CONSTRUIMOS EMPLEO Y PROSPERIDAD
Por Caridad Vela
El Gobierno Nacional puso en marcha el programa “Construimos Empleo y Prosperidad”, que inyectará $2.750 millones, a través de la banca pública, entre lo que queda de 2018 y 2019, para reactivar al sector de la construcción.
El programa gubernamental, liderado por el Ministro de Economía y Finanzas (MEF), Richard Martínez, tiene por objetivo la dinamización de la industria y la generación de miles de plazas de trabajo.
“Constructores: cuentan con todo el apoyo del Gobierno Nacional. Ahora es su turno para consolidar este proceso de cambio con decisión, con optimismo, con ideas, pero, sobre todo, con inversión fresca y con generación de empleo. Tomen estas oportunidades para construir juntos un Ecuador con más prosperidad”, señaló el Ministro durante la presentación del programa en Daule, el pasado 19 de octubre, que contó con la presencia del Presidente de la República, Lenín Moreno Garcés. ¿Qué implicaciones tendrá este anuncio? Richard Martínez explica los detalles que motivaron esta acción. Empezamos por conceptos básicos para tratar puntualmente los elementos que se consideraron al estructurar este plan.
¿Qué importancia tiene para su programa económico el sector de la construcción?
Nuestro plan económico está creando las condiciones necesarias para el desarrollo productivo, la atracción de inversiones y la generación de empleo, a través de una gestión ordenada, clara y transparente, y una regulación confiable y eficiente. Dentro de esta dinámica, el sector de la construcción es clave porque es un alto generador de producción y empleo.
¿Qué cifras lo demuestran?
El sector de la construcción, en promedio, ha generado $10.000 millones durante los últimos años; y por sus múltiples encadenamientos productivos con varias industrias, esa cifra se incrementa en al menos $15.000 millones adicionales por año. Es decir, la construcción, por sí sola, aporta con el 10% de participación al PIB y un 15% adicional por sus encadenamientos productivos.
¿En cuanto a generación de empleo?
La construcción utiliza intensamente mano de obra directa, tanto calificada como no calificada, ocupando alrededor del 8% del empleo pleno actualmente, que, en términos generales, representa más de 210.000 plazas de trabajo adecuado. Y, por su efecto multiplicador a través de los encadenamientos productivos, es capaz de abrir otra cantidad importante de fuentes de empleo indirecto.
¿Cómo sostener este programa sin un acompañamiento en lo jurídico, en cuanto a revisar normativas que han sido un obstáculo por mucho tiempo?
Hemos revisado ya normativas que frenaban la actividad. Modificamos la Resolución 078, que amplía la experiencia de 5 a 15 años para ser contratista del Estado; suspendimos por 180 días la norma técnica NEC contra incendios (en ese lapso se estructurará una nueva norma), que fue implementada en octubre de 2015 y detuvo el desarrollo de proyectos en altura. Además establecimos el procedimiento para la devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para los constructores de vivienda de interés social. También la Ley de Fomento Productivo establece la exoneración del pago del Impuesto a la Renta para fondos y sociedades de inversión que desarrollen proyectos inmobiliarios.
PROGRAMA CONSTRUIMOS EMPLEO Y PROSPERIDAD
¿Cuál es la fuente de fondeo de los $2.750 millones que reactivarán al sector de la construcción?
A través de la inversión de la banca púbica y del MEF, y son recursos que se inyectarán entre lo que queda del 2018 y el 2019. Se trata de fuentes propias de fondeo, que permiten disponer de presupuestos de colocación para destinarlos exclusivamente al sector de la construcción. Así:
Fideicomiso Vivienda y Prosperidad. Es un mecanismo financiero del MEF para ofrecer proyectos a tasas preferenciales (4,99%).
Banco del Pacífico: destinará entre este y el próximo año, $218,6 millones para líneas de crédito al sector: $161,7 millones para créditos hipotecarios y $56,9 millones para créditos al constructor.
CFN: ofrecerá líneas de crédito para todos los segmentos de la construcción por $87 millones.
BIESS: colocará $900 millones en créditos hipotecarios y destinará $400 millones más para poner en marcha mecanismos alternativos de financiamiento a través del Mercado de Valores, a través de la compra de distintos títulos valores emitidos por las empresas constructoras.
