La noche en un rooftop de Guayaquil
Un nuevo concepto en todo sentido es la sensación de Guayaquil. Sociedad Anónima es el nombre de este rooftop de propiedad del conocido arquitecto Daniel Luis Muñoz, quien junto a su socia Valeria Viteri hicieron gala de sus dotes de interioristas para tangibilizar en su ciudad la tendencia más actual de varios rincones del mundo, mientras Ramiro Viteri se hizo cargo de los detalles constructivos y operativos. Otro de los socios es Agustín Febres Cordero, quien es el creador del concepto del lugar y el responsable del excelente manejo de marketing. El aporte de cada uno de los socios ha hecho de este lugar, una tendencia en la ciudad.
Es un rooftop resto-bar, ubicado en la terraza del edificio Del Portal, que se ha convertido en la recomendación favorita de locales y es visitado por todos quienes frecuentan la capital del Guayas.
Abrió sus puertas en junio y gana popularidad al fusionar el concepto de bar y restaurante de manera ideal. Ofrece una amplia variedad de platos para deleitar todo tipo de paladares, con tapas elaboradas en base a sabores ecuatorianos que son el fundamento de su concepto gastronómico.
El bar permanece elegante e invita a degustar un sinnúmero de cocteles, los cuales llevan el nombre que les ha dado su autor. Los comensales pueden dejar volar su creatividad para crear el coctel de su imaginación, con la combinación de licores que sean de su agrado, o simplemente disfrutar de los tradicionales aperitivos y bajativos que ya son conocidos. El único reto es determinar por cuál empezar y con cuál continuar.
La decoración no se queda atrás. Daniel Luis y Valeria se han encargado personalmente de cada detalle. De hecho, este aspecto es un atributo tan importante como las opciones de alimentos y bebidas que ofrece a los clientes. Ocupar la terraza del último piso le ha permitido crear un ambiente único en la ciudad, donde cada espacio tiene su propia personalidad. El efecto que ha logrado a través del correcto manejo y combinación de distintos elementos incorpora el estilo vintage, con lámparas antiguas que mantienen una luz tenue, y trasladan la mente de los visitantes a épocas pasadas al mismo tiempo que incentivan el deleite y la relajación.
Su amplia terraza aprovecha con ingenio el clima cálido de las noches guayaquileñas. Deja atrás el concepto de ser un espacio para salir un momento y se convierte en uno de los ambientes más aclamados del bar. Este amplio espacio al aire libre ofrece todas las comodidades que mantienen los espacios interiores, pero suma la impresionante vista panorámica de una ciudad llena de vida y movimiento.
Las jardineras predominan en el ambiente rompiendo esquemas en cuanto a la presencia de la naturaleza en lugares altos. Correctamente colocadas crean caminos y diferencian un espacio de otro, dan un aire nuevo a cada paso, y definen espacios interiores y exteriores. La minuciosa iluminación que las resalta hace que su esteticidad sea apreciada en la tarde o en la noche, sin robar protagonismo al mirador desde el que se aprecia la ciudad.
Sociedad Anónima es el lugar ideal para ir con hambre o sed, solo o con amigos, tanto si busca un climatizado ambiente interior como si prefiere sentir el aire fresco que se disfruta en exteriores. Es perfecto para ir después del trabajo y dejar atrás la vorágine de un ajetreado día, o para cambiar de actividad y divertirse con amigos. Es de esos pequeños rincones que logran la magia que todos buscamos: alejarnos del mundanal ruido de la ciudad sin salir de ella.