El arte de diseñar espacios
Por Lorena Ballesteros
Vestimenta: Carolina Herrera
Las primas María Emilia Uribe y Martina Brauer no pudieron escapar del valioso legado construido por Cayetano y Mónica Uribe. Ambas crecieron bajo el amparo de esta gran empresa de arquitectura y diseño llamada Uribes Design, que tiene 27 años de extraordinaria trayectoria.
María Emilia, hija de Cayetano; y Martina, hija de Mónica, se profesionalizaron en ramas distantes a la arquitectura. Marie, de 28 años, estudió Relaciones Internacionales y Comercio Exterior en University of Virginia; mientras que Marti, de 26, optó por el campo de la Economía y Comunicación Corporativa en Villanova University. Sin embargo, su vínculo con el diseño, lo funcional y lo estético, siempre se mantuvo vivo.
En los veranos Marie hizo pasantías en el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero la que determinó su carrera fue la que realizó con su papá y su tía: un proyecto de renovación de una casa en Cuenca. Ese fue el primer paso para definir su rumbo. A Marti le sucedió algo similar. Había trabajado en Banco Internacional y en una empresa de relaciones públicas en Nueva York a manera de pasante. Cuando al terminar su carrera regresó a Ecuador sabía que debía conseguir trabajo, pero también planificar su boda que estaba muy próxima. En ese intervalo su mamá le pidió ayuda con un proyecto, y esa ayuda terminó en una sociedad con su prima que ha dado valiosos resultados.
Comenzaron en Uribes Design y hace dos años y medio abrieron una nueva línea de negocio: la del retail. Así nació Uribes Home, que además cuenta con la asesoría y trabajo de otros nombres importantes en la arquitectura ecuatoriana, como Sebastián Brauer y Adriana Terán.
Uribes Home pretende que el diseño sea más accesible en Ecuador. Es una tarea que la llevan a cabo con prolijidad, respeto por la mano de obra artesanal, y con inspiración global. Entrar en Uribes Home es un deleite similar al que brinda un museo contemporáneo o una galería de arte. Hay que recorrerlo pausadamente y explorar la oferta con los cincos sentidos alertas.
¿A qué se refiere el diseño accesible?
Fundamentalmente se trata de ofrecer maravillosos elementos que no sean excesivamente costosos. Estamos conscientes de que invertir en diseño es un lujo y no una necesidad, pero actualmente lo estético y funcional tienen un valor agregado. Si hay concepto en el diseño se desarrolla un sentimiento de apropiación de los espacios, que brota como una insignia que identifica a las personas con su estilo de vida.
¿Qué tendencias están marcando este 2019?
Es una especie de “back to the seventies” que se expresa en formas circulares como pufs tipo cilindros, uso de terciopelo, tonos dorados, azules y verdes fuertes, lámparas con figuras geométricas. La gran ventaja del terciopelo es que es súper adaptable, con él puedes crear espacios muy clásicos o modernos porque el material no responde solo a un estilo determinado.
¿Ustedes manejan un estilo determinado?
No, nuestros muebles fijos y grandes son atemporales. En unos años cambias cojines, alfombras, agregas piezas o texturas, y el espacio sigue vigente. Pero más allá de eso, nuestro negocio no es únicamente clásico, o moderno, o minimalista. La accesibilidad también va por ese camino: ser más universales en cuanto a gustos, y por ello hemos desarrollado tres grandes líneas que enmarcan conceptos distintos. Las denominamos Pure, Contemporary y Global. Dentro de cada concepto mezclamos materiales, formas, líneas… y aunque cada uno tiene su estilo, se complementan.
Descríbanme cada concepto…
Pure se refiere al estado natural de las cosas. Maderas sin tratar, metales naturales, linos crudos, algodones, colores más tenues como una paleta en tonos pastel, beige, corales. Contemporary presenta líneas más rectas, aceros inoxidables, metales, y bastante color block como grises y tonos deep. Global va enfocado hacia texturas y diseños étnicos. Aquí la paleta de colores es más intensa y llamativa.
¿De dónde viene la inspiración de las colecciones para cada línea?
