Plaza de la Independencia
Por: Victoria Chiriboga
En todo lo alto del monumento se erige majestuosa la imagen de la Dama de la Independencia, representada por “Libertas”, diosa romana de la libertad.
La Plaza Grande o Plaza de la Independencia, ubicada en el Centro Histórico de Quito, es el eje alrededor del cual nació la ciudad en la época de la colonia. Está rodeada por el Palacio de Carondelet o Casa Presidencial, la Nunciatura Apostólica, la Catedral Metropolitana de Quito, y el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.
Recibe el nombre de Plaza de la Independencia en 1906, casi cien años después de la emblemática fecha que conmemora, cuando se coloca una enorme escultura en memoria de los héroes del 10 de agosto de 1809. En todo lo alto del monumento se erige majestuosa la imagen de la Dama de la Independencia, representada por “Libertas”, diosa romana de la libertad, como símbolo emblemático de un acontecimiento que cambió nuestra historia.
En la base del pedestal sobre el cual reposa Libertas se aprecian cuatro placas conmemorativas fundidas en acero con relieve. La principal, colocada por el Presidente Eloy Alfaro el día de la inauguración del monumento, cuenta la historia del Primer Grito de Independencia. Otra muestra la escena de la firma del Acta de Independencia de Quito, mientras que la tercera placa contiene el texto del Acta. La cuarta placa representa la escena del polémico asesinato de los próceres de la Independencia, sucedido el 2 de Agosto de 1810.
Palacio de Carondelet
- Entrada libre
- Visita guiada: $8
- Martes – viernes: 9H00 – 19H00
- Sábado: 9H00-22H00
- Domingo: 9H00 – 16H00
Libertas es el corazón de la Plaza de la Independencia, a cuyo costado occidental se erige el Palacio de Carondelet, sede del gobierno desde 1810 y residencia oficial del Presidente de Ecuador durante muchos años. En 1866 sus instalaciones albergaron también a la sede del Poder Legislativo; en un añadido en la parte posterior del Palacio, en donde funcionaron la Sala del Senado y del Congreso.
El 6 de agosto de 1875, la vereda del Palacio fue escenario de uno de los capítulos más sangrientos de la historia: el asesinato del Presidente Gabriel García Moreno por parte de un grupo de conspiradores. El Presidente cayó sin vida al pie del altar de la Virgen Dolorosa en la vecina Catedral Metropolitana, donde pronunció sus últimas palabras: “Dios no muere”. La placa de piedra colocada en su memoria en el lugar del crimen, así lo menciona.
Los balcones del Palacio han sido testigo de celebraciones, procesiones religiosas, y varios episodios de inestabilidad política en la reciente historia de Ecuador. Desde allí, a las 11H00 de cada lunes, podemos apreciar la ceremonia de cambio de guardia protagonizada por los Granaderos de Tarqui, grupo de élite de la milicia ecuatoriana.
En el costado norte de la Plaza de la Independencia se sitúa el maravilloso Palacio de la Curia Metropolitana, también conocido como Palacio Arzobispal, cuya construcción se remonta a 1534
En el costado norte de la Plaza de la Independencia se sitúa el maravilloso Palacio de la Curia Metropolitana, también conocido como Palacio Arzobispal, cuya construcción se remonta a 1534. Su actual fachada de estilo neoclásico encierra una arquitectura que corresponde a la época de la colonia, con pilares y pisos en piedra con detalles en hueso de vaca, y patios internos. En sus amplios salones se ofrecían los más suntuosos eventos sociales.
A principios del siglo XX, el edificio fue comprado por la Curia Diocesana de Quito para trasladar allí sus dependencias, que hasta entonces funcionaban en el vecino Palacio Arzobispal. A la presente fecha, la mitad del edificio acoge al Centro Comercial Pasaje Arzobispal, que agrupa a restaurantes y tiendas de artesanías.
Museo Catedral
- Costo: $5
- Lunes – sábado: 9H30 – 17H00
La Catedral Primada de Quito, el templo católico de mayor jerarquía en el país ocupa el lado sur de la Plaza de la Independencia, y es la sede de la Arquidiócesis de Quito. Su construcción presenta características de estilo mudéjar en sus pilares, arcos, alfarjes, y en el artesonado en madera de cedro; y reminiscencias góticas en sus arcos apuntalados, las naves del crucero, y la girola que rodea al presbiterio.
La nave lateral derecha se abre en varias capillas a lo largo del muro, en una de las cuales se encuentra la famosa escultura El Calvario. A nuestro paso miramos mausoleos de ilustres personajes como el Mariscal Antonio José de Sucre, héroe de la Independencia; Juan José Flores y Gabriel García Moreno, ex presidentes de Ecuador.
Sobre una de las cúpulas de la Catedral se colocó un gallo de hierro, de aquellos que delatan la dirección del viento, que es hoy uno de los principales distintivos de la Catedral y objeto de varias leyendas que se transmiten generación tras generación.
Pero más allá de los íconos históricos, políticos, religiosos y anecdóticos que completan el entorno de esta maravillosa Plaza de la Independencia, en su ambiente se siente el peso de la tradición que esas piedras, muros y maderas talladas encierran. Sus bancas invitan a relajarse, a sentir y recordar bajo la sombra de centenarios árboles. Músicos, artesanos, comerciantes, funcionarios públicos y personajes de toda índole dotan de una energía especial al ambiente.
La vida sucede mientras cientos de turistas de todos los rincones del mundo, impresionados y atónitos por la belleza de la Plaza, la fotografían para recordar y mostrar, para presumir de la maravilla de aquello que vieron en Quito, Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad. A nosotros en un maravilloso atardecer de verano mientras imaginamos la cantidad de historias y vidas que esta Plaza esconde. Es innegable que existe una latente vibración que nos conecta con la fuerza de nuestros antepasados.