Por Caridad Vela
La carta del Partido Socialcristiano para las próximas elecciones seccionales es Paola Vintimilla. Mujer de 47 años y madre de cuatro hijos, que debió renunciar a su curul en la Asamblea Nacional para aceptar este reto. Tiene una visión muy clara de lo que quiere para su ciudad, y hacia allá va encaminado su plan de acción en caso de ser electa.
Sus días transcurren sin descanso, pues a pesar de que la ciudadanía la conoce por su gestión en la Función Legislativa, el mensaje ahora es de índole local y trasciende al ámbito administrativo y de planificación.
Con ella abordamos los tres temas que identifica como los más sensibles por representar una situación de emergencia en Quito, sin embargo de lo cual, expresa que existen otros asuntos de fondo que habrá que reformar para que la capital salga del letargo en el que ha caído.
En caso de ser electa, ¿por dónde empezaría tu gestión?
Atacando tres temas que requieren atención de emergencia: basura, mantenimiento de vías, y migración. Además hay muchos otros, pero estos deben ser atendidos de manera urgente porque Quito no los tolera más.
Empecemos por basura…
No hay estrato social ni ubicación dentro del DMQ que no se vea afectado. Estamos hartos de ver una ciudad sucia y de vivir las consecuencias, incluso emocionales, que eso causa. La solución no pasa solamente por la recolección de basura, más importante aun es su tratamiento. En manejo de basura hay maravillas por hacer, por ejemplo temas de bio-gas, diferentes resinas que se obtienen de los desperdicios y se pueden utilizar incluso para pavimentar calles. Todo esto representaría un ingreso extra para el Municipio. En Emaseo tenemos un problema gravísimo con los sindicatos que por muchos años han paralizado la gestión y nos han llevado a esta emergencia.
¿Se eliminaría Emaseo?
Mi propuesta directa y frontal es hacer alianzas estratégicas con el sector privado para la recolección y manejo de basura, a través de licitaciones para firmar concesiones por un determinado número de años. Se convocará a empresas privadas que demuestren claramente su experticia en estos procesos, y se exigirá que los buenos colaboradores de Emaseo mantengan sus fuentes de empleo. El Municipio ha hecho todos los intentos, ha cambiado el modelo de gestión de Emaseo en varias ocasiones, ha traído nuevos contenedores y ofrecido soluciones, pero seguimos exactamente igual.
¿Pensarías hacer concesiones independientes para cada zona del DMQ?
Habrá que analizar la mejor opción para elaborar las bases para la licitación, mismas que deberán especificar absolutamente todos los detalles. Quien se adjudique la concesión deberá cumplir a cabalidad su compromiso, caso contrario se finiquita el contrato y se convoca una nueva licitación. El Municipio será el ente controlador, no descuidaremos este aspecto.
¿Mantenimiento de espacios públicos y vías?
Otro cambio indispensable, que la gente lo ve como una necesidad urgente, es el mantenimiento de los espacios públicos y las vías. En la zona norte nos quejamos del pésimo estado del pavimento, pero en las parroquias rurales o en el extremo sur ni siquiera hay vías de acceso. Barrios como San Fernando de la Mena tienen vías de acceso, pero ninguna está siquiera adoquinada, peor asfaltada, son de tierra. Llega la época de lluvia y son zonas impenetrables.
Esto corresponde a la Epmmop…
Pero la solución es concesionar estas obras a la empresa privada. Está comprobado el enorme ahorro que generaríamos al presupuesto municipal si concesionamos los trabajos de creación y mantenimiento de vías, parques, jardines, canchas deportivas y veredas. Hacerlo a través de las empresas municipales implica un alto costo y ha demostrado poca eficiencia.
Hablando de parques, ¿qué sucederá con el proyecto Parque Lago en el antiguo aeropuerto de Quito?
Hay un proyecto hermoso que nunca se logró construir. Pienso que hay que retomarlo pero no hay dinero. Seamos claros en esto: no voy a hacer promesas de súper autopistas y súper parques porque no hay presupuesto. La mayor parte del trabajo tendrá que ser concesionado a la empresa privada. Ojo, que no hablo de privatizaciones, sino de concesiones, que son dos cosas totalmente distintas.
La tercera situación mencionada es la migración. ¿Qué hacer al respecto?
Es un asunto bastante delicado que hay que enfrentar urgentemente. En esto voy a ser muy clara. Recuerda que en la Asamblea Nacional estuve en la Comisión de Relaciones Internacionales, Soberanía, Integración y Defensa. Cada tres meses teníamos sesiones reservadas, en las que se evidenció el poco o nulo control que tiene el país en la frontera norte. He sido la principal defensora de la migración y de los venezolanos, tanto así que viajé con dos asambleístas al puente internacional Simón Bolívar, que está en la frontera entre Colombia y Venezuela, a palpar la situación de primera mano.