El diseño nace en la inspiración. Cada línea tiene su origen en distintos lugares, objetos o formas de vida que se relacionan a cada una. Por ejemplo, Pure podría ser producto de la inspiración de una playa en los Hamptons, mientras que Global hace que nuestra imaginación vuele hacia los prints africanos. Contemporary podría surgir de la sensación que provoca admirar una de las maravillosas obras arquitectónicas de Zaha Hadid. Ante estos efectos visuales y sensoriales se motiva la creatividad, nace la inspiración que toma forma en nuevas colecciones completas.
¿Esos conceptos se reflejan en todas sus piezas?
Sí, todo se alinea. En la tienda tenemos vajillas contemporáneas, otras con print y otras sumamente limpias. Lo mismo sucede con muebles, accesorios, alfombras, piezas de arte, etc. Los ambientes armónicamente se van revelando por su función y estética ante los ojos de nuestros clientes.
¿Cuáles son las ventajas que reciben sus clientes?
En primer lugar el respaldo de una empresa como Uribes Design que está posicionada por su trayectoria de 27 años. Esto incluso nos ha permitido dividir el negocio en dos ramas. La primera es Uribes Full, que es lo que han hecho Mónica y Cayetano todo este tiempo. Nos entregas un plano y te entregamos la llave de tu casa, lista para que te mudes llevando únicamente tu ropa. La garantía es que el producto final es el resultado de haber entendido al cliente de pies a cabeza en cuanto a sus gustos, necesidades y estilo de vida.
¿Y la otra rama?
Es Uribes Express. Este es un servicio de diseño por metro cuadrado. Por ejemplo, si quieres diseñar áreas sociales te hacemos una propuesta que tiene un valor por metro cuadrado, y si quieres que la ejecutemos también lo hacemos, o entregamos las referencias de lugares donde puedes comprar los muebles, alfombras, accesorios de acuerdo con ese diseño. En este servicio contamos con el liderazgo de la arquitecta María José Crespo.
¿Y el plan novios?
Se desprende de las ramas principales para ofrecer un servicio adicional. Una pareja que está cerca de casarse escoge las piezas que más le gustan, y así recibe de sus invitados los regalos precisos para amoblar o decorar su casa. Además, este plan cuenta con 25 marcas aliadas que nos aportan con distintos beneficios adicionales.
¿Hay apertura en el mercado hacia las propuestas de diseño?
Hay una generación que está abierta a conceptos que se inclinan por lo estético y funcional, que no es lo mismo que solo juntar muebles. Las plataformas virtuales y redes sociales también contribuyen. Pinterest nos vende ideas, y en Ecuador hay un deseo de plasmar esas aspiraciones. También hay interés por piezas más personalizadas, donde no hay producción en serie, con un valor intrínseco que es el artesanal. No tenemos bodegaje, tenemos lo que está exhibido además de lo que fabricamos bajo pedido.
¿Se trata de una nueva mirada hacia lo artesanal?
Definitivamente. Nuestros muebles, varias lámparas y accesorios los producimos localmente con artesanos. Hay un costo adicional por la mano de obra, pero eso aporta con un valor intangible a nuestra propuesta. También trabajamos con artesanos a nivel internacional, por ejemplo alfombras hechas a mano por artesanos de India, o diseños que enviamos a Guatemala para que los cojines sean hechos en telar. En Haití contactamos a un grupo de mujeres que, después del terremoto, arrancó con un emprendimiento para crear accesorios en papier mache.
¿Cómo manejan los costos para que el producto final no sea excesivamente caro?
Nuestro compromiso está en nunca comprometer la calidad para que una pieza sea accesible al mercado. Hacemos muchos prototipos, por ejemplo para un nuevo diseño que no debe costar más de $200 reducimos cantidad de tejido, aumentamos metal, quizá usamos vidrio, vemos gamas de telas, etc. Eso va definiendo todo lo que hacemos con el precio final adecuado.
¿Hay nuevos segmentos que se han abierto a conceptos de diseño?
Hay mucha apertura en hoteles que ahora están invirtiendo en sus áreas comunales. Ahora mismo estamos con un proyecto grande en el Hotel Oro Verde de Manta. Esto se ancla a lo que conversamos al inicio. Hay una mirada distinta hacia el diseño, que si bien no es una necesidad, es un medio para vender mejores experiencias. Esto también sucede en los lobbies de ingreso a los nuevos edificios.