Por: Paola Vallejo
Septiembre – octubre, 2012

Plaza de San Blas

Ana María Armijos, Directora Ejecutiva del Instituto Metropolitano de Patrimonio Cultural de Quito

Ana María Armijos es la flamante nueva Directora Ejecutiva del Instituto Metropolitano de Patrimonio Cultural de Quito. Ella compartió con CLAVE! los nuevos planes de desarrollo para el Centro Histórico de la capital, cuyo lanzamiento será a mediados de septiembre del 2012.

Creado a fines del 2010, el Instituto Metropolitano de Patrimonio Cultural de Quito (IMPQ) es una unidad especial, con las competencias y responsabilidades ligadas al patrimonio de la ciudad, dando énfasis al Centro Histórico. El IMPQ ejecuta los planes, programas y proyectos que venía gestionando anteriormente por el Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural (FONSAL).

Empezamos la conversación repasando el camino recorrido y revisando las distintas perspectivas sobre el patrimonio que han guiado el desarrollo del Centro Histórico de Quito en los últimos años. Han sido distintos lentes los que motivaron los planes que se han implementado en el casco histórico capitalino, a lo largo de las distintas administraciones municipales. Un punto de partida fue la urgencia por conservar el patrimonio, que se dio como reacción al terremoto de 1987. Desde entonces se priorizó el rescate de una serie de edificaciones emblemáticas en riesgo.

Boulevar de la Calle 24 de Mayo

Antiguo Hospicio San Lázaro

Luego vino una época enfocada en el equipamiento cultural. “Fue cuando se establecieron nuevos museos y centros culturales”, señala. “Estos espacios surgieron para cumplir nuevas funciones, más allá de la exhibición de arte colonial que tradicionalmente había primado en el Centro Histórico”.

En el camino, el manejo de las instalaciones culturales del Municipio de Quito ha migrado desde un esquema tradicional de exhibición de arte a otros modelos de gestión cultural con participación comunitaria. Ana María estuvo vinculada previamente en esta labor, a través del Museo de la Ciudad, antes de desempeñarse en el cargo actual.

Hubo otra etapa en la que los esfuerzos se volcaron hacia la vivienda, ofreciendo una serie de proyectos multifamiliares que fomentaron usos residenciales, para atraer al centro a nuevos grupos de población. No obstante, Ana María señala que es preocupante el descrecimiento poblacional progresivo de esta zona de la ciudad, en especial en su núcleo central. En los años noventa se contaban casi 60.000 habitantes, actualmente la población en el Centro de Quito llega a los 40.000 habitantes, y las proyecciones para el 2022 proyectan 26.000 habitantes.

A la fecha, el 60% de las edificaciones patrimoniales de propiedad privada presentan procesos de deterioro,

ésta situación ha sido considerada en el diseño de las estrategias actuales para evitar un centro desolado.
Ana María confirma que actualmente el enfoque para el Centro Histórico es urbano y humano. El patrimonio no se define únicamente en la arquitectura colonial y republicana, sino que abarca un conjunto amplio de aspectos intangibles.

“El nuevo plan de revitalización del Centro combina una serie de usos del territorio con el fin de brindar una mejor calidad de vida para las personas”, señala. “Es necesario que hayan avances en los espacios públicos, la movilidad, y otros aspectos vitales, para asegurar el éxito de los proyectos de vivienda, por lo que el plan no sólo comprende el desarrollo de soluciones habitacionales sino que contempla el conjunto de aspectos complementarios que se necesitan para asegurar bienestar a los habitantes”.

El plan incluye proyectos a largo plazo así como una serie de proyectos emergentes. En ambos casos se espera financiar conjuntamente con aportes del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ), el Gobierno Nacional y contrapartes privadas. Para los proyectos emergentes se estima una inversión aproximada de $83 millones.

De este presupuesto total, $36.230.550,00 le corresponderían en aporte al MDMQ, $37.050.000,00 al Gobierno Nacional, y $10.000.000,00 serán producto de inversión del sector privado.
Ana María plantea un recorrido a través de dos ejes geográficos, el eje de la Av. 24 de Mayo y el eje de las Plazas. En ambos casos nos presenta los proyectos e ideas más importantes para la actual administración.

EL EJE DE LA 24 DE MAYO
Este eje se despliega de oriente a occidente a través de la Av. 24 de Mayo, cruzando desde Cumandá hasta San Roque. El espacio desalojado de la antigua terminal de buses Cumandá inspiró infinidad de ideas. Finalmente, la apuesta va hacia la creación de un complejo recreativo y cultural. Este híbrido combina una serie de usos demandados por la comunidad, no sólo de los habitantes de los barrios aledaños al centro sino también del sur de Quito, donde aún hace falta áreas verdes, espacios deportivos y lugares de encuentro para la familia y los distintos grupos de edad.

