Por Lorena Ballesteros
María José y Cristina Coo combinan experiencia, versatilidad y buen gusto. Llevan algún tiempo trabajando en desarrollo arquitectónico y decoración, logrando juntas consolidar un importante portafolio que despliega proyectos en Quito, Guayaquil y Lima, entre otras ciudades.
Su trabajo lleva la firma y respaldo de Prinansa, la constructora familiar. Sin embargo, María José y Cristina tienen su propia marca especializada en arquitectura, diseño y decoración de interiores. Se caracterizan por ser versátiles, detallistas y muy vanguardistas.
Están conscientes de que la decoración hoy en día es más especializada, y que tanto familias como comercios prestan mayor atención a la funcionalidad y esencia del lugar en el que viven o trabajan. Como dice Cristina “zapatero a tus zapatos”, ahora el mercado busca profesionales que sepan de decoración, y qué mejor si además de buen gusto y sentido estético conocen de arquitectura, construcción y distribución de espacios.
Sus estudios avalan su experiencia. María José es arquitecta graduada en la Universidad San Francisco y se encuentra próxima a comenzar su maestría en Inmobiliaria y Empresas Constructoras. Por su parte, Cristina estudió Comunicación y Diseño Gráfico en la Universidad San Francisco, y luego hizo cursos de Arte en Parsons, Estados Unidos. Una vez involucrada con el trabajo de la constructora se dio cuenta que lo suyo era el diseño de interiores y estudió también esa carrera.
¿Cómo definirían su estilo?
Somos bastante versátiles. Hemos realizado proyectos muy clásicos así como muy modernos. Lo que nos caracteriza es que comprendemos las necesidades del cliente; ya sea su estilo de vida en el caso de residencias, o el giro del negocio en el tema comercial. El resultado final siempre lleva nuestro toque.
¿Cuál es ese toque?
Decoración personalizada. Materiales naturales. Sencillez. Mucha personalidad en el estilo en el que trabajemos. Por ejemplo, remodelamos el restaurante del Club Sociedad Unión Quito, Le Bistrot, con la asesoría de un arquitecto especialista en clubes. Y si bien el lugar es muy clásico y dirigido a un grupo sumamente específico y exclusivo, modernizamos el ambiente sin descuidar su esencia.
¿Su versatilidad también se traduce en materiales?
Completamente. Podemos trabajar con acero inoxidable y vidrio, como hacer algo mucho más artesanal y rústico con adobe o madera. De hecho nos caracteriza mucho el uso de madera, porque consideramos que es importante la conjugación con lo natural.
¿Colores fuertes o neutros?
Definitivamente colores neutros. No trabajamos con acabados de colores porque lo importante es que el espacio perdure en el tiempo y no caduque porque pasó de moda. Cocinas limpias, paredes blancas, pisos en tonos neutros… porque nuestro estilo es poner color al momento de decorar. Por ejemplo jugar con papel tapiz, cojines de colores, alfombras, lámparas o piezas de decoración que sean las protagonistas. Con el tiempo es más fácil acomodar o reemplazar piezas para dar otro estilo o renovar espacios, que cambiar muebles de baño, cocina, puertas, etc.
¿Cuéntennos sobre sus proyectos más recientes?
Hemos diseñado, construido y decorado algunas residencias. En proyectos comerciales se destacan el restaurante del Club Sociedad Unión Quito (Le Bistrot), el restaurante Osaka, los locales de La Guarda Vinos y Licores, la ampliación del Swissotel de Lima, La Locanda de Swissotel Quito, entre otros.
Osaka es un referente gastronómico en Quito y su diseño impone, ¿fue un proyecto complicado?
