Un encuentro de visiones
Por Caridad Vela
La arquitectura contemporánea está en un momento de búsqueda y reinvención, proceso cuyo detonante es la necesidad de adaptarse a los desafíos ambientales, culturales y sociales. Hoy, esta transformación es más urgente que nunca.
Casa Coeda, Atami – Kengo Kuma © Kawasumi – Kobayashi Kenji Photograph Office
A medida que entramos a vivir el año 2025, vemos que la arquitectura está evolucionando hacia un enfoque más holístico que integra sostenibilidad, identidad cultural y participación comunitaria. Los japoneses Kengo Kuma y Sou Fujimoto; el Ghanés-británico David Adjaye; María Langarita, de nacionalidad española; y Anna Heringer, alemana, son ejemplos brillantes de cómo estos principios se pueden materializar en proyectos tangibles que no solo son funcionales, sino que también enriquecen la experiencia humana.
Kengo Kuma © Kengo Kuma & associates
Cinco personajes, cinco inspiraciones, cinco caminos. La visión de Kengo Kuma sobre la naturaleza y la sostenibilidad nos recuerda la importancia de integrar nuestros edificios en el entorno. David Adjaye, con su enfoque en la identidad cultural, invita a considerar cómo la arquitectura puede contar historias y dar voz a las comunidades. Sou Fujimoto, al desafiar las convenciones, nos inspira a pensar de manera diferente sobre el espacio y su uso. Mientras tanto, María Langarita y Anna Heringer subrayan la importancia de la comunidad en el proceso de diseño, mostrando que la arquitectura puede ser una herramienta poderosa para el cambio social y el desarrollo sostenible.
Estadio Nacional de Japón – Kengo Kuma © Ryosei Watanabe
Cada uno aporta una perspectiva única que no solo enriquece el campo de la arquitectura, sino que también establece un camino hacia el futuro. En este reportaje exploramos sus visiones, sus obras más significativas y lo que cada uno aporta a las tendencias arquitectónicas que definirán 2025.
Meti School – Anna Heringer © Kurt Hoerbst
La Sostenibilidad como Base Común
Uno de los puntos en común entre estos arquitectos es su compromiso con la sostenibilidad, aunque cada uno aborda este principio de manera distinta. Kengo Kuma, por ejemplo, integra la naturaleza en sus diseños, buscando “reducir la presencia del edificio”. Su enfoque se manifiesta en el uso de materiales locales como la madera, que no solo son sostenibles, sino que también evocan la calidez de las tradiciones japonesas. Su Estadio Nacional de Japón es un claro ejemplo, donde la madera se convierte en un símbolo de conexión con la cultura local y el entorno natural.
Meti School – Anna Heringer © Kurt Hoerbst
Por otro lado, Anna Heringer, conocida por su trabajo en construcción con tierra, lleva la sostenibilidad a un nivel comunitario. Su Escuela de Meti en Bangladesh no solo utiliza materiales locales, sino que también está diseñada para ser un centro comunitario que promueve el desarrollo social. Heringer afirma que “la arquitectura tiene el poder de transformar vidas”, un principio que resuena en cada uno de sus proyectos.
Meti School – Anna Heringer © Kurt Hoerbst
En contraste, David Adjaye enfatiza la importancia de la identidad cultural y la historia en sus obras. Su Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana en Washington D.C. es un testimonio de cómo la arquitectura puede narrar historias y representar comunidades. Adjaye utiliza materiales como el bronce, que añaden una dimensión simbólica a sus proyectos, un enfoque que complementa su creencia de que “la arquitectura es el arte de dar forma a la sociedad”.
Anna Heringer © El Confidencial
La Interacción entre Espacio y Comunidad
La noción de interacción y participación comunitaria es otro aspecto que une a estos arquitectos, aunque sus enfoques varían. María Langarita, desde su estudio Langarita-Navarro, busca crear espacios que fomenten el diálogo y la participación social. Su Casa de la Cultura en Valdepeñas es un claro ejemplo de esto, con un diseño flexible que invita a la comunidad a interactuar. Langarita enfatiza que “la arquitectura debe ser un instrumento de transformación social”, idea se convierte en el corazón de su trabajo.
Meti School – Anna Heringer © Kurt Hoerbst
Y tenemos a Sou Fujimoto, quien explora la relación entre el interior y el exterior, desdibujando las líneas tradicionales de la arquitectura. Su Casa de los Árboles es una representación perfecta de su filosofía, donde los espacios abiertos permiten una conexión fluida con la naturaleza. Fujimoto sostiene que “la arquitectura no debería ser una barrera, sino un puente”, aspecto que se ve claramente reflejado en sus diseños que promueven tanto exploración como interacción.
