Por Paulina Narváez R.
Fotos cortesía Felipe Escudero
Hacer arquitectura no es construir, es crear con inteligencia y sensibilidad obras que produzcan un nuevo tipo de paisaje, que fluyan junto a las ciudades y sobre todo en la vida de sus habitantes.
Para Felipe Escudero, quiteño de 37 años, de madre brasileña y padre ecuatoriano, la arquitectura debe tener al ser humano como eje transversal en todas sus obras. A través de éste genera su concepto arquitectónico, que se destaca por presentar proyectos orgánicos, futuristas e hiperfuncionales, para agregar valor a la experiencia humana y al paisaje urbano.
Felipe Escudero
Luego de arrancar y fortalecer su formación al pasar por las más importantes universidades y firmas de arquitectura del mundo, Escudero sintió la necesidad de volver a Ecuador y fundar su propio estudio. “Cuando llegué, comencé a proponer mis ideas, para mucha gente era raro, no era aceptado, pensaban que estaba loco. Me tomó tiempo construir algunos de esos proyectos y ganarme la confianza de los clientes, demostrándoles que las obras eran buenas, eficientes, y les estaba agregando un valor a su experiencia como personas.
En los últimos años, siento que la gente ya reconoce mi trabajo, creo que han podido palpar por qué son buenas esas formas de pensar y estamos llegando a un punto en el estudio en el que nos estamos internacionalizando (EEUU, Europa y Medio Oriente), hablamos con clientes fuera del país y nos posicionamos ante el mundo”. Un gran portafolio respalda y garantiza el trabajo de EFE en todas las regiones de Ecuador: Costa (Guayaquil, Olón, San José), Sierra (Quito, Cuenca) y Amazonía (comunidad Siona), y eso ha sido publicado fuera de nuestras fronteras. La gente ve los proyectos de Escudero y se sorprende al descubrir que son hechos en el país.
Y es que sentir un trabajo de Felipe Escudero es exquisito y altamente reconocible, gracias al manejo único de su concepto arquitectónico, a lo que se suma la inspiración que le llega a través de diversas vías: la naturaleza, las formas, las estructuras, los patrones y colores, los fenómenos que ocurren con las nubes, la ciencia ficción, la tecnología, pero sobre todo, “me inspira la relación que podemos generar entre los seres humanos a través de la creación de espacios en beneficio de éstos. Porque en la arquitectura la belleza surge cuando ves el resultado final de tu proyecto, y parece que fue hecho con mucha facilidad. Lograr cosas hermosas, grandes y difíciles, con gracia, eso es bello”.
Su diseño lo ha llevado a formar una amplia carpeta de clientes, si bien reconoce que al inicio tuvo que aceptar todo, luego aprendió la importancia de ser más selectivo, porque el cliente se vuelve parte del equipo. “Yo pienso primero en el factor humano, es vital que sea una buena persona, carismática, divertida y luego destaco su nivel de profesionalimo”. La afinidad entre el estudio y un cliente no es un detalle menor para Felipe, sobre todo cuando se trata de encontrar un equilibrio en cuanto a las características que busca en ellos, “procuro que sean personas con alguna sensibilidad o inclinición hacia el arte, cualquier disciplina, pero que haya conexión, al igual que con la naturaleza y la tecnología, porque ésta debe estar al servicio de las necesidades del planeta”.
El gusto por el arte está desde siempre en Felipe. “Desde pequeño hasta cuando era estudiante, siempre investigué, leí, visitaba museos… Los proyectos que diseñaba de joven los pensaba con un enfoque artístico”, nos dice. Destaca la importancia del arte en sus diseños, pues fue al final de su maestría en Londres, cuando envió sus dibujos al Royal Academy of Arts, y los exhibieron, que supo lo vital de ver a la arquitectura como arte. Es así que a su regreso a Ecuador realizó algunas exposiciones, una de ellas en la Galería Ileana Viteri, y también expuso en la Bienal de Arte de Buenos Aires.
“Siempre he pensado en la arquitectura como una obra de arte. Suelen hablar de que esto es común y en realidad no lo es, porque cuando estudias y luego trabajas, la mayoría de las personas lo ven como algo muy técnico. A la arquitectura hay que exhibirla como una obra de arte plástica”, enfatiza el arquitecto.
QUITO CON OPTIMISMO
Felipe cree en la ciudad y entiende que hay mucho por hacer en cuanto a crecimiento urbano. “Quito se está desarrollando relativamente rápido en los últimos años y eso es una señal de buena salud. Su crecimiento es aleatorio porque así es la cultura latinoamericana, es la forma de diseñar. A esto no hay que tenerle miedo, hay que celebrarlo, porque te genera oportunidades y enriquece a la ciudad y a su gente”.
Es por eso que Escudero agradece mucho a quienes han creído en él y lo han apoyado, “porque hacer cosas que son diferentes, que son una sorpresa y te rompen la cotidianidad, significa mucho esfuerzo”. De ahí la importancia de abrir la mente hacia las nuevas ideas y promover la experimentación. Esto aporta al diseño y por ende, al desarrollo de la ciudad para verla y sentirla “de una manera optimista”.
OBBBIO: PENSAR FUERA DE LA CAJA
Eso es OBBBIO, un espacio donde todo el diseño experimental, que no es específicamente arquitectura, nace. La vinculación e interés por el arte que transmite Felipe lo desarrolla en este estudio. “Me gusta mucho utilizar mi creatividad y poder llegar a toda la gente, no solo a un grupo reducido, sino a todas las personas que les gusta el arte”. Felipe a través de este estudio busca abrir esa puerta y tocar la sensibilidad de todos. “No debes ser experto en arte, solo debe gustarte y disfrutar de lo que ves y sientes”.
OBBBIO nace para romper con el estigma absurdo de creer que una persona debe dedicarse a una sola cosa, y Felipe lo demuestra al igual que lo hicieron las grandes mentes del mundo que desarrollaron proyectos en múltiples disciplinas con éxito, sin restringuirse, porque no hay razón para limitar el talento y la creatividad. “Esto además alimenta a la arquitectura que hago, se vuelve un lugar para investigar y experimentar la obra artística y la forma de comunicarla”. Desde ropa y muebles, hasta música (futurista, experimental con influencia del hip hop) y videos, en OBBBIO cohexisten todas las formas de arte en un mismo universo.
SUS PRINCIPALES PROYECTOS
A lo largo de estos años se destacan muchos proyectos de EFE, pero para Felipe los principales son los que están en desarrollo, y están por verse en un futuro. Menciona Casa Magnolia en Arrayanes, Puembo; el Museo de Arte Contemporáneo en Quito; un proyecto Residencial en Cumbayá, de 10.000m2, que propone una nueva forma de habitar entre lo comercial, espacio abierto, paisaje, descanso y residencia, con optimización de espacios, un alto componente tecnológico con bajo impacto ambiental; y un restaurante en Quito relacionado con el bosque y la naturaleza, que artísticamente conjuga y conecta las ideas del chef con el diseño arquitectónico.
FELIPE ESCUDERO
- Director fundador de EFE (Estudio Felipe Escudero), estudio de arquitectura, construcción y desarrollo de proyectos inmobiliarios.
- Funda OBBBIO, estudio experimental que trabaja en el diseño de productos y cultura contempornea (2021).
- Heatherwick Studio en Londres (2013-2014).
- Mad Architects en Beijing (2008-2010).
- Space4architecture en Nueva York (2007-2008).
- Maestría de la Architectural Association en Londres.
- Licenciatura del Instituto de Tecnología de Georgia. Becas en Berlín, París y Roma.