En el complejo Cumandá se mantendrá la estructura del antiguo edificio, aprovechando sus espacios para gimnasios, salas de encuentro comunitario, y otras actividades lúdicas. La terraza será un área con generosos espacios verdes, así como las áreas externas, con canchas y una piscina. El circuito peatonal conectará mediante puentes la Av.24 de Mayo con los barrios de La Loma, San Sebastián y San Roque. Este trabajo ya inició con sus obras de equipamiento y se espera completarlo para diciembre del 2013.

Otro punto de revitalización en este eje es el antiguo Hospicio San Lázaro, en la calle Ambato. Al momento se establece una alianza con la Universidad de la Américas (UDLA), quien actuará como contraparte privada, con una inversión que impulsará la reapropiación de este espacio, generando un giro en su vocación a través de los grupos académicos. Junto al Hospicio está ubicada la antigua Cárcel Municipal Número Dos, actualmente desocupada; Ana María afirma que para este espacio sería apto pensar también en usos educativos similares, con alguna institución pública de capacitación.
Al momento existen tres proyectos habitacionales en ejecución en San Diego y San Sebastián que proveerán anualmente entre 200 y 250 soluciones ocupacionales, hasta llegar a un total del orden de 700 unidades. Por ejemplo, en el antiguo Hotel Colonial se proyecta un condominio de 27 departamentos con áreas entre 65 y 180m2. Estos proyectos buscan ofrecer mejores opciones de vivienda para los habitantes del centro, así como atraer nuevos pobladores de clase media de otras zonas de la ciudad. Estas iniciativas se desarrollan con el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) y el Ministerio Coordinador de Patrimonio.

Elemento vital para el plan de vivienda es el financiamiento. Ana María anticipa que se implementarán dos herramientas financieras: por un lado, una línea de crédito para la compra de inmuebles, que se espera atraerá a nuevos propietarios al Centro Histórico; por otro, un bono para el mejoramiento de las viviendas para incentivar a los actuales propietarios.

El mejoramiento de la zona de San Roque y alrededores, según dice Ana María, aún está en análisis. Informa que para este mercado sería importante un giro desde su esquema mayorista hacia una facilidad bajo un formato más pequeño y familiar. Igualmente, para el Ex Penal García Moreno, pese a que existen algunas ideas, de momento no hay propuestas concretas.

En cuanto a infraestructura turística y de servicios están previstas algunas edificaciones con distinta vocación. El antiguo Hogar Javier será un espacio para un hotel boutique, así como el edificio Pérez Pallares y otras edificaciones que pertenecieron al IESS y que han sido adquiridas por el Municipio de Quito. “En el lanzamiento del plan, a mediados de septiembre, se presentarán las opciones donde se busca la inversión con contraparte privada en turismo, recreación, servicios y emprendimientos culturales comunitarios”, anunció Ana María.

EJE DE LAS PLAZAS
Pasamos revista al casco colonial, de norte a sur, por las calles Guayaquil y García Moreno. Aquí está prevista la recuperación urbana del sector de San Blas, que incluye una reforma vial para convertir al acceso norte del Centro Histórico en un espacio peatonal ordenado. También contempla la apertura de los jardines del Banco Central como un espacio verde de uso público.

Ana María indica que las redes de servicios básicos requieren de intervenciones e incorporación de nueva tecnología, para evitar su obsolescencia. Entre los proyectos previstos está el fortalecimiento de la iluminación y repavimentación de los ejes Guayaquil, Flores, Montúfar y Mejía; los accesos al centro y plazas; y el mejoramiento del alcantarillado de la calle Guayaquil.

Otro aspecto en el eje de las Plazas será potenciar el circuito cultural y los espacios públicos existentes, pues son algunos los centros culturales y museos que conjuntamente reciben aproximadamente 700 mil visitantes anuales. Con la intención de continuar atrayendo al público, se busca integrar el trabajo comunitario, fortalecer las bibliotecas y los centros de desarrollo comunitario como la Guambroteca de San Marcos.

La movilidad será una prioridad. El plan contempla algunas acciones como la organización de La Marín, la peatonización de algunos trayectos, nuevos estacionamientos periféricos y otras medidas para descongestionar el tráfico vehicular.

Ante la ausencia de espacios verdes se habla de incorporar nuevas áreas a través de derrocamientos de edificaciones cuyo valor patrimonial no es significativo. Ana María explica que se ha evaluado minuciosamente y se ha identificado algunos edificios donde el terreno libre podría aportar con gran riqueza al espacio público, uno de ellos es el antiguo Registro Civil que actualmente está desocupado.

La manzana donde se ubica el colegio Simón Bolívar es otro punto seleccionado para crear nuevas áreas verdes con acceso desde la calle Cuenca. Si bien se utilizarán espacios para jardines, otras partes de la edificación se destinarán a diferentes usos.

El antiguo edificio del Banco Filantrópica, diseño del arquitecto Diego Ponce, conocido como “La Licuadora”, no es parte de la lista de derrocamientos. Por el contrario, está previsto que albergue a una entidad pública, pues la mirada actual del Centro Histórico propone instalar ahí al grupo de instituciones del gobierno relacionadas con el patrimonio. Para el efecto también se está considerando ocupar las instalaciones del antiguo colegio Simón Bolívar.