David Adjaye © Master & Dynamic
Diversidad de Materiales y Técnicas
En cuanto a la elección de materiales, cada arquitecto aporta una perspectiva única. Kengo Kuma es un maestro en el uso de madera, buscando siempre técnicas que resalten su belleza natural y sostenibilidad. En sus obras, este elemento se convierte en un medio para conectar el edificio con su entorno.
Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana Washington D.C – David Adjaye © Alan Karchmer
Anna Heringer, en cambio, aboga por el uso de tierra y materiales locales, mostrando cómo estos pueden ser efectivos y sostenibles al mismo tiempo. Su enfoque hacia la construcción con tierra no es solo ecológico, también promueve la utilización de técnicas tradicionales que fortalecen la identidad cultural de las comunidades.
Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana Washington D.C – David Adjaye © Alan Karchmer
En contraste, David Adjaye utiliza una combinación de materiales que incluye piedra, metal y vidrio, cada uno elegido por su capacidad de contar historias. Su uso del bronce en el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana no solo aporta estética, sino que también evoca un sentido de pertenencia e identidad.
Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana Washington D.C – David Adjaye © Alan Karchmer
Por otro lado, María Langarita emplea materiales locales y técnicas de construcción innovadoras. Su trabajo busca la sostenibilidad, pero más allá de eso, convierte a la comunidad en partícipe en el proceso de diseño y construcción, creando un sentido de propiedad y conexión.
Many Small Cubes – Sou Fujimoto © Arch Daily
La apuesta de Sou Fujimoto es hacia el uso de materiales ligeros y transparentes, como el vidrio y el acero, que permiten una fluidez entre los espacios interiores y exteriores. Su enfoque es más experimental, desafiando las nociones convencionales de cómo deben ser los edificios.
Between Nature and Architecture – Sou Fujimoto © Harvard University
Filosofías y Prácticas
La filosofía de cada uno de estos arquitectos se manifiesta de maneras diversas, pero siempre arraigadas en un profundo respeto por el entorno y la cultura. Kengo Kuma busca que sus edificios “desaparezcan” en el paisaje, promoviendo una arquitectura que sea casi invisible y que armonice con la naturaleza. Sou Fujimoto, con su enfoque conceptual, desafía las convenciones sobre la habitabilidad, creando espacios que son tanto funcionales como poéticos. Sus diseños a menudo invitan a la introspección y la exploración, buscando redefinir la relación del ser humano con el espacio.
La última casa de madera – Sou Fujimoto © Iwan Baan
Esos enfoques contrastan con el de Adjaye, quien cree firmemente que la arquitectura debe ser un reflejo de la identidad cultural, donde la forma y los materiales se utilizan para contar la historia de la comunidad. María Langarita y Anna Heringer van por el mismo camino: centran su atención en la comunidad. Langarita se enfoca en el diseño participativo, buscando que la arquitectura actúe como un catalizador para el cambio social, mientras que Heringer pone énfasis en el desarrollo comunitario y la sostenibilidad a través de la construcción con tierra. Ver la arquitectura como un medio para empoderar a las comunidades, constar sus historias y mejorar la calidad de vida de sus habitantes es el factor común.
La Casa de la Música Húngara – Sou Fujimoto © Liget Budapest, Arch Daily
Este encuentro de visiones no solo enriquece e inspira, también ofrece un camino hacia un futuro más inclusivo y sostenible a través de una transformación hacia la arquitectura del futuro. Tal como la visualizan Kengo Kuma, David Adjaye, Sou Fujimoto, María Langarita y Anna Heringer, sus diseños son el reflejo de un mundo en transformación, donde la sostenibilidad, la cultura y la comunidad son fundamentales.
Sou Fujimoto © Parametric Architecture
A medida que pasamos las hojas del calendario y celebramos la llegada de un nuevo año, es crucial que estas voces sigan influyendo en el campo de la arquitectura. Los espacios no deben dejar de ser estéticamente agradables, pero paralelamente también deben responder a las necesidades de las sociedades y el respeto al medio ambiente. La arquitectura tiene el potencial de ser un puente entre las personas y sus entornos, de eso no cabe la menor duda, y estos cinco arquitectos están liderando el camino hacia esa realidad.