumplimos con aspectos de eco eficiencia y también de impacto social a través de la eliminación de las diferencias de género.
¿Todo esto encarece el precio del m2?
Nuestro metro cuadrado cuesta más porque cumple con las más altas exigencias de sostenibilidad, de uso de materiales no contaminantes, y de seguridad. Pero la Certificación B también repercute en otros beneficios adicionales: las tasas que aplican los bancos tanto al constructor como al comprador de vivienda son mucho más bajas que las tradicionales, porque los bancos nacionales obtienen líneas de crédito en entidades internacionales que premian la tasa si los recursos son usados para financiar proyectos que cuentan con esta certificación.
Innovación en todo sentido…
Siempre. Ahora estamos haciendo algo que nunca se ha hecho en Quito, que de hecho actualmente se hace solamente en dos países en el mundo: pruebas de viento. Además estamos haciendo re-cálculos estructurales, que los hacen en Chile, para lograr los más altos índices en seguridad sísmica en nuestros edificios. Inclusive capacitamos a los ingenieros en estos temas, para elevar el nivel de preparación de los profesionales ecuatorianos.
Volviendo al tema de igualdad de género, ¿su conclusión?
No es cuestión de género, es cuestión de cultura, y eso hay que entenderlo. Lamentablemente la agresión se volvió costumbre con el mal ejemplo recibido desde los más altos ámbitos gubernamentales durante la década pasada, y la gente equivocadamente cree que es parte normal de la vida, pero no lo es, y no debemos aceptarlo bajo ningún argumento. Por otro lado, en el tema laboral, las mujeres tienen las mismas posibilidades de capacitarse que los hombres, y valoran tanto su trabajo que esto se refleja en los resultados. Los accidentes en obra son cosa de todos los días, pero hemos tenido cerca de dos años sin accidentes graves en ninguna obra, y es muy raro que en doce obras, con casi 4.000 obreros, no haya accidentes. No es coincidencia, es que el control está funcionando más efectivamente porque tenemos mujeres empoderadas trabajando en la empresa.