Una empresa orgullosamente ecuatoriana
El origen de esta compañía se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando Franz Viegener funda en Attendorn, Alemania, la firma F.V. II imprimiendo sus iniciales “FV” como marca de sus productos. En 1921 el hijo mayor, Franz Viegener II, establece en Buenos Aires la primera fábrica de grifería en Latinoamérica.
En Ecuador, las operaciones de la compañía arrancan en 1972, como una pequeña red comercial de distribuidores, y en 1977, la directiva de FV Argentina, junto a un importante grupo de empresarios ecuatorianos concretan el proyecto industrial para el Grupo Andino y construyen la planta de producción en Quito.
Los productos FV llegan a alrededor de 50 países en América, Europa, Asia y África. En Ecuador su compromiso, a través del tiempo Edificio Atika le ha llevado a recibir la certificación AAA de la Corporación Mucho Mejor Ecuador. Asimismo, cuenta con sellos de calidad INEN para grifería y sanitarios, además ha certificado varios productos de alta eficiencia en cuanto al consumo de agua con el sello WaterSense de Estados Unidos. Cuenta con acreditación de normas ISO 9001/ 14001 para sus sistema de gestión de calidad y medio ambiente; entre otros reconocimientos que lo destacan como la marca en el Top of Mind para los ecuatorianos.
Actualmente, FV en Ecuador cuenta con 1.380 empleados y un aproximado de 5.000 colaboradores indirectos. Además, de trabajar en una integración local, donde 9 de cada 10 piezas que componen las líneas de producto poseen valor agregado ecuatoriano. Tiene una cobertura en territorio nacional con 24 salas de venta y una sólida red de distribución en todo el país.
En FV siempre estamos enfocados en lograr una producción que nos permita abastecer al mercado ecuatoriano y extranjero de manera competitiva y eficiente, para lo cual hemos realizado múltiples inversiones que promuevan la investigación, el desarrollo tecnológico e integrar procesos de producción sustentables que se ven reflejados en todos nuestros productos. Además, continuaremos con la ampliación del complejo industrial, lo cual nos permitirá generar más fuentes de empleo local, impulsando el desarrollo personal de nuestros colaboradores”, explicó Dr. Gustavo Iñurritegui, presidente ejecutivo de FV Área Andina.
FV cuenta con varios proyectos de responsabilidad social y fundamenta su gestión en la filosofía ECONSUMO, un principio que guía el desarrollo al consumo eficiente de agua en su nueva línea de productos; siempre motivando la importancia del recurso hídrico y su cuidado. En ese mismo sentido la compañía es también miembro fundador del Ecuador Green Building Council (EGBC) una organización no gubernamental dedicada a la construcción sustentable y que después pasaría a fusionarse con el Consejo Ecuatoriano de Edificación sustentable (CEES).
Su compromiso con la comunidad y el mundo es tan firme que le ha llevado a manejar un programa de clasificación y de procesamiento de residuos, para que los productos que puedan ser contaminantes sean procesados por un gestor ambiental, así mismo con el fin de reducir la contaminación industrial, FV realizó una inversión de cerca de 1,1 millones de dólares en una planta de tratamiento de efluentes para todo el proceso de galvanoplastia de grifería, además, cuenta con maquinaria de última tecnología con la que busca reemplazar procesos de fundición tradicional para la fabricación de grifería, para sustituirlo por la “termoformación”, lo cual no permite que se genere ningún tipo de emanación de CO2 o de gases de invernadero, que puedan generar problemas al medioambiente.
Como parte de su innovación, se reemplazaron secaderos que utilizan diésel para su funcionamiento, por uno con tecnología más eficiente, menos contaminante y amigable con el medioambiente; tomando en cuenta, además, que sea más productivo y que genere menor cantidad de merma en el proceso de producción.
FV Área Andina, no solo es calidad e innovación, sino también empuje y humanidad, ya que ha logrado superar de manera exitosa la crisis económica que deja la pandemia provocada por el COVID-19, pues gracias a la decisión oportuna de destinar los dividendos correspondientes a la operación del año 2019 a la manutención de sus colaboradores durante la cuarentena, no hubo recorte de personal ni de jornada laboral, y sus salarios fueron pagados a tiempo; acción que fue recompensada en el segundo semestre del 2020, donde el desabastecimiento del mercado chino y global, permitió que el producto ecuatoriano, a través de FV, gane participación y preponderancia para solventar la demanda en el Pacto Andino, Centroamérica y el Caribe, generando un aumento en la producción de la empresa ecuatoriana, acelerando su crecimiento, y con ello el incremento de plazas laborales, además de éxito en el posicionamiento de productos hechos por manos ecuatorianas en el mercado internacional y como consecuencia, el 2021 se convirtió en el mejor año en facturación, obteniendo un récord de 79 millones, superando a su mejor año hasta ese momento, el 2018 con 68 millones. Gracias a las exportaciones de sus productos, FV aportó a la balanza comercial generando un gran ingreso de divisas a nuestro país.
Todas estas acciones convierten a FV en un referente de la industria de la construcción, empresa que se ha fortalecido en el tiempo gracias a sus valores corporativos y humanos, capacidad tecnológica y compromiso, no solo con sus clientes, sino con el medio ambiente y su comunidad.