Valeska Saab
SAMBORONDÓN
Agosto-Septiembre, 2015
En el recuerdo de todos está la imagen de Valeska Saab como Miss Ecuador Mundo. Parecería que fue ayer, porque los años que han pasado han servido para darle mayor porte de reina. Su belleza permanece intacta, pero su hoja de vida ha crecido con importantes emprendimientos y gran dedicación a labores de distinta índole.
Valeska no para. Es una mujer tan multifacética como las hay. Hoy realiza labor social con las personas que sufren de ictiosis, se mantiene involucrada con la Fundación Nuestra Belleza, y es socia en un delicatesen en Samborondón que comercializa productos gourmet y distribuye diferentes tipos de carne y mariscos a grandes cadenas hoteleras. En su hoja de vida resalta su cargo como Parlamentaria Andina en el período 2009-2013, años en los cuales actuó como Presidenta de la Comisión Social.
De personalidad encantadora, es extrovertida, expresiva, entusiasta e hiperactiva, al punto de que normalmente hace más de una cosa a la vez. La decoración de su casa es un espejo de su forma de ser. Sin duda, pocas personas se habrían atrevido a poner un sofá morado en plena sala para convertirlo en el centro de atención y confiesa que en temas de decoración ha tomado decisiones atrevidas de las que no se arrepiente.
Ella y su marido siempre tuvieron clara la ubicación del lugar donde querían vivir, y siempre supieron que sería en un departamento con vista al río. “Me había enamorado de un departamento en el piso seis del mismo edificio en el que actualmente vivo, y me fui de luna de miel pensando que ahí viviríamos”. Sin embargo, en una decisión de último momento, el dueño del departamento se arrepintió de venderlo, y Valeska se encontró sin un lugar donde vivir después de su viaje de bodas.
En esos días, los compradores del piso nueve de la misma torre, del mismo condominio, tuvieron problemas financieros y no pudieron finalizar la compra del inmueble. Fue entonces cuando las dos consuegras visitaron el departamento, localizaron a sus hijos para que aprobaran la compra a la distancia, y se encargaron de hacer las gestiones para adquirir el departamento en el que Valeska haría su hogar.
Con ayuda de su madre que es decoradora, poco a poco armó su departamento en un estilo ecléctico muy propio donde combina elementos de mucho detalle, como la calidez de las patas de madera con superficie tallada, con un moderno vidrio que completa la mesa del comedor. Valeska es amante de las antigüedades y ha logrado combinar ese gusto con el estilo más bien moderno de su marido. “Siempre quise un chandelier en mi casa, y sabía que mi comedor no estaría completo sin uno”, recuerda. “He encontrado piezas importantes para ciertos espacios, que lucen maravillosamente bien sin recargarlos”.
Sin duda el sofá morado es protagonista en el espacio de un solo ambiente creado en la sala. “Me encanta el morado y mi casa es pequeña, por ello busqué un mueble importante, que diera vida a este espacio. Es verdad que sorprende a mis invitados, pero tengo amigas que han ido copiando el color para ciertos toques en sus casas porque les encanta”, explica. “Si bien es un color arriesgado que no en todas partes luciría bien, encontramos el tono adecuado que armoniza perfectamente con todos los elementos del espacio”.
“Es un departamento súper lindo, tengo una vista maravillosa de Guayaquil que es lo más valioso del lugar”, asegura. “Cuando no tenía adornos decía que el cuadro más importante de la casa es el ventanal que tiene la vista de la ciudad, desde el cual hasta el día de hoy seguimos disfrutando de hermosos atardeceres”.
De su primera experiencia en decoración ha aprendido mucho, y asegura que es importante vivir la casa antes de empezar con cambios y aspectos de decoración. “Mi consejo es esperar un poco para comprar cosas, buscarlas con calma. Me apresuré en comprar el piso, pues el que quería se demoraba dos meses en llegar y no quise esperar más… hasta ahora me queda la duda de cómo se vería mi casa con el piso que escogí en un principio. Por ello primero hay que vivir con lo básico y de ahí es mucho más fácil decorar la casa”.
Vive y trabaja en Samborondón. Actualmente es socia de su prima política, Adriana Cevallos, con quien tomó a cargo Ecuagourmet, el delicatessen del abuelo de sus respectivos cónyuges, que se había establecido originalmente para comercializar patos y corderos criados en la Hacienda Chivería. “Hace año y medio tomamos el local a cargo y le dimos un giro, cambiamos la imagen y remodelamos el lugar”.
Con el nuevo look también cambió el nombre y hoy se llama Ecuagourmet Tienda Deli. Además, ampliaron la cartera de productos Premium a otros tipos de carnes de excelente calidad, y añadieron un área de delicatessen con quesos, jamones y conservas. “Esperamos convertirlo en el primer lugar de productos deli producidos responsablemente en el país”, asegura. Valeska se encarga de los aspectos financieros del negocio, mientras que Adriana es especialista en temas gourmet y el desarrollo de nuevos proyectos, como las clases de cocina que esperan impartir dos veces por semana.
Su departamento está ubicado al ingreso a Samborondón, al pie del Río Guayas, y a pesar de vivir ahí, Valeska se declara guayaquileña de corazón. De hecho, sigue empadronada en la ciudad y es ahí donde sufraga. “Viví en el Sur cuando era chiquita y luego me cambié acá. Los colegios, los restaurantes, todas las actividades y la vida social están en Samborondón. Mi marido y yo siempre pensamos vivir aquí, porque aquí también viven nuestros padres”, explica. “Pero yo soy guayaquileña, voy a Guayaquil todos los días, es una ciudad que tiene un desarrollo que se ve, se siente y se respira”.
Al hablar de Guayaquil se enorgullece porque considera que es una ciudad que ha ido de menos a más. “Es un trabajo de años, de continuidad, y creo que la Alcaldía se merece un reconocimiento especial y una felicitación porque ha hecho un trabajo digno de admiración”, asegura. “Todos nos sentimos orgullosos de Guayaquil. Samborondón es lindo, pero Guayaquil es maravilloso”.
Resalta cuánto ha mejorado la ciudad en ornato, con hermosos monumentos, cuidado de fachadas, y el desarrollo de lugares como el Malecón 2000, el Malecón del Salado o Cerro Santa Ana; y en urbanismo y vialidad se nota el trabajo con pasos elevados, pasos a desnivel y grandes avenidas, que se han construido gracias al aporte de la empresa privada, la iniciativa de otros guayaquileños, y sin duda al esfuerzo de la Alcaldía.
Al indagar si alguna vez pensó en arrendar en lugar de comprar su primer hogar, Valeska comenta que “si hay algo que siempre aprendí, y que lo tengo en mis genes de libanesa, es que si alquilo no estoy haciendo una inversión a largo plazo sino un gasto, y por ello preferimos hacer un primer esfuerzo grande y cubrir el valor de la entrada, para luego ir pagando el préstamo”.
Y seguramente también por sus genes libaneses es que ha decidido que invertir en inmuebles puede ser rentable. De hecho, es propietaria de un departamento que lo tiene alquilado, y la idea a futuro si la suerte le sonríe, sería arrendar o vender este en el que viven, para comprar otro de mayor tamaño ahora que la familia ha crecido.