BDE: a través del Banco Ecuatoriano de Desarrollo, se colocarán $908 millones para la construcción de infraestructura pública: vialidad, agua y saneamiento y equipamiento urbano.
CONAFIPS: financiará a las Cooperativas de Ahorro y Crédito con $8,9 millones para microcréditos destinados a proveedores del sector de la construcción. Además, dispondrá $20 millones para colocar créditos hipotecarios a través de sistema financiero popular y solidario.
¿Son exclusivamente para proyectos de vivienda de interés social?
No son exclusivamente para proyectos de vivienda social. Es una gama abierta, es para toda la cadena del sector y para todos los segmentos de vivienda.
¿En este total están incluidos los recursos que se entregarán como bono para el comprador de vivienda de interés prioritario?
No, no está incluido. Esos recursos son adicionales. En cuanto al monto destinado para el bono de la vivienda que el Gobierno Nacional entregará a través del programa Casa para Todos, el objetivo es facilitar el acceso a vivienda a la población que se encuentra bajo ciertas condiciones de vulnerabilidad socio económica, y que sin este aporte del Estado sería imposible que estas familias tengan casa propia. Estos recursos suman alrededor de $192 millones por año. Claro, estos valores se alcanzarán siempre y cuando los proyectos se vayan desarrollando.
Los créditos al constructor a través de CFN y Banco Pacífico, y la participación del Biess en inversiones a través del mercado de valores, ¿aplican para proyectos de todos los segmentos?
El portafolio de créditos al constructor a través de la CFN, Banco del Pacífico y el mismo Biess, está dirigido a todos los segmentos de vivienda. En cuanto al mercado de valores, el Biess destinará $400 millones para la compra de títulos destinados a proyectos de construcción: viviendas, equipamiento, centros comerciales, edificios, oficinas… La participación de los constructores es fundamental, ya que deben emitir estos títulos para que el Biess los adquiera a través del mercado de valores. Los invito a participar, el mecanismo ya está en operación, a través de él pueden acceder a una fuente alternativa que reduzca sus costos de financiamiento, con tasas de entre 6 y 7%.
Se mencionó $8,9 millones de aporte del Estado para generar microcrédito para proveedores del sector de la construcción. ¿Cómo se implementará el mecanismo?
Este mecanismo se trabajará a través de la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips), que actúa como banca de segundo piso e integra a cooperativas de ahorro y crédito, mutualistas, cajas de ahorro y bancos comunales. El aporte del Estado va a Conafips, que a su vez los distribuye entre sus miembros para que entreguen créditos a los beneficiarios finales. Esta Corporación es importante para el desarrollo del sector porque permite distribuir los recursos a pequeños empresarios vinculados a la construcción (fabricantes de ladrillos, madereros, vidrieros, etc.). Es realmente un aporte muy grande para la economía, porque llega a las zonas más alejadas del país, para generar importantes polos de desarrollo. Incluso se evita la migración, ya que la gente, al disponer de herramientas de producción, no se desarraiga de sus zonas.
FIDEICOMISO VIVIENDA PARA LA PROSPERIDAD
¿De cuánto dinero dispondrá el Fideicomiso Vivienda para la Prosperidad para financiar la compra de vivienda de interés social?
Para este año se reactivará este Fideicomiso a través de la inyección de $65 millones, provenientes de fondos del MEF. La proyección es destinar al menos $70 millones por año, en 2019 y 2020, para que el mecanismo siga funcionando y se coloquen créditos hipotecarios a una tasa subvencionada (4,99%, a 20 años plazo). Esperamos que en diciembre de este año se pueda implementar este Fideicomiso.
Las autoridades han dicho que “por cada dólar que aporte el Estado, las instituciones del sistema financiero se comprometen a aportar $1,6”. ¿A qué se refiere?
Eso es resultado del efecto multiplicador. Si el Estado entrega $200 millones, el total de créditos hipotecarios que se genera es de $540 millones. Eso hace que por cada dólar que aporta el Estado, el sistema financiero lo haga con $1,6. Esa es la explicación del efecto multiplicador. Actualmente, los bancos que operan con esta estrategia son el Banco Pichincha, Banco del Pacífico y Mutualista Pichincha. Este esquema está abierto a todas las instituciones financieras: bancos, mutualistas, cooperativas.
VIVIENDA DE INTERÉS SOCIAL
¿Qué llevó a elevar el techo del precio de vivienda de interés social de $70.000 a $90.000?
