Camino a la armonía
Por: Alegría Guarderas
Cuando pensamos en Feng Shui lo primero que se nos viene a la mente es la manera en cómo la energía del universo afecta nuestras emociones, pensamientos y estado de ánimo.
El Feng Shui es un arte milenario basado en el estudio Oriental de la energía de la naturaleza y de cómo esta nos influye día a día. De hecho, busca conseguir un balance ideal entre la distribución y ubicación de los ambientes en los que transcurre la vida, puesto que nuestra energía se ve influenciada directamente por este factor.
Empezar a incorporar las técnicas del Feng Shui en nuestros hogares, e inclusive en los lugares donde trabajamos, es una grandiosa idea para conseguir equilibrio. Todos deseamos obtener armonía, prosperidad y gozar de buena salud. Por ello, y si no lo hemos hecho aún, es hora de realizar unos cambios en la decoración y distribución de estos espacios.
Empecemos por el hogar. Al entrar en nuestra casa debemos pensar en lo que queremos sentir y proyectar. ¿Es un ambiente acogedor? ¿Se percibe paz? ¿Hay armonía?
Los colores que elijamos para la decoración del hogar deben relacionarse con los cinco elementos del Feng Shui: fuego, tierra, agua, metal y madera. Es fundamental encontrar equilibrio entre estos tonos para lograr armonía y obtener energía positiva.
Las tonalidades de rojo, naranja, fucsia y púrpura representan al fuego. El rojo atrae la atención, nos mantiene alerta y animados, pero es aconsejable utilizarlo para ciertos adornos y no abusar de este tono. El naranja brinda mucha calidez al hogar, mientras que el púrpura da un toque de elegancia y exclusividad. Estos colores son ideales para crear contrastes interesantes y atrevidos en los ambientes.
El elemento tierra se representa en el luminoso y alegre color amarillo, y en las tonalidades neutras como beige, habano y arena, que son ideales para crear ambientes sobrios, amplios, confortables y elegantes. Se los puede aplicar en cualquier área de la casa y son perfectos para combinar con otras tonalidades.
El azul, celeste y negro simbolizan el agua. Las tonalidades de azul claro permiten que se perciba ambientes frescos y tranquilos, mientras que las tonalidades de azul oscuro aportan para la concentración y la pasividad. El negro genera misterio, sofisticación y receptividad. Sin embargo, si un espacio no tiene mucha luz, no es recomendable exagerar con los tonos oscuros, sino más bien aprovecharlos en detalles de decoración.
El blanco representa al metal. Aporta pureza, limpieza y amplitud a cada espacio, y es idóneo para paredes, pisos, muebles y adornos. Además, es la base sobre la que cualquier combinación resaltará con energía. El verde pertenece al último elemento: la madera, y transmite serenidad y calma.
En el Feng Shui los números también tienen un importante significado y deben ser tomados en cuenta al momento de decorar. Los impares esparcen energía y fomentan la comunicación, mientras que los pares muestran estabilidad y serenidad. Cada número tiene una interpretación distinta que vale investigar. Por ejemplo, el 1 constituye un aislante de energía y está asociado con la soledad, por eso, si buscamos ampliar la familia o el círculo social, no es recomendable colocar solamente una pieza aislada.
Estas consideraciones deben dar paso a la decoración o remodelación de ambientes. La entrada principal es por donde ingresa la energía, y uno de los principios que el Feng Shui recomienda es no recargar la decoración. Es aconsejable mantener un ambiente sobrio, ordenado y limpio que permita que las energías fluyan. El uso de plantas y flores naturales en la ambientación es muy favorable debido a que oxigenan y purifican los ambientes, siempre y cuando estén bien cuidadas y transmitan vida.
Otro elemento que debemos incorporar es la presencia de agua. Su aporte no es únicamente estético, sino que atrae prosperidad, genera un ambiente fresco, y transmite energía positiva. Las opciones van desde pequeñas a grandes fuentes que contengan cascadas, decoradas con piedras o bolas de cristal.
En cuanto a los espacios íntimos, el Feng Shui, habla de poner especial énfasis en la distribución del dormitorio. Durante la noche recobramos fuerzas y nos llenamos de vitalidad pues el objetivo es renovarnos completamente con el descanso. Lo ideal es desconectarse del mundo para lograr relajación de mente, cuerpo y alma.
Mientras dormimos somos más vulnerables a absorber las energías que se encuentran alrededor nuestro, y los aparatos electrónicos como televisión, radio y teléfono celular no permiten que tengamos un sueño reparador. Si no queremos deshacernos de ellos, es aconsejable colocarlos lo más alejado posible de la cama. Asimismo, el cableado eléctrico no debe estar por encima de la cabecera.
Esta debe estar arrimada a una pared y nunca debajo de una ventana. Esto brinda soporte y estabilidad. Además, es preferible que la cama no esté ubicada frente a una puerta y que tenga ambos accesos habilitados. Una ubicación incorrecta puede causar un desgaste energético.
En cuanto a los espejos, debemos cerciorarnos de que no apunten directamente hacia la cama para que no perturben el sueño ni transmitan inseguridad. Es preferible no colocar lámparas grandes en el techo, y en su lugar utilizar lámparas en los veladores. Resultan muy útiles y dan un toque refinado a la pieza.
La dinámica para la decoración del cuarto de los niños funciona de manera similar, claro que en este caso se puede jugar con combinaciones de colores más alegres. En cuanto a la distribución de los muebles, es preferible separar el área de juego o estudio de la de descanso para no crear confusión ni distracción en ellos. Debemos tener en cuenta que los elementos decorativos que elijamos tienen que representar cosas positivas.
Los baños se convierten en un punto de gran importancia. Ahora están para ofrecer mimo y relajación, y son una importante fuente de energía. Preferiblemente deben contar con iluminación natural, plantas naturales, y porqué no, velas aromáticas para completar el ambiente.
El comedor es generalmente el punto principal donde compartimos con nuestra familia y amigos cercanos. Para la mesa se puede elegir entre varias formas. Las ovaladas o redondas logran mayor armonía entre los comensales y la comunicación fluye de manera amena. Las mesas rectangulares o cuadradas dan un efecto más serio y jerárquico por su estructura formal. En este espacio es fundamental contar con una clara iluminación. Una lámpara de cristales sería un muy buen complemento para la decoración.
La sala es el centro social. Se debe colocar los sillones de tal forma que las personas puedan verse e interactuar con facilidad, esto logrará un ambiente de unión. Los sillones en forma de “L” son una excelente alternativa, o podemos optar por colocar los sillones formando un ángulo de 90 grados. El complemento ideal es la mesa central decorada con flores, libros o una escultura. Esto depende de los gustos de cada persona, porque si son el reflejo de su personalidad generarán un ambiente placentero.
Como consejo general, el Feng Shui destaca que es importante deshacerse de todo aquello que ya no tiene un claro propósito, paso importante para lograr un ambiente armonioso y limpio, a la espera de nuevas energías.