Conceptos clásicos traídos a tiempo presente
Por Caridad Vela
Dos cerebros sincronizados multiplican capacidades, maximizan su potencial creativo y resaltan sus innatas virtudes. Julio Vinueza y Juan Pablo Cárdenas piensan distinto, son dísonos, y ahí radica su magia. Antagonizan para complementarse, lo que uno tiene de sobra suple la carencia del otro para lograr la perfecta congruencia entre elementos.
“Creo que por mi edad soy predominantemente analítico” comenta Julio. “Juan Pablo es más joven, y por lo tanto más efusivo, más arriesgado a la hora de tomar decisiones”. Lo cierto es que juntos se han convertido en la fórmula ganadora para ambientar espacios en todas las tipologías: vivienda, oficinas, locales comerciales, hoteles, e incluso yates. Guayaquil, Quito, Cuenca y Galápagos son lugares que albergan sus creaciones, portafolio al que ahora se suma el trabajo que ejecutan en Miami, Florida.
Su última creación se refleja en estas páginas. Se trata de la residencia de Isabel Noboa de Avellán, quien gentilmente abrió las puertas de su hogar al lente de CLAVE. No cabe la menor duda de que el trabajo final superó las expectativas de la propietaria, así lo demuestra su expresión y la ilusión con la que admira cada espacio.
Dialogamos con Julio sobre los conceptos que guían el diseño de sus proyectos en esta fascinante conversación que rescata mucho de su esencia.
¿Son seguidores de tendencias o radicales en su estilo propio?
No somos radicales, no imponemos nuestro estilo, pero nos gusta dotar de un toque personal a todas las obras que trabajamos. Normalmente estamos al tanto de las tendencias en diseño de interiores, y tratamos de aplicarlas dependiendo de cada caso en particular, y precisamente por ello pienso que es muy importante que cada persona encuentre al decorador con cuyo estilo se identifica.
¿El estilo que aplican depende de la tipología de cada obra?
Cada proyecto es único y merece atención especial, es muy difícil definir o encasillarse en un solo estilo, pero por supuesto que es completamente diferente la propuesta para decorar una casa que un hotel, o un barco. Nuestro estilo está basado en principios clásicos de decoración traídos a tiempo presente. Nos encantan los proyectos muy modernos, en ellos aplicamos las tendencias actuales y toda la tecnología disponible.
¿Qué tipología representa el mayor reto?
Hoteles. Son proyectos más concretos, que tienen un principio y un fin a relativamente corto plazo. Por eso se vuelven un desafío interesante. Trabajar en barcos es otro gran desafío por la cantidad de limitaciones que implica. Demanda el uso de materiales especiales, diseño para espacios reducidos donde todo estará en constante movimiento.
¿Y en la que más cómodos se sienten?
Es muy agradable trabajar en casas privadas, aunque el reto no es menor. Obviamente aquí lo que más valoramos es conocer a los dueños, tratarlos, entenderlos, interiorizar en la dinámica de sus vidas para diseñar la casa de sus sueños, aplicando el estilo que como interioristas aportamos.
A la hora de materializar sus ideas creativas, ¿manda la funcionalidad o la estética?
Esta es la pregunta del millón, y es muy difícil responderla. Estéticamente debe prevalecer lo visual, y en muchos casos hay que convencer al cliente de mantener la estética ante todo. Pero en proyectos comerciales, como hoteles, restaurantes o locales comerciales, la funcionalidad es clave porque se debe considerar temas de circulación, uso de espacio y seguridad.
¿Cuál es el momento idóneo para involucrar al interiorista en una obra?
Cuando se trata de una obra nueva, el escenario ideal es que el interiorista esté involucrado con el arquitecto desde la elaboración de planos. Esto es muy beneficioso tanto para el constructor como para el decorador, porque más allá de ahorrar tiempo y gastos innecesarios, se puede ir definiendo los acabados desde el inicio para evitar cualquier dificultad constructiva a futuro.
¿De qué herramientas se sirven para entender las aspiraciones de los clientes y reflejarlos en sus propuestas?
Típicamente, apenas conocemos a un cliente nuevo, le ponemos como tarea que reúna una serie de referencias visuales, imágenes de revistas o páginas web, que representen diferentes espacios y ambientes de lo que para ellos sería la casa de sus sueños. A partir de eso, y luego de varias conversaciones, presentamos un archivo de imágenes que preparamos especialmente para ellos, de cómo nosotros vemos su casa, para orientar al cliente dentro del estilo que busca.
¿Cómo presentan sus propuestas?
Esto puede variar según el proyecto, pero siempre empezamos con planos arquitectónicos del espacio. En nuestro equipo de colaboradores contamos con excelentes arquitectos que ya casi nos leen el pensamiento. Juan Pablo maneja muy bien Autocad y eso facilita los procesos. Luego tenemos archivos de imágenes, tableros de ambientación (mood boards), renderings, y los complementamos con un portafolio de alternativas para muestras de materiales, acabados, etc.