La definición de Vivienda de Interés Social adoptada en el 2015 señala que es aquella de hasta $70.000. Sin embargo, al ver que a lo largo de estos años los costos para la construcción se han incrementado, y que el aumento del precio del suelo ha empujado a los constructores a desarrollar sus proyectos más alejados de las ciudades, en zonas rurales, establecimos un nuevo segmento de viviendas entre USD 70.000 y 90.000, en el cual los constructores podrán acceder al subsidio de la tasa de interés a través del fideicomiso “Vivienda y Prosperidad” que estamos creando. Queremos incluir a personas de clase media, que pueden acceder a viviendas de hasta $90.0000, para que también se beneficien de esta herramienta.
¿Cómo crecerá la demanda con este incremento en el precio?
Tomando como referencia únicamente el déficit cuantitativo de vivienda, que gira alrededor de las 340.000 unidades, y considerando un incremento anual de al menos 50.000 hogares nuevos, la demanda para los distintos segmentos de vivienda está presente. Uno de los criterios que se considera para ampliar el beneficio al segmento de $70.000 a $90.000 es brindar la posibilidad de acceso habitacional a la clase media de la población, que también está incluida en dicho déficit cuantitativo de vivienda.
¿Se elevó el precio tope del m2 en proyectos de vivienda social, que era $890?
Para las viviendas de hasta $70.000 se mantienen esas condiciones, es decir, $890 por m2. Para este nuevo segmento de $70.000 a $90.000 se aumentó a $980 el precio del m2. La idea es que haya la opción de construir vivienda más cerca de los centros poblacionales, pero obviamente, mientras más cerca, mayor es el precio del m2.
CASA PARA TODOS
¿Hay presupuesto para la construcción de las viviendas para el programa Casa para Todos?
Efectivamente existe el presupuesto para este programa. Para 2019 se ha considerado $531 millones para su ejecución. Para los siguientes años se consideran valores similares, de acuerdo al cronograma de inversiones que contempla el programa. Por la magnitud del plan, el MEF está gestionando el financiamiento con organismos internacionales.
¿Cuáles?
Hemos logrado acercamientos con el BID y la CAF, y estamos en conversaciones con el Banco Mundial y el Banco Europeo de Desarrollo. Para la etapa de ejecución requeriremos de alrededor de $1.500 millones. Además, como el programa tiene subsidios contemplados para ocho años, se requerirán al menos unos $168 millones por año, en promedio, desde 2022 a 2028. Cabe indicar que los multilaterales que financian este tipo de programas para reducción de brechas de vivienda tienen líneas especiales con condiciones beneficiosas: tasas bajas de entre el 2 y 3%, y plazos extensos de entre 20 y 25 años.
La empresa privada ha sido invitada a participar en Casa Para Todos. ¿Se ha determinado cómo se pagará al empresario privado por la construcción de estas viviendas?
La participación del sector privado es fundamental. En el único segmento donde el Estado va a pagar al empresario es en el segmento que es 100% subvencionado. En los demás segmentos, el constructor es quien tiene que desarrollar el proyecto inmobiliario y lo que hace el Estado es brindarle el beneficio a quien va a adquirir esa vivienda.
LEY DE FOMENTO PRODUCTIVO
¿Todos los nuevos proyectos inmobiliarios serán considerados como “nueva inversión” para efectos de la exoneración de Impuesto a la Renta?
La Ley de Fomento Productivo es clara en que todas las nuevas inversiones califican para los beneficios del Impuesto a la Renta, siempre y cuando pertenezcan a sectores priorizados o a industrias básicas. La construcción, al no pertenecer a ninguno de estos dos rubros, no puede acogerse a los beneficios. Sin embargo, hay una excepción respecto a las inversiones en construcción que utilicen materiales sustentables.
¿Todos los proyectos que tengan vivienda de hasta $90.000 pueden solicitar la devolución de IVA y aplicar tarifa cero para servicios?
Los beneficios de la Ley, en cuanto a devolución de IVA y tarifa cero para servicios, alcanzarían solamente a los proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS), es decir, hasta $70.000. De acuerdo a la resolución del Servicio de Rentas Internas (SRI) estos proyectos deberán estar validados por el Miduvi, y será este quien realice un análisis del presupuesto del proyecto y, en función de su reglamento, determine la cantidad de IVA a devolverse.