Por Pamela Cevallos
Es fácil hablar bien de una marca, sin embargo, que la idea se mantenga depende de que detrás de la marca exista un trabajo bien hecho que la sostenga. Ese es el caso de Constructora Andrade Rodas, que nuevamente celebra la obtención de un premio internacional, que alienta a Rodrigo Andrade y su grupo de profesionales a continuar con su proceso de mejoramiento continuo, y con las ganas de sacar adelante proyectos inmobiliarios de alta gama.
El Residential High-rise Development fue entregado en Londres, Inglaterra. Se trata de un reconocimiento a su obra emblemática Grand Diamond Beach, que forma parte del proyecto que hace diez años empezó a construir en Tonsupa, Esmeraldas. Grand Diamond Beach ha logrado que esta pequeña población costera tenga el mayor Sky Line del país. “El premio es muy interesante, porque se reciben portafolios de todo el mundo, planos arquitectónicos, detalles sobre la tecnología que usará el edificio, planificación de los ‘amenities’, detalles sobre la estructura del edificio, sobre los proveedores; es decir, el jurado hace un análisis integral de cada participante. El tribunal está compuesto por más de 40 expertos reconocidos a nivel mundial”, explicó Rodrigo, gerente general de Constructora Andrade Rodas.
Grand Diamond es uno de los edificios más innovadores del mundo. Se trata de un condominio privado con apartamentos vacacionales de lujo. Tiene 32 pisos, 126 metros de altura; es el primero y el único hecho en Ecuador frente al mar con las características estructurales y arquitectónicas que hicieron que se lleve este importante galardón. “Es un edificio totalmente inteligente y autosustentable. Tiene su propia planta de agua potable y de manejo de residuos. Está ubicado en un sector olvidado en el tiempo, donde hay una inversión de más de $130 millones, de los cuales 50 prácticamente son nuestros, entre los cuatro Diamond Beach”.
“Soy tonsupeño de corazón, optimista en cuanto a que las cosas mejorarán y hay que salir adelante. Con el terremoto, la estructura de Grand Diamond funcionó perfectamente, fue impresionante, no tuvo ni un rasguño. Es el único edificio que tiene un sistema de licuefacción, un sistema de diafragmas que lo hace muy fuerte. En estos edificios trabajaron profesionales de primera, ecuatorianos con mucha experiencia. Todos nuestros Diamond son antisísmicos”, dice, y recalca la importancia de crear confianza entre proveedores y constructoras, porque es fundamental garantizar la calidad en la construcción.
En un estudio japonés, según Rodrigo Andrade, se determinó que en caso de una evacuación vertical, el edificio más seguro es el Grand Diamond, algo que para la zona sísmica en la que se construyó es muy importante. “Empezamos la obra con un 30% de obreros locales y terminamos con un 80% de personal esmeraldeño, el resto eran serranos. Es un proyecto hecho por ecuatorianos y comercializado por ecuatorianos para el mundo”, acotó Rodrigo.
En un maravilloso evento celebrado hace pocos días, la constructora compartió el premio con autoridades nacionales y locales, además con varios medios de comunicación ante quienes Rodrigo Andrade reconoció su aporte al desarrollo, no solo de sus proyectos, sino del área inmobiliaria. Considera importante que la empresa privada se una al esfuerzo de los gobiernos locales para actuar en conjunto a favor de la ciudadanía.
“El sitio es mágico, la playa es espectacular, pero la infraestructura local vial y de servicios básicos no es buena. Hemos mejorado mucho la zona a través de un convenio público-privado con el Municipio y la Junta Parroquial. Acabamos un parterre peatonal importante, bonito, y ahora vamos a participar en un concurso público para construir un puente en la unión de Tonsupa con Puerto Ballesta. Es algo que se debió hacer hace 20 años. Son apenas 45 metros, absurdo que no se lo haya hecho. El beneficiado será el pueblo. Planificamos, ajustamos y trabajamos, no nos quejamos. Hemos vivido un entorno difícil. 2015 y 2016 fueron años complicados, pero los superamos. Ahora volvemos con mucha fuerza a hacer lo que hay que hacer en este país: crear fuentes de trabajo”.
Constructora Andrade Rodas tiene 43 edificios construidos en Quito y Esmeraldas. Su visión los está llevando a construir en Guayaquil y Miami. Los proyectos de la capital están ubicados en los mejores sectores: República del Salvador, Quito Tenis, Miravalle, La Primavera, Cumbayá y Sierra del Moral. “Son proyectos diferentes, somos extremadamente personalistas con los departamentos, nos interesa que el dueño ponga su toque personal porque es su hogar. Esto puede verse como una locura por los costos que ocasiona pero lo hacemos, no estandarizamos, y eso crea satisfacción en los compradores. La mayoría de nuestros compradores son gente que ha llegado por recomendaciones. Las entregas son a tiempo, o incluso se las hace antes de la fecha programada. Siembre dejamos una sorpresa, algo adicional en espacios comunales, que a la gente le gusta”.
Para esta constructora el mejoramiento continuo es el camino, no es la meta, es el día a día. Por ello buscan marcar la diferencia y dejar huella en la sociedad. La última torre de Diamond Beach recibió también un premio en París, y las cuatro torres del proyecto Diamond Miravalle son otra muestra de aquello. Tienen una sala de cine para 30 personas, piscina con vista al Cotopaxi, un salón de fiesta para 120 personas, spa, gimnasio profesional, etc. “Poblamos el conjunto con ‘amenities’ en proporción a la cantidad de apartamentos y unidades de vivienda, Diamond Miravalle es un proyecto con una localización espectacular entre Cumbayá y Quito”.
Pero la audacia y la pasión por su trabajo no quedan ahí. En este momento está construyendo Signature, edificio que, según palabras de Rodrigo Andrade, será el mejor de Quito por su localización, diseño y arquitectura. Este proyecto limita con el Parque Metropolitano, tiene más de 150 árboles; está ubicado donde termina la urbanización Jardines de El Batán. “Quien vendió el terreno era un amante de la naturaleza, tenía orquídeas, sembró muchos árboles que serán conservados para dar personalidad al área de construcción”. Tendrá un área de pic-nic, BBQ, piscina, sauna, turco. Los propietarios de los departamentos respirarán aire puro y tendrán el privilegio de vivir en un bosque dentro de la ciudad. Habrá de todo: departamentos pequeños, medianos y grandes, de hasta 550m2. Se vendió el 55% antes de empezar el proyecto.
“Tenemos la capacidad, el conocimiento, la calidad para hacer grandes proyectos en cualquier parte del mundo. Los Diamond no piden favor a ninguna constructora en el planeta. Estamos cerca de cumplir 15 años de trabajo y somos orgullosamente ecuatorianos. Creamos muchas fuentes de empleo directo e indirecto. En Grand Diamond llegamos a tener 400 trabajadores y generamos 2.000 puestos de trabajo indirectos”.
Hoy existe un ambiente diferente, el sector inmobiliario está mejorando, y Rodrigo hace un llamado a la unidad del país. “Es hora de que la empresa privada, los municipios, el Estado y las Juntas Parroquiales unan esfuerzos y aprovechen la maravilla de este Ecuador que Dios nos dio. La ecuación es fácil: a más trabajo, más riqueza; a más departamentos, más impuestos; a más impuestos más dinero para obras. Depende de nosotros, no debemos quejarnos, sino más bien descubrir cómo hacer bien las cosas en medio de lo que tenemos”, finaliza.