Si Guadalupe Álvarez fuese directora de orquesta, su repertorio estaría compuesto por tonadas que incluirían desde melodías clásicas, hasta canciones muy rítmicas. Sin embargo, no es directora de orquesta; es arquitecta interior, una profesión que dirige una sinfonía distinta, una que está plasmada por colores, texturas, luminosidad, funcionalidad…
Guadalupe Álvarez
Guadalupe es la cabeza fundadora de LUAL Estudio Interior, una firma que comenzó a brindar sus servicios en Ecuador hace cinco años. Su diferenciador es la personalización del diseño y la versatilidad del estilo. LUAL no se encaja en una cromática específica o en una línea arquitectónica en particular. Es el cliente quien sugiere la partitura, pero es Guadalupe quien define la obra maestra.
La joven arquitecta afirma que su trabajo de interiorismo trasciende ciertas fronteras. Con su carisma y capacidad intuitiva da un paso más adelante, uno que la lleva a conocer a fondo, casi íntimamente a sus clientes. Para alcanzar esa cercanía parte con una sesión que se denomina “Meet the Client”. Este primer proceso es la base fundamental para el desarrollo de cualquier proyecto.
La reunión está determinada por un banco de preguntas que buscan indagar en todos los aspectos de la persona, familia o grupo de personas que van a habitar o hacer uso del espacio a intervenir. Guadalupe reconoce que en ocasiones el cliente no sabe qué quiere o qué necesita realmente. Para eso está ella, para procesar toda la información recogida y entender con precisión cuál es la necesidad y cómo resolverla.
Paralelamente realiza una presentación con referencias gráficas de diversos estilos de diseño arquitectónico. Su objetivo es interpretar cómo reacciona el cliente frente a cada uno. Los gestos, las miradas, los adjetivos son sus insights para comenzar a crear. O como bien dice, “para dar lugar a la magia”.
En LUAL rige el principio de que el arquitecto interiorista tiene la capacidad de adaptarse a cualquier situación. En ocasiones ha recibido proyectos que son como un lienzo en blanco. En otras, ha debido intervenir completamente para desarmar y volver a armar. El cielo es el límite, pero nunca desviándose del objetivo primordial que es intervenir para mejorar la calidad de vida de las personas. Entregarles un espacio funcional, versátil y estético.
Nada de esto sería posible sin el apoyo de su equipo de trabajo que está integrado por carpinteros, tapiceros, ingenieros civiles, electricistas y expertos en metalmecánica. El valor que se da a la mano de obra nacional es otro de los distintivos de LUAL.
El diseño de mobiliario está alineado con el diseño interior. La mayoría de los muebles los produce en su taller. Se refleja una tendencia hacia la combinación de texturas, como mesas que conjugan madera, metal y porcelanato. Dependiendo del gusto del cliente, la propuesta se puede inclinar hacia tapicería muy sobria, en tonos neutros, o a una más atrevida, hacia una paleta de colores cálidos o con prints más llamativos. Incluso si se trata de diseños monocromáticos, la composición siempre estará orientada a jugar con diversas texturas. Si bien el estilo es versátil, entre los materiales imprescindibles está la madera natural, los enchapes naturales, lacados en seique, o laurel.
Otra de las ventajas competitivas de LUAL es la manera en que se cuida hasta el último detalle. La meticulosidad impregna cada uno de sus proyectos. Es la propia Guadalupe la que coloca cada pieza decorativa en una habitación, pues además ofrece el servicio de stylist y personal shopper. Es decir que el espacio se entrega hasta con las piezas decorativas e incluso con la lencería de cama. En LUAL, cualquier necesidad queda absolutamente solventada.