Si bien es una franquicia que implica que debes seguir muchos lineamientos, igual aplicamos nuestra versatilidad. Sin alejarnos de los requerimientos, buscamos involucrar materiales ecuatorianos. Se pueden apreciar paredes de adobe y piezas fabricadas a mano. Todo conjuga perfecto con el ambiente asiático que caracteriza al restaurante, por eso nos enfocamos también en que el uso de la madera sobresalga y se conjugue en armonía con elementos naturales como las plantas. Completamos el ambiente con la iluminación adecuada y el resultado fue espectacular. Este trabajo se realizó en colaboración con el arquitecto de la franquicia Ariel Chemi.
¿Cómo llegaron al mercado peruano?
Habíamos trabajado en Quito con Swissotel, y eso llevó a la marca a confiar en nosotros y en nuestra línea de diseño para la ampliación. Han sido casi cuatro años de viajar constantemente a Lima, pero con el orgullo de abrir mercado allá y dar a conocer el potencial del trabajo que hacemos en Ecuador.
¿En qué consistió la ampliación de Swissotel Lima?
Se duplicó el tamaño del hotel. El trabajo involucró habitaciones, spa, gimnasio, piscina y salones. Además fue una oportunidad para apoyar a proveedores ecuatorianos que están entrando en el mercado peruano como Colineal y Briggs.
¿Cómo ha contribuido su experiencia a la constructora?
Desde que contamos con un departamento de diseño y decoración hemos podido ampliar también el trabajo de la constructora. Antes construíamos y entregábamos el edificio o proyecto. Ahora ponemos mayor énfasis en el departamento modelo, en el lobbie o áreas comunales, e incluso tenemos experiencia en diseño de jardines.
¿Sus servicios profesionales se adaptan a distintos presupuestos?
Sí, eso es precisamente lo que ofrecemos. A veces, al relacionarnos con la empresa constructora familiar piensan que somos muy caras, sobre todo para proyectos pequeños. Si bien es cierto que contamos con un respaldo muy importante en cuanto a trayectoria y equipo de trabajo, lo que ofrecemos en cuanto a diseño y decoración de interiores es muy adaptable al presupuesto del cliente. En eso también se refleja nuestra versatilidad.
¿Qué tipo de detalles de decoración les diferencian?
Tenemos artesanos muy hábiles que trabajan con nosotras. Hacemos diseños de lámparas muy originales. Buscamos materiales únicos: troncos, ramas, elementos naturales, y los transformamos en piezas exclusivas. La diferencia es la creatividad.
¿Sus hogares son un reflejo de su trabajo?
Sí y lo interesante es que cada una de nosotras lo adaptó según el entorno y el estilo de vida, que es justamente lo que ofrecemos a nuestros clientes.
Cristina, háblanos de tu casa…
Es un departamento remodelado, adaptado 100% a las necesidades de mi familia. El centro de todo es la cocina que es la que integra la vida familiar. Desde allí se visualiza la sala de estar y los dormitorios. Claro que en mi departamento pude ser más arriesgada, que es algo que a mí me caracteriza, pero que quizá con un cliente no puedo serlo. Puse pisos de microcemento, detalles decorativos en baldosas pegadas a mano una por una…
¿Y en tu caso María José?
Mi casa está en Puembo y el eje central es la preciosa vista a Quito. Si bien es una casa arquitectónicamente moderna, los acabados son más clásicos y rústicos porque ese es mi estilo. No fue una casa costosa en cuanto a construcción ni acabados, pero sí le invertí en decoración porque ahí está la verdadera personalidad del espacio.
Ambas son muy apegadas al arte, ¿esto les da mayor sensibilidad para el diseño?
Sí y ese apego al arte, a lo hecho a mano, a lo único y original, nos ha llevado también a abrir una galería en el sector de la Floresta. Se llama Artik UIO y es una vitrina para exponer cuadros de varios artistas, joyas, las lámparas de Tom Dixon, de quien somos representantes, entre otras cosas.
¿Este proyecto es parte de su marca de decoración?
Es independiente, pero además de ser un complemento para nuestros clientes, es un espacio para promover el arte en la ciudad.