Fotos y texto por María Caracola
Historia, energía y cultura
El Parque Arqueológico Cochasquí es un complejo de monumentos arqueológicos ubicado a 3.100 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra en la parroquia Tocachi, provincia de Pichincha, a menos de una hora al norte de la ciudad de Quito por la carretera que lleva a Cayambe. Cuenta con 15 pirámides, 21 montículos funerarios, cuatro museos, 84 hectáreas de área arquitectónica preservada, y es hogar de un sinnúmero de llamas y llamingos de todas las edades.
Varias investigaciones llevan a creer que Cochasquí, como otros centros arqueológicos, son fiel evidencia de la cultura Quitu-Cara, una cultura pre-incaica sumamente desarrollada que habitó la vasta región que va desde la costa hasta la Amazonía, y desde el norte de la provincia de Pichincha hasta el sur de Colombia.
Cochasquí significa “agua de la mitad”; cochas: agua / lago, y qui: sitio de la mitad. El parque cuenta con una privilegiada ubicación, quien lo visita en un día despejado admira la vista panorámica de un majestuoso paisaje que incluye cerros y nevados como el Cayambe, Pichincha y el Cerro Puntas. Por la noche el espectáculo lo pone el cielo estrellado, el mismo que fue observado por nuestros ancestros que desde allí estudiaron las estrellas, los astros y las constelaciones, plasmándolos en la tierra del lugar y creando calendarios lunares y solares. Este energético lugar es el punto más alto por donde pasa la línea ecuatorial, y es conocido como uno de los puntos astronómicos más importantes del país y del mundo.
Los atractivos de Cochasquí no terminan aquí, los alrededores del parque también son idóneos para practicar deportes de aventura, avistamiento de aves, o caminatas a la laguna de Mojanda. Además, se puede disfrutar de platos tradicionales como choclos con queso, seco de gallina, tortillas de maíz y bebidas tradicionales.
Por si fuera poco, aparte de toda la experiencia cultural-histórica de este lugar, el Gobierno de Pichincha lo ha adecuado con instalaciones de hospedaje en muy buenas condiciones y con mantenimiento constante. Hay seis cabañas con tres camas (una matrimonial y una litera), baños con duchas y agua caliente, chozones independientes con parrilla, electricidad y Wifi.
Para los más aventureros, en el área abierta frente a las cabañas hay una zona de camping y área de fogata adaptadas para este fin. En la recepción se venden víveres básicos, leña y carbón. Cuenta también con parqueadero cerrado, donde un carrito recoge y traslada el equipaje y los víveres de los visitantes.
Todo esto hace de Cochasquí el destino idóneo para pasar un fin de semana con la familia, en pareja o con amigos, y vivir una experiencia de lujo con altas posibilidades de observar un inigualable cielo estrellado.
Para quienes están interesados en conocer el Parque y sus museos, éstos están abiertos todo el año, sin interrupción, de 08:30 a 16:30, y cuentan con experimentados guías bilingües que hacen de la visita una experiencia realmente enriquecedora. Sin embargo, las fechas más llamativas para visitar este rincón de nuestra serranía es el mes de marzo, cuando se celebra la Mushuk Nina o Año Nuevo andino, que marca el inicio del tiempo de cosecha.
No son únicamente sus paisajes, ni sus intactas y bien mantenidas ruinas lo que ha dado fama al Parque Arqueológico Cochasquí. Es también su valor histórico y cultural. Es un lugar maravilloso, lleno de energía y conocimiento ancestral. Más allá de la hermosa naturaleza que lo rodea, ir a Cochasquí es aportar a un turismo que apoya la cultura, la apropiación, y el sentido de pertenencia de un lugar único en el planeta.