Más allá de una visión estética

Por Natalia Gandarillas

Fotos cortesía ARCHITEKTEN

La primera vez que se registró el término Landscape Architecture fue en 1863, en la ciudad de Nueva York, cuando los arquitectos Frederick Law Olmsted y Carlvert Vaux se reconocieron a sí mismos como paisajistas, tras haber entregado el diseño de lo que hoy es un ícono de los proyectos de espacios públicos: Central Park.

A partir de ese momento, en Norte América se institucionalizó el paisajismo en la academia, y los profesionales relacionados a arquitectura y planificación urbana empezaron a trabajar en proyectos de esta índole.

Felipe Palacios y Johann Moeller - Revista Clave!

Walter Rogers, en su libro The Professional Practice of Landscape, publicado en 2011, define al paisajismo como una disciplina que aplica principios de carácter científico y a la vez artísticos en las áreas de investigación, planificación, diseño y gestión del entorno natural y construido. Asimismo, Rogers manifiesta que esta disciplina se preocupa por la conservación y buen uso de los recursos humanos, naturales y construidos, cuya finalidad es ofrecer proyectos estéticos y seguros para el uso y disfrute del ser humano.

Bajo este contexto es imposible pensar que el paisajismo trabaja de forma aislada, por el contrario, es una disciplina que apoya y se apoya en otras –como arquitectura, urbanismo, planificación urbana y territorial, botánica y biología, ingeniería hidráulica, entre muchas otras—. Por otro lado, en la actualidad, esta disciplina se ha preocupado por ofrecer al ser humano espacios con capacidad de minimizar las influencias del cambio climático sobre las ciudades, así como construir paisajes que contribuyan positivamente a las complejidades de la ciudad contemporánea.

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Felipe Palacios y Johann Moeller

Johann Moeller (JM), arquitecto de la Universidad Internacional de Cataluña, Barcelona, junto a su socio Felipe Palacios (FP), arquitecto de la Universidad San Francisco de Quito y Máster en paisajismo por la Universidad de Auburn, Estados Unidos; establecieron el estudio ARCHITEKTEN a finales de 2015, en el que han desarrollado proyectos de arquitectura sustentable y paisajismo, entre otros. CLAVE! tuvo la oportunidad de conversar con ellos sobre su visión y propuestas.

¿Existe el paisajismo sustentable?

FP: Esta disciplina estudia las conexiones entre el ser humano y la naturaleza. El ser humano es parte de ella, y la naturaleza es y debe ser el centro de las decisiones de un arquitecto paisajista, tomando en cuenta las consecuencias sociales, económicas, culturales y ecológicas de nuestras intervenciones. La arquitectura del paisaje es una rama totalizadora que considera el impacto de toda intervención arquitectónica -pequeña o grande-, en la naturaleza y en la comunidad. La ciudad se analiza no sólo como un hecho humano sino, además, en sus dimensiones ecológicas.

En este sentido, el paisajismo utiliza herramientas estratégicas de sustentabilidad con énfasis en sistemas ecológicos -corrientes de viento, flujos de agua-, biológicos -flora y fauna-, culturales y/o urbanos para conceptualizar soluciones adecuadas a problemas contemporáneos de espacio público, regeneración medioambiental, y también de cualidades estéticas y sensoriales del espacio.

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El concepto del paisajismo mal entendido…

JM: Es un error pensar que al hablar de paisajismo, el concepto de naturaleza se reduce a la flora, específicamente al trabajo en diseño de jardines. Paisajismo no es jardinería. Si bien un paisajista cuenta con herramientas y el conocimiento necesario para diseñar jardines basados en conceptos estéticos y de performance, el paisajismo o Landscape es una especialidad que trabaja con elementos de infraestructura, flexibilidad, productividad y versatilidad (Landscaping).

Equipos multidisciplinarios para el desarrollo de proyectos paisajistas….

FP: El paisajismo es una disciplina que permite trabajar sobre varias escalas: sitio, lugar y territorio. Asimismo, permite trabajar sobre proyectos con varios niveles de complejidad: desde el diseño de espacios de sombra y control de temperatura hasta la resolución de problemas de encauces de ríos. Esta es una disciplina que requiere la colaboración de varias otras. Ejemplo de ello puede ser un proyecto de recuperación de especies de fauna o flora nativas, o el tratamiento de aguas de un sitio en el que el paisajismo debe trabajar de la mano con la biología, botánica, o con el funcionamiento de la infraestructura; así como proyectos que requieren de especialistas que realicen cálculos de flujos y medición de calor, conocimiento en energías renovables, entre muchos otros.

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El paisajismo en la ciudad …

JM: Hay que entender a la ciudad como un organismo vivo, en donde no solo la infraestructura construida es parte del sistema urbano. La ciudad está asentada sobre un territorio que primero fue natural antes de ser urbanizado, y del que todos somos parte de su sistema. En todo el mundo se está hablando sobre la necesidad de incrementar los espacios públicos, los parques lineales y la regeneración urbana de espacios residuales, por las grandes contribuciones sociales, culturales, económicas y ambientales que estos proyectos traen a las ciudades.

Aterrizando en el contexto local ¿qué implementarían en Quito?

