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Redescubrir pequeños placeres en lo cotidiano es tal vez una de las experiencias más reconfortantes que encontramos en nuestro diario vivir, esos pequeños momentos que nos hacen apreciar la grandeza que existe detrás de pequeños actos, de los rituales personales y de la dedicación que subyace en objetos comunes.
Detenernos por un segundo y encontrar la punta de ese ovillo que nos ata a una memoria, a aquel momento de claridad que no nos puede ser arrebatado. Y cuando de estas emociones se trata, el chocolate fino es tal vez una de las experiencias más personales que podemos encontrar.
Hay algo especial cuando se da ese primer bocado, cuando se siente la sutil textura de un chocolate bien preparado. Ahora, realizar este pequeño ritual rodeado de cientos de kilos de chocolate, en un espacio que se dedica a explorar los sabores y aromas del cacao, es en sí una experiencia única que va mucho más allá de lo cotidiano.
Este es el inicio de un “tour de force” para todo amante del chocolate. Y es que con sus creaciones República del Cacao puede llevarlo por todo un espectro de sensaciones y emociones conectándolo al origen mismo del cacao. Desde las cálidas planicies de la Provincia de Los Ríos hasta las robustas junglas de La Joya de Los Sachas.
Cada chocolate con su identidad propia, cada receta creada para enaltecer las bondades de la tierra en donde el cacao se siembra y cada maridaje con ingredientes autóctonos, resalta la relación que existe entre la finca, el finquero y la biodiversidad que los une.
Al entrar a la Chocolate-Boutique de la marca en el Centro de Quito, a pocos pasos de la Plaza Grande, uno se encuentra inmerso en esta experiencia casi de inmediato. Atrás queda el ruido de la gente y uno se encuentra envuelto por un delicioso aroma a chocolate, las paredes cubiertas de Laurel e imágenes de las plantaciones que producen Cacao Fino le indican que ha entrado a un mundo aparte.
Mientras avanza hacia la vitrina de postres, helados y bombones empezará a notar la gran cantidad de chocolate que lo rodea, y su curiosidad lo hará detenerse por un momento tratando de decidir por dónde empezar. Es aquí donde será bienvenido por uno de los representantes de la marca, que, tras un saludo cordial será su guía en este mundo del Cacao.
Tal vez el mejor recorrido inicia al dirigirse directamente a la sección que presenta las diferentes variedades de barras de chocolate que crea la marca. Desde un chocolate blanco creado exclusivamente con manteca de cacao fino, leche de la comunidad de Turucucho en Cayambe y trocitos de cacao fino tostado, hasta el chocolate negro de la Comunidad Vinces con 85% de sólidos de cacao y un claro perfil aromático a flores con notas acídicas y frutales.
En esta sección vale la pena tomarse el tiempo y detenerse en los maridajes de chocolate e ingredientes tradicionales en oferta, ya que República del Cacao no utiliza saborizantes en sus creaciones, sino que más bien combina ingredientes puros y naturales en sus recetas. Como un ejemplo, la barra con pétalos de rosas deshidratadas necesita de un momento de su atención y dejando que el chocolate se derrita en su lengua lentamente y es con esta ligera subida de temperatura en su boca, que los aceites cautivos en el pétalo de rosa se liberan y la complejidad de este maridaje se dejan sentir por completo.
Antes de avanzar no deje de probar el chocolate negro Amazonía 75%, que con sus claras y muy presentes notas de sabor a nueces y avellanas, lo sorprenderá con su delicadeza. Y, si gusta de sabores más robustos tiene que probar la barra de chocolate con trocitos de café tostado o aventurarse a descubrir la complejidad de la unión del chocolate negro con el ají deshidratado, una experiencia simplemente fantástica.
Para este momento usted debe tener un par de barras favoritas, o más, y tal vez la tentación de probar uno de los postres o un cono de helado le llama la atención, pero antes de sucumbir ante la tentación, hay un descubrimiento importante a seguir y una oportunidad que no encontrará en ningún otro lado de la ciudad: El Museo del Cacao.
Tras sus puertas encontrará un relato de la historia del Cacao en Ecuador y una explicación detallada de cómo se crea un chocolate fino. El esfuerzo, las vidas y el trabajo que ha llevado a que el cacao sea uno de los estandartes de orgullo de nuestra patria es tal vez uno de los tesoros más importantes que rodean al mundo del chocolate. Deténgase y pase las páginas del libro que, con imágenes de la época relata el auge, caída y el nuevo amanecer del cacao fino.
Descubra la realidad de cómo se produce un chocolate de alta calidad y que es exportado alrededor del mundo. De una mirada a nuestro laboratorio del chocolate donde podrá ver como expertos chocolateros y chefs de partida preparan las creaciones que los esperan al final de su recorrido.
Conocer el esfuerzo que conlleva la creación de la maravilla que es el chocolate, la gente que está detrás de su creación, los miles de finqueros que día a día trabajan en la protección del cacao fino de origen y que se han aliado con la marca para generar nuevas técnicas agrícolas que se unen a las tradiciones de antaño, protegiendo el medio ambiente y llevando prosperidad a sus comunidades, hacen que nuestra apreciación y pasión por este producto de nuestra tierra crezca y encontremos un valor sin igual en cada bocado.
Finalmente, es momento para disfrutar de las creaciones que se inspiran en los aromas y los sabores del origen mismo del cacao fino. Una selección de postres y helados que combinan ingredientes locales y la creatividad de chefs que exponen experiencias y tradición convertidas en sensaciones para disfrutar.
Compotas de mango, con delicadas notas de ishpingo y trocitos de piña, encofradas dentro de un molde de chocolate en forma de cacao dejan que la imaginación de la chef ejecutiva de República del Cacao nos lleve a la Amazonía. El sorbet de chocolate negro o el helado de chocolate blanco y jalea de maracuyá nos hace repensar las texturas y excelencia en un dulce frío y por último una taza de chocolate caliente nos envuelve en un manto de placeres y memorias que tan solo el mejor chocolate puede invocar.
Ahora, con sus barras favoritas junto a usted, y tras haber descubierto y experimentado el mundo del cacao fino ecuatoriano de cerca, la grandeza escondida detrás de este objeto común lo acompañará y será el confidente de sus momentos privados, la razón para compartir y crear nuevas memorias con sus allegados y el mejor representante que bocado a bocado refleja lo mejor que tiene nuestro país para el mundo: El chocolate de cacao fino.