En Quito, con sabor a Francia
Por: María Gracia Banderas
Directo desde Normandía – Francia, la tierra de las manzanas y la campiña, las recetas de la gastronomía tradicional francesa se cocinan en la mente de un erudito, un sabio a la hora de hablar de sabores, texturas y delicadezas.
Desde hace un poco más de seis meses, Frédéric Hatanian es el chef principal y propietario del restaurante que ha enamorado a los quiteños por varias razones; su exquisita comida, como es de esperarse, y por la calidez con la que se atiende a los comensales. Como deben haber intuido ya, estoy hablando nada más y nada menos que de Le Petit Pigalle.
DATOS
Carrión y 9 de Octubre. Quito – Ecuador
(593) 2 – 252 0867
www.lepetitpigalle.com
lepetitpigalle@yahoo.com
Martes -Sábado:
12h30 – 15h30
Miércoles a Sábado:
19h00 – 21h30
En este lugar la sazón tradicional francesa se funde a la perfección con los ingredientes ecuatorianos, brindando platos que son motivo de algarabía para quienes degustan estas creaciones. “Me interesó venir a Quito porque es un reto. La cocina en Ecuador no es igual que en Francia, no contamos con los mismos productos, entonces hay que adaptar ciertas cosas. Los gustos de la gente también son distintos; por ejemplo acá gusta mucho el ‘Mar y tierra’, plato que no es común entre los franceses, así que hacemos un mix…” Una mezcla que en definitiva ha logrado seducir a exigentes paladares. Partícipe de este proceso es el chef Patricio Quishpe, quien es un asiduo conocedor de la gastronomía e ingredientes ecuatorianos, y que como resultado es un excelente aporte en el proceso creativo de sabores.
Sin embargo, hay ciertos productos que no pueden ser remplazados debido a su característico sabor, y es por eso que ingredientes como la mostaza francesa son importados para lograr platos estrella como el ‘Conejoa la mostaza de Dijon’. Entre las recomendaciones del chef además, destacan el ‘Carré de cordero con salsa de vino Malbec’ o el ‘Confit de pato’ cuya cocción es de aproximadamente diez horas. La sopa de cebolla y el postre cuyo nombre es ‘Sopa de chocolate blanco y maracuyá’ son también algunas de las opciones preferidas.
Además de una selecta carta de vinos, Le Petit Pigalle ofrece variedad de cocteles. Los preferidos son los mojitos. Frédéric recomienda también probar las ancas de rana, típico plato francés
Pero qué sería de la comida sin el ingrediente que reúne a amigos en dulces conversaciones y que puede hacer de la sobremesa una experiencia tan o más agradable; el vino. Le Petit Pigalle ofrece una amplia gama en su carta de vinos; cosechas francesas, argentinas, chilenas…
Si usted es nuevo con este tipo de comida, Frédéric recomienda iniciar con el ‘Menú degustación’, en el que se puede apreciar distintos tipos de sabores, algunos más fuertes que otros, y recomienda acompañarlo con un Mouton Cadet.
Le Petit Pigalle se ubica además en un sitio estratégico, la Plaza Borja Yerovi, en las calles Carrión y 9 de Octubre. Sorprende la fachada del restaurante, y la de las casas adyacentes, pues son verdaderos lienzos de arte. La Plaza brinda el espacio perfecto para disfrutar del clima de verano mientras se da un paseo una vez concluida la cena o almuerzo.
En definitiva, Le Petit Pigalle es un restaurante que se va consagrando como una tradición que brinda a sus visitantes “un lugar para amigos o familia, en el que la gente viene a relajarse, disfrutar de un buen vino” y de una gastronomía remarcable.