FP: Durante los últimos años hemos observado cómo la administración de la ciudad se ha preocupado, casi exclusivamente, por las consecuencias del crecimiento inmobiliario y por los problemas de movilidad —incremento del tráfico vehicular ocasionado por el automóvil, la implementación de transporte público y de ciclovías mal planificadas—. Sin embargo, nadie ha puesto en valor el beneficio de contar con aceras de calidad y de gran envergadura –elemento urbano que en toda ciudad representa un porcentaje alto de su espacio público—. Para ser precisos, las aceras de nuestra ciudad son de muy baja calidad, por lo que consideramos que uno de los puntos de partida es trabajar sobre ellas con un proyecto serio de arborización y mejoramiento de la infraestructura peatonal. Para ejemplificar, en ciudades con climas extremos, durante el verano es impensable caminar en aceras que no cuenten con árboles. Sin embargo, en Quito, donde el sol es muy fuerte, simplemente no existen consideraciones de confort para los peatones.

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Salón del Café, finca Frajares

¿Qué contempla el master plan para el proyecto Tanusas Comunidad Sostenible?

JM: Este proyecto se encuentra ubicado en Puerto Cayo, Manabí. La idea de los inversionistas es crear una comunidad sostenible donde 89 viviendas familiares coexistan en un entorno sustentable. El proyecto se desarrolla sobre una propiedad cuya extensión alcanza casi 48 has, de las cuales el 70% se ha designado como parte del entorno natural para preservar y recuperar la fauna y flora local. El proyecto cuenta con fincas orgánicas que representan el corazón del mismo y en las que se prevé la producción de una gran variedad de productos que den abasto a las familias y a la comunidad más cercana.

Las estrategias usadas en el desarrollo del proyecto paisajístico fueron las de entender los sistemas naturales de una red interconectada que afectan en cada etapa del día y del año –el viento durante el día y la noche, el asoleamiento, la diversidad en fauna y flora local— y usarlos estratégicamente para crear el diseño de accesos, senderos, lagunas y áreas verdes comunales.

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La propuesta contempla la implementación de un sistema de producción de bosques agrícolas, manejo eficiente de los desechos, compostaje, reciclaje, educación, prácticas agrícolas responsables, huertos orgánicos, y permacultura, para la producción alimenticia de productos saludables y deliciosos. A su vez, se incorporaron estrategias de diseño pasivo para las intervenciones arquitectónicas, con el fin de lograr un diseño en armonía con el entorno, así como recuperar conocimientos sobre la arquitectura vernácula para su implementación.

ARQUITECTURA SUSTENTABLE Y PAISAJISMO: PROYECTO FINCA CAFÉ FRAJARES

La finca cafetera Frajares está ubicada dentro de Nanegalito, provincia de Pichincha, en una zona a 1700 msnm, de especiales condiciones climáticas, que permite el cultivo de variedades de café de formidable sabor y aroma. Nanegalito es un lugar cambiante y dinámico, complejo e indeterminado. El microclima del noroccidente de Quito forma un entorno único donde, en un determinado momento puede estar soleado, a los pocos minutos se cubre con una densa neblina, e inmediatamente después cae una lluvia torrencial. La finca goza de una condición topográfica extraordinaria. Se encuentra en la parte más alta de la zona, situación que favorece la vista hacia las cadenas montañosas de los Andes y hacia la costa ecuatoriana.

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A través del recorrido por la plantación, que se desarrolla en una serie de colinas con pendientes pronunciadas, se identificaron varios puntos de interés para generar inserciones arquitectónicas estratégicas en el paisaje. A través de operaciones complementarias de paisajismo y arquitectura se quiere contar una historia de sensaciones en torno a la experiencia del café: los procesos de producción, cosecha, pos-cosecha, secado, tuesta, y molienda. Pero la degustación y maridaje del café necesitaba de un lugar especial dentro de la finca.

El Salón del Café es el primer paso de una estrategia más amplia planteada para la finca. El cafetal contará con una tienda-museo, cafetería y senderos interpretativos/educativos que complementarán la experiencia del café.

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Desde el inicio, la idea fue introducir un elemento arquitectónico singular y volumétrico de pequeña escala, que se conectará en diferentes niveles con esta experiencia del café. El Salón revela el paisaje como un mirador cubierto, un refugio que invita a mirar el entorno con ojos frescos. El edificio fue implantado cuidadosamente en una zona alta donde empieza una pendiente negativa, paralelo a una hilera de alisos existentes, que brindan sombra y abrazan el volumen introducido.

El Salón se compone de un solo volumen alargado que se separa gradualmente del terreno. Esto obedece a una razón doble: las condiciones climáticas locales y la sensación de levitación deseada sobre el cafetal. La parte frontal es un espacio abierto y transparente. Las mamparas laterales y pivotantes, elaboradas con una delicada carpintería, difuminan los límites del interior y el exterior, y permiten disfrutar de unas visuales interesantes de la plantación y la cordillera circundante, así como el efecto de la ventilación cruzada. El espacio resultante es versátil, listo para acoger el programa requerido desde el salón de cata y maridaje, cafetería, comedor, mirador y aula. Además, el Salón contempla la separación de la descarga de aguas lluvias y aguas grises. Las aguas lluvias regresan encausadas a la plantación, mientras que las aguas grises se dirigen a un biodigestor.

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CONCLUSIONES

En Architekten estamos convencidos que el paisajismo es una herramienta necesaria para enfrentar los desafíos ambientales contemporáneos de las sociedades en el mundo, tales como agotamiento de recursos, cambio climático, rápida urbanización, sequías y desertificación, crisis energética, aumento del nivel de los mares, sub-urbanización, entre otros. Los arquitectos y paisajistas deben practicar en un entorno donde el diseño es un componente crítico para la construcción de un nuevo futuro, honrando la tecnología de sistemas pasivos, la educación y los principios de sustentabilidad, para generar la transición a una sociedad más responsable, “para poder dar a nuestro planeta más de lo que le quitamos”.