En cuanto a accesorios, ¿en cuáles recomiendan ahorrar y en cuáles invertir más?
Cuando el presupuesto es limitado lo más importante es terminar la obra, es decir, pintura, muebles y demás. Los accesorios son clave para completar el look, pero pueden venir después. Si hay que ahorrar, se lo puede hacer en piezas que no cumplen más función que embellecer, es decir, en los adornos; pero es importante invertir en accesorios como lámparas, apliques de luz o alfombras.
Si se trata de redecorar, ¿cómo evaluar qué piezas se pueden mantener para el nuevo escenario?
Cuando redecoramos espacios en los que la intención es mantener el mismo concepto, se pueden mantener muchas piezas originales, siempre y cuando estén en buen estado y valgan la pena. Pero cuando el cliente espera un cambio extremo, típicamente es necesario reemplazar casi todo.
¿Colores, texturas?
Todos los colores son válidos, siempre y cuando estén bien utilizados. Tonalidades pasteles o fuertes son igualmente acertadas si van dentro del contexto conceptual planteado. Adoramos las mezclas de texturas, tanto en materiales como en iluminación, esto último es crucial para un proyecto porque se convierte en una “capa” más de texturas.
¿Cada cuánto tiempo es recomendable una redecoración?
Pienso que todos esperamos demasiado tiempo para cambiar la decoración de la casa, finalmente son nuestros espacios personales y, al igual que el ser humano, deben estar en constante renovación. Curiosamente estamos dispuestos a cambiar de carro cada dos años, igual sucede con la televisión, y qué decir de la ropa que queda obsoleta casi de inmediato, pero nos quedamos con la misma decoración veinte años.
¿Qué servicios post-entrega ofrecen?
Siempre estamos disponibles para nuestros clientes después de haber entregado la obra, incluso porque hay muebles que no se consideraron inicialmente y de repente se necesitan urgente. Los servicios post-entrega son más comunes en proyectos comerciales. Por ejemplo, un hotel necesita apoyo constantemente con re-tapizados, cambios de iluminación y mantenimiento en general de los muebles que se desgastan por su uso. En cualquier caso, siempre estamos ahí para hacer este seguimiento.
¿Cómo establecen sus honorarios?
Depende de cada proyecto y su envergadura. Hay que considerar detalles como el tamaño, tiempo que hay que dedicarle, si es un proyecto a corto o largo plazo, si es construcción nueva o remodelación, y muchos aspectos importantes.
Foto: Cortesía Hotel del Parque
¿Recomendaciones generales?
Cada proyecto es diferente del otro y lo tratamos de manera especial y personalizada, pero en cuanto a conceptos generales, pensamos que en una casa es muy importante marcar, y separar, las áreas privadas de las áreas sociales o públicas, pero manteniendo un solo concepto o estilo a través de toda la casa. La única excepción sería que el cliente quiera un lugar especial que sea diferente, como un bar, cuarto de bebés, un invernadero u otro ambiente para disfrutar de sus hobbies.
Foto: Cortesía Unipark
Foto: Cortesía Casa Gangotena
En su lista de pendientes, ¿hay alguna obra que desearían decorar?
Siempre habrá muchos proyectos por hacer, pero uno de esos deseos ya se cumplió: diseñar el Hotel Finch Bay en Galápagos. Desde hace mucho tiempo me parecía un lugar especial, y hace algo menos de cuatro años fuimos invitados por Metropolitan Touring para re-diseñarlo. Fue una satisfacción enorme y un gran desafío, siempre estaremos muy agradecidos por la oportunidad de hacerlo. Logramos un gran cambio y el Hotel quedo precioso.
Foto: Cortesía Finch Bay
¿Cuánto tiempo llevan en interiorismo?
Apenas graduado de la universidad mi primer negocio fue una galería de arte y de muebles diseñados por mí. Luego empecé a diseñar ropa, negocio que mantuve durante 30 años y hoy es historia, a pesar de que la transición no se dio de la noche a la mañana. Hace cuatro años empezó la sociedad con Juan Pablo, y hoy nos dedicamos exclusivamente a hacer diseño de interiores. La verdad, es un tema que nos apasiona.
¿Cómo se complementan en el trabajo?
Juan Pablo tiene una visión muy moderna de las cosas, está al día en tecnología, es exigente con la iluminación y estética de los espacios, y excelente consiguiendo los materiales perfectos para cada obra. Lo mío es trabajar en los planos, en la distribución de espacios y en los muebles mismos para cada proyecto. A la hora de tomar decisiones lo hacemos en conjunto, discutimos y argumentamos, pero siempre logramos las resoluciones más adecuadas para el cliente y que nos satisfagan a los dos.