¿Cuál fue tu lectura de la situación?
Que hay que ayudar a las personas que salen de Venezuela por sobrevivir a la dictadura de Maduro, que afortunadamente parece que está a punto de concluir. Entre parlamentarios de toda América Latina se firmó un convenio muy importante para ayudar a los migrantes venezolanos, pero no puedo estar de acuerdo con que por nuestra frontera ingresen personas sin ningún requisito especial, sin pasaporte ni cédula, o un pasado judicial. Ecuador abrió sus puertas y entraron todos, y hay una pequeña minoría de migrantes que está haciendo mucho daño al país. Afortunadamente son muy pocos, como también, hay que reconocerlo, sucede con ecuatorianos que han migrado a otros países y han causado daño.
¿Qué hacer al respecto?
No se trata de xenofobia, se trata de que el país necesita orden y control. El Presidente de la República ha manifestado que se van a tomar medidas al respecto, pero en Quito ya tenemos un problema en todos los niveles socioeconómicos. Hay gente que vive y trabaja en las calles, vendedores en los mercados, migrantes de clase media que no están regularizados y ocupan puestos de trabajo que también los necesitan los quiteños. El problema hay que abordarlo desde varias aristas, pero hay que enfrentarlo de una vez por todas. No podemos seguir evadiendo el tema.
¿Cómo lo enfrentarías?
Aplicando controles migratorios con la Policía Metropolitana. Vamos a trabajar en una ordenanza que nos permita hacerlo, porque hay muchos venezolanos y otros extranjeros que ya tienen cédula ecuatoriana y gozan de todos los derechos de los ecuatorianos, pero hay otros que todavía no tienen los documentos necesarios para adquirir la nacionalidad ecuatoriana, y ahí puede estar el problema. Los que no están regularizados seguramente tendrán que ser deportados del país. Es un duro trabajo que no le compete al municipio, pero se lo hará para apoyar el gobierno.
¿Qué has pensado en relación a la falta de seguridad?
Otro tema álgido para los quiteños. Una de las propuestas que tenemos es volver a las alarmas comunitarias que están conectadas directamente con Ecu 911. En todos los barrios que he visitado les brillan los ojos cuando menciono alarmas comunitarias. Los quiteños quieren que les ayudemos a organizarse, a recuperar la identidad de barrio y vecindario, conocer a quienes viven en la zona, para protegerse y apoyarse en caso de ser necesario.
¿Movilidad?
El Metro está prácticamente terminado, en diciembre empieza a funcionar y no hay vuelta atrás. De hecho, debemos empezar a pensar en extender su cobertura hacia el norte y el sur. Debemos hablar también de que la ruta de los buses converja alrededor de la columna del Metro, tenemos que hablar de parqueaderos para que el 25% de la población de Quito que usa vehículo privado, tenga facilidad de parquearlo en determinados lugares y use transporte público, para lo cual hay que mejorar el transporte público. Hay muchas iniciativas, la mayoría relacionadas con tecnología que hoy se usan en el mundo entero, que aplican para buses y taxis, con el objetivo de controlar puntualidad, rutas, obediencia a las leyes de tránsito, respeto a límites de velocidad, etc.
¿Administraciones zonales?
Las actuales ni siquiera cumplen con el mínimo de estándares de homologación en trámites. Hay que hacer una limpieza que es responsabilidad del alcalde, porque es quien designa a los administradores zonales. Estas administraciones deben ser una especie de mini alcaldías, contar con los recursos necesarios, con autoridad, con asignaciones y competencias claras. El Municipio de Quito no es un botín político.
¿Replicarías en Quito el modelo que el Abog. Jaime Nebot aplicó en Guayaquil, que ahora es ejemplo para todos?
Por supuesto. Hay cosas importantes que se pueden aplicar en Quito, no todo, porque las necesidades de las dos ciudades son distintas y habrá que atenderlas con las estrategias adecuadas. Guayaquil tuvo problemas de basura hace muchos años, y se corrigió con el sistema que propongo aplicar en Quito. Se replicará el modelo de gestión del Abog. Nebot en lo que implica gastar poco casa adentro, lo mínimo necesario, para que el presupuesto se destine a obras por la ciudad. Los concejales no tendrán asesores ni vehículos a costo del municipio, tampoco serán parte del directorio de empresas públicas, porque no podemos pretender que fiscalicen las empresas que están dirigiendo, esto ayudará en algo a desterrar la corrupción que existe.