María de los Ángeles Duarte
Ministra de Desarrollo Urbano y de Vivienda
Agosto 2015 – Septiembre 2015
En un análisis real sobre la situación que atraviesa el sector inmobiliario, la arq. María de los ángeles duarte, ministra de desarrollo urbano y vivienda, motiva al gremio para que las medidas de apoyo que el gobierno nacional ha puesto en vigencia sean aprovechadas.
No obstante el año crítico que enfrentamos, las condiciones financieras para construcción y compra de vivienda social y vivienda de interés prioritario son marcadamente favorables, eso es indiscutible, y “ello refleja la actitud positiva del Gobierno Nacional en pos de que esta importante actividad económica no se detenga”, comenta la Ministra.
¿Qué señales ha dado el Gobierno para demostrar su apoyo a la actividad inmobiliaria?
Empecemos mencionando un aspecto de radical importancia, el Decreto 661 que ya está en vigencia. Fue pensado y estructurado en base a la necesidad que los constructores y promotores tienen para que el tema de trámites sea más expedito, y así puedan generar oferta más rápidamente. Lo que logra es limitar los tiempos que cada trámite debe tomar, y paralelamente unifica a nivel nacional la terminología que se aplica a cada permiso. Este es un gran paso que, por sí solo, debería marcar un notable cambio en el sector inmobiliario.
¿Qué se ha hecho en cuánto a motivar la oferta de inmuebles?
Hemos enfocado el esfuerzo en incrementar la oferta de vivienda social, que es aquella que cuesta hasta $40.000; y también de vivienda de interés prioritario, cuyo precio está entre $40.000 y $70.000. Para ello hemos creado sistemas de crédito a tasas preferenciales y plazos favorables para los constructores, implementados a través de la Corporación Financiera Nacional y el Banco del Estado, instituciones que con eficiencia analizan y califican los proyectos que reciben para financiarlos.
¿Y en cuanto a incrementar la demanda?
La demanda se ha visto beneficiada de varias formas desde que este Gobierno está a cargo. El primer gran cambio se dio con la creación del Banco del Instituto de Seguridad Social (BIESS), cuya principal función es la de otorgar créditos hipotecarios a los afiliados. Han transcurrido cinco años desde que el BIESS abrió sus puertas, es decir que la primera condición para obtener un crédito, la cual es tener tres años de aportaciones, ya ha sido cumplida por una gran mayoría de ecuatorianos. A partir de ahí, todos los afiliados tienen la posibilidad de comprar casa propia, a través de una deuda que está relacionada con su nivel de ingreso mensual reportado al IESS. Existen 1.5 millones de ecuatorianos que pueden obtener un crédito de hasta $18.000 para comprar vivienda, beneficiándose además del bono de vivienda que entrega el MIDUVI.
¿El bono de vivienda también fue reformado?
Efectivamente. Si el sector inmobiliario hace su parte y supera el estancamiento que ha tenido durante estos dos meses, tenemos $40 millones para entregarles en bonos para compra de vivienda de hasta $40.000. Además, es necesario recalcar que a la fecha hemos emitido 180.000 bonos destinados a restitución de vivienda precaria, que si bien no aportan al sector inmobiliario, ayudan a la gente a salir de los niveles de hacinamiento y reducir sus malas condiciones de vida. Esta gestión se ha completado con apoyo del Banco del Estado, que ha entregado créditos no reembolsables en casi todos los cantones del país para que se construya infraestructura de servicios básicos. Todas estas estrategias son producto de análisis exhaustivos de los varios factores que impedían que un mayor número de ecuatorianos pudieran tener casa propia.
¿Qué otros factores identificaron?
Detectamos que el impedimento más grande era el valor de la cuota de entrada que se debía pagar para comprar una vivienda. Los bancos exigían el 30% de entrada, es decir que para una casa de $70.000 había que pagar $21.000 de fondos propios. Ese nivel de ahorro era inalcanzable para muchos. El reglamento expedido en abril de este año establece que la cuota de entrada será únicamente del 5% del valor de la vivienda de interés prioritario, es decir que el pago inicial para una casa de $70.000 es solamente de $3.500.
Además está la reducción de tasas y ampliación de plazos para vivienda de hasta $70.000…
Esa regulación es realmente revolucionaria. El país nunca ha tenido tasas de interés para créditos hipotecarios que no llegan ni al 5%, que funcionan a través de la banca privada, y que ofrecen plazos de hasta 20 años. Evidentemente el esfuerzo del Gobierno está dirigido a apoyar a la gente de menores recursos, por lo cual esa disposición aplica exclusivamente para compra de vivienda de hasta $70.000 cuyo metro cuadrado no exceda de $890. Queremos que los constructores planifiquen proyectos de viviendas que puedan crecer horizontal o verticalmente en un futuro, cuando la capacidad económica del comprador haya progresado.
¿El impacto de estas regulaciones ha surtido efecto?
Estamos conscientes de que las regulaciones, cuando se relacionan con la construcción, toman su tiempo en mostrar su impacto pues los proyectos deben replantearse bajo estas características, y luego obtener todos los permisos de construcción para que los créditos empiecen a fluir. Lamentablemente, a esto debemos sumar que por temas políticos ha surgido un grupo de personas que, con intención de desestabilizar al Gobierno, ha generado algo de temor que ha frenado la ejecución de nuevas inversiones, pero eso lo estamos superando.
¿Cómo superar situaciones políticas adversas?
Recalcando cuantas veces sea necesario que cualquier promoción inmobiliaria que esté dirigida al segmento de hasta $70.000 tiene todo el apoyo del Gobierno; y que hay recursos del Estado destinados a favorecerlos. Estamos empeñados en socializar el contenido de los nuevos proyectos de ley para lograr un claro entendimiento, y así evitar que falsos rumores mermen la confianza que los ecuatorianos tienen en el Gobierno.
¿Se refiere al proyecto de reformas a las leyes de herencia y plusvalía?
El segmento de la población al que están enfocadas las ayudas del Gobierno necesita entender que el Presidente Rafael Correa hace los mayores esfuerzos para que muchísimos ecuatorianos tengan casa propia, y que nada haría para contrariar la consecución de ese sueño. Pero les han metido en la cabeza que no se debe comprar casa porque se la van a quitar cuando llegue el momento de dejarla en herencia. Eso es mentira, es falso, ese patrimonio nunca se verá afectado, y están haciendo un gran daño a las personas que ven muy cerca la posibilidad de comprar vivienda.
¿Qué hacer al respecto?
Nos hemos reunido con promotores inmobiliarios cuyos proyectos se ven beneficiados por las ayudas del Gobierno, y ellos están claros de que todo lo que manifiesta la oposición es un engaño. Hay que admitir que si la oposición al Gobierno ha sembrado desconfianza en el sector inmobiliario, mucho más daño ha hecho a las personas que sueñan con adquirir viviendas, y en relación a esto, estamos en una campaña nacional de diálogos y socialización de contenidos para recuperar la confianza en el Gobierno. El proceso ha sido sumamente beneficioso, porque estamos entendiendo más a fondo el sentir de nuestro pueblo, y esto nos servirá para corregir algo de la política pública. Más allá de eso, la verdadera intención de este Gobierno es legitimar su accionar con el apoyo y confianza de los ciudadanos.