SEMAICA
Por: Caridad Vela y Ana María Buitrón
Septiembre – Octubre 2014 |
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No hay privilegio que se compare con el de compartir una mañana junto a un maravilloso ser humano. Se trata de Gonzalo Sevilla, quien a sus 89 años muestra el cabello cano propio de sus andares por una feliz existencia. Me transporto a la época de los grandes caballeros y escucho su historia.
Empecemos por el principio…
Me gradué de Máster en Urbanismo en el Illinois Institute of Technology en 1952, gracias a una beca concedida por el Dr. Carlos Andrade Marín, Alcalde de Quito, pues yo me desempeñaba como Director del Plan Regulador del Municipio. Trabajé en Estados Unidos durante dos años, y a mi regreso trabajé un año más en el Municipio, pero vi la estupenda situación en la que se encontraba el país y decidí dejarlo.
¿Para fundar su empresa?
Era el año 1955. Llamé a mi gran amigo Ernesto Martínez, quien estaba en Estados Unidos, y le pedí que regresara para que trabajáramos juntos. Él fue mi socio hasta su muerte, juntos caminamos durante 58 años. Lamento que no esté conmigo para celebrar los 60 años transcurridos desde aquel día, en que no teníamos ni bicicleta para movilizarnos, y trabajábamos hasta altas horas de la noche para salir adelante.
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¿Así nació Sevilla y Martínez Ingenieros?
Quito tenía 300 mil habitantes. El límite norte era la Av. Orellana y al sur la Villaflora. ¿Se da cuenta cómo ha crecido la ciudad? Ernesto y yo empezamos con una compañía de hecho, y así transcurrieron los años, hasta que en 1972 establecimos la compañía en derecho. Nuestra primera obra fue una casa encomendada por Gonzalo Zaldumbide, en la zona de la Embajada Americana y el Hotel Quito. En 1980 invitamos al Ing. Mauricio Rodríguez a formar parte de la sociedad.
Han pasado los años y las obras…
Hemos construido de todo. A los 10 años de iniciada la empresa hicimos una sociedad con Antonio Granda Centeno, que era contratista, para un proyecto específico, y conseguimos el contrato para el Edificio del Seguro Social, en la Av. 10 de Agosto. Siguieron una serie de casas y edificios de vivienda, pero luego ampliamos nuestro ámbito de acción y empezamos a hacer puentes, túneles, parques, carreteras, hoteles, hospitales, sistemas de agua potable, obras de riego, colegios del milenio, etc. Tenemos obras en casi todas las provincias del país.
¿Imaginó un Quito como el de hoy?
Nunca pensé que Quito iba a crecer tanto y tan rápido. El responsable de ese crecimiento es el Dr. Camilo Ponce Enríquez, pues cuando fue Presidente de Ecuador se dio el hecho de que la Conferencia Interamericana se reuniría en Quito. Los principales representantes de los países
latinoamericanos se darían cita en esta ciudad, y el Dr. Ponce quería recibir dignamente a sus invitados. Yo era empleado del Municipio en esa época, y tuve la oportunidad de participar en esta transformación.
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¿En qué consistió la transformación?
Se hicieron varias obras. Entre ellas el antiguoaeropuerto, el Hotel Quito, vivienda estudiantil para que se hospeden los periodistas internacionales, la remodelación de Carondelet, la entrada Sur de Quito por la Av. Maldonado, en fin, varias obras de gran relevancia. El Ministro de Obras Públicas era el Arq. Sixto Durán Ballén, y bajo las órdenes del Presidente logró una transformación radical de la ciudad.
¿Cómo lograron dar el salto de casas y edificios, a construir obras de gran envergadura?
Cuando comenzamos teníamos ilusión y necesidad de prestigio, pero eso hay que ganárselo a pulso, con trabajo honesto, participando en licitaciones hasta ganar algunas, concluyendo las obras y entregándolas con responsabilidad. Poco a poco fuimos forjando nuestro prestigio de gente seria, hasta llegar a donde la empresa está ahora, con Esteban y Mauricio, hijos de los socios originales; y Fernando y Mauricio Jr., nuestros nietos.
¿Ellos tomarán la posta y seguirán el camino trazado?
Son hombres de bien, profesionales formados que trabajan en esta empresa y entienden la filosofía del camino a seguir. Dicen las estadísticas que las compañías de construcción en el mundo duran, por lo general, hasta 20 años. Somos la excepción, vamos a cumplir 60 años que han visto pasar tres generaciones, en los que hemos entregado el 100% de las obras que se nos han encargado, todas terminadas.
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¿Alguna obra que recuerde más que otras?
Siempre he dicho que las obras son como los hijos. Se les ve nacer, crecer y luego siguen su propio destino. Las obras son iguales. Se mueve la tierra, arranca la construcción, y se entrega la obra a su dueño. Igual que con los hijos, causa alago y algo de nostalgia ver la obra terminada y despedirse de ella.
¿Recuerda otros profesionales de aquella época?
Cuando comenzamos competíamos contra compañías muy grandes para cada contrato. Por ejemplo Menatlas de Federico Arteta Rivera; el Arq. Velez Merino, padre del Arq Rafael Vélez Calisto; y contra la empresa Arqui de