Quito
Miles de representantes de la industria de la construcción y promoción inmobiliaria se juntaron en una marcha por las calles de Quito en apoyo a la convocatoria a una consulta popular en la que se incluiría la propuesta para derogar la Ley de Plusvalía
Hombres y mujeres, maestros mayores, electricistas, plomeros, vidrieros, artesanos, transportistas, ingenieros, arquitectos, constructores y más; de todos los segmentos socio económicos y niveles académicos, se unieron como nunca frente a un común denominador: la crisis en la que se encuentran por la falta de empleo.
La paralización de actividades que enfrentan desde que esta nefasta ley entró en vigencia está generalizada en todos los ámbitos relacionados con la actividad de la construcción, que representa el 10 % en la economía del país. Es, además, la generadora de más de medio millón de empleos directos y un número similar de indirectos, lo cual se traduce en un gravísimo impacto en la economía de los ecuatorianos.
Se han perdido más de 83.000 empleos en este sector, se ha visto reducida la recaudación de impuestos, y el déficit de vivienda continúa creciendo en lugar de ser atendido. Pero más allá de eso, esta ley atenta contra el anhelo más importante en la vida del ser humano: tener vivienda propia para la familia, tener una mejor calidad de vida e invertir en el esfuerzo del trabajo honesto para lograr un ingreso alternativo en la vejez.
Y así, todos juntos, unidos por la frustración y la inconformidad ante una nefasta ley, marcharon hasta el Palacio de Carondelet. Desde el balcón, el Presidente Lenin Moreno los recibió, y no solamente saludó con cortesía, sino que escuchó la manifestación popular en un noble gesto, que podría entenderse como evidente apoyo a la solicitud.