Historia y arte, en una imponente edificación
Por: Mercedes Núñez Pazmiño
Historiadores guayaquileños destacan de este lugar la esencia de la aristocracia de nuestra vida republicana, y es que el Palacio Municipal de Guayaquil tiene una arquitectura independiente más que tradicional. Es imprescindible visitarlo no sólo por el gran contenido histórico que refleja, sino por su impresionante arquitectura de estilo renacentista con esculturas de cóndores que parecieran estar vigilándolo desde lo alto.
Con tintes griegos de orden dórico, e incluso cierta influencia de estilo gótico, maravilla a cualquiera. El también llamado Cabildo de Guayaquil se encuentra ubicado en el sector de Rocafuerte, en el centro urbano de la ciudad, y ocupa la manzana comprendida entre las calles Malecón Simón Bolívar, Pichincha, Clemente Ballén y Diez de Agosto.
Un poco de historia
El actual Palacio Municipal está edificado sobre el terreno de lo que fue la antigua Casa Consistorial que funcionaba como Cabildo Colonial desde 1817. En esta superficie de 3,596m2 se vivieron momentos históricos trascendentales para la ciudad. En 1908, el Palacio tuvo que ser incinerado cuando la peste bubónica llegó a la ciudad, pero fue allí donde se firmó el Acta de Independencia de Guayaquil el 9 de Octubre de 1820.
En 1924 se iniciaron los trabajos para la construcción del actual Palacio Municipal. Su diseñador fue el arquitecto e ingeniero Francisco Maccaferri y su constructor Juan Lignarolo, y las esculturas son de autoría de Emilio Soro Lenti. La inauguración se llevó a cabo en 1929, al cumplirse el centenario de la Batalla de Tarqui y la Firma del Tratado de Guayaquil.
Arquitectura privilegiada
En los exteriores destacan lemas en latín, hermosos estucos, bajorrelieves e imponentes columnas elaboradas en hierro y cemento. Las mismas, han podido soportar no sólo la gran cantidad de gente que ha entrado al edificio, sino también varios movimientos sísmicos como el del 13 de mayo del año 1942. A ello se suman las cuatro cúpulas de estilo renacentista ubicadas en las esquinas del edificio, los jarrones, y las figuras alegóricas del triángulo superior de la fachada norte y sur.
En el sector Este del triángulo se aprecia la escultura de una mujer que sostiene sobre sus piernas un libro y está rodeada de manuscritos; es el símbolo del conocimiento. Junto a ella se encuentra otra figura que mira hacia el Occidente y tiene la rueda de la industria que evoca el entendimiento de la vida y el compás alusivo a la arquitectura. También presente el escudo de Santiago Mayor, considerado patrono de la ciudad. Encontramos una talla en madera de dicho escudo colocada allí desde 1999 y que originalmente se encontraba en la iglesia Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol, de cuya fachada fue retirada en 1943 para ser donada al Municipio.
Actualmente, en esta hermosa creación funcionan dependencias de la administración municipal tales como comisarías, ventanillas para el cobro de tasas municipales, oficinas de departamentos municipales y el famoso Salón de la Ciudad de estilo renacentista. Las oficinas atienden de 9:00 a 18:00, pero es posible realizar el recorrido por el Palacio y sus alrededores hasta horas de la noche.
Pasaje Arosemena
El Pasaje Eduardo Arosemena Merino, nombrado así en honor al banquero y primer Presidente de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, atraviesa el edificio del Cabildo comunicándolo con la avenida Pichincha.
En sus ingresos, por ambas calles, tiene grandes columnas que integran frontones en forma de arcos de triunfo que deslumbran como triunfante entrada al Palacio. Al entrar al pasaje, el mismo se encuentra protegido con una cubierta de cristales importados de Milán y hierro forjado.
En su interior, los pilares de la edificación presentan cariátides (figuras femeninas que evocan la cultura griega), y se aprecian pequeños balcones con balaustradas y faroles se observan durante el recorrido.
Sector turístico con múltiples oportunidades
Muy cerca de esta imponente edificación existen otros lugares recomendados para conocer sobre la historia de la urbe. Tal es el caso de la Gobernación del Guayas, la Plaza de la Administración y el monumento a la Fragua de Vulcano. En los alrededores del Palacio, dentro de la Plaza de la Administración, encontrará pequeños quioscos municipales con venta de jugos naturales, tostadas, empanadas y demás snacks. Además, bancas y piletas permiten a sus visitantes sentarse a descansar o simplemente admirar la belleza del paisaje.
Conocer el Palacio Municipal de Guayaquil y los detalles que lo rodean debe ser una parada indispensable para aquel turista ávido de conocer la esencia de esta ciudad. Tal vez es por el recorrido rodeado de monumentos históricos y una arquitectura privilegiada, pero el paso por esta representativa obra arquitectónica evoca monumentalidad, esplendor y la esencia del puerto colonial, de allí la magia que emana.
