Para definir la perspectiva a futuro debemos empezar analizando el pasado y estudiar las tendencias. Los gráficos de elaboración propia que se incluyen en este reportaje, son hechos en base a datos oficiales del Banco Central de Ecuador (BCE), y determinan que, tomando como base el dólar del año 2007 hay una reducción permanente de la actividad de la construcción que viene desde el año 2015. Incluso considerando el valor nominal del dólar, la reducción es relevante. Debo aclarar que las cifras del año 2021 son provisionales, y fueron anualizadas con resultados de los tres primeros trimestres.
Las perspectivas del Banco Central, en dólares fijos de 2007, definen un decrecimiento de -4% en la construcción en el año 2021, llegando a un valor de $5.039 millones. A la par, estiman un crecimiento para el 2022 del 2.9%, alcanzando un valor de $5.185 millones.
La participación de la construcción en el Producto Interno Bruto (PIB), tomando como base los dólares de 2007, es del 7.3% para 2021, y del 7.4 % para 2022. La participación de la construcción en dólares nominales, comparada con el total del PIB es del 10% en el 2021, y se proyecta que se mantendrá en el mismo 10% para el año 2022.
En conclusión, será un año más en el que evidenciemos un pobre desempeño del sector y un fracaso de la gestión del Gobierno Nacional, de la Asamblea Nacional y los GADS, quienes no han implementado mejoras hasta estos meses. Aspiramos a que todos los estamentos del Estado se preocupen más por este sector, que ha demostrado ser fundamental para recuperar el empleo adecuado y motivar la producción de varias otras actividades conexas.
Con la participación de Constructores Positivos se están haciendo esfuerzos con entidades como el BIESS, MIDUVI, Secretaría Técnica de Asociaciones Público Privadas, algunos GADS, Asobanca, Mutualistas, etc., logrando diversos resultados, para tratar de mejorar las pobres previsiones difundidas por el BCE.
Nuestra aspiración es lograr lo siguiente:
- Que los GADS y el Estado implementen normas inteligentes y oportunas para encaminarnos a la construcción de ciudades sostenibles con vivienda asequible para los ecuatorianos.
- Que se implemente el sistema de financiamiento denominado BIEN FUTURO para impulsar a constructores medianos y pequeños.
- Que se logren condiciones para la concesión de créditos hipotecarios asequibles, contando con la participación del BIESS, banca privada, mutualistas y cooperativas, por un monto total superior a los $2.000 millones.
- Que el Biess reduzca sus tiempos en trámites para créditos hipotecarios a 60 días.
- Que se otorguen entre $700 y $900 millones para créditos hipotecarios asequibles, para otorgar créditos con tasas más competitivas.
- Que el Miduvi potencie los programas existentes para construcción de vivienda VIS y VIP.
- Que se implementen normativas de Alianzas Público Privadas para fomento de obra pública, que tradicionalmente ha representado el 70% del total de la construcción.
- Que los GADS implementen ordenanzas que motiven urgentemente esta actividad, para reducir del déficit de empleo y vivienda en las ciudades (tema con resultados decepcionantes en ciudades como Quito).
Si bien el detalle que antecede no incluye todo lo se debería revisar y solucionar en el país, sí es un primer paso para avanzar en el sentido correcto para lograr la anhelada reactivación del sector de la construcción.
Los ciudadanos ecuatorianos demandamos más acción práctica y oportuna para que el sector crezca de manera eficiente, no solo porque se requiere reducir el déficit de vivienda crónico que sufre el país, sino porque paralelamente se resolverá el problema más grave de nuestra sociedad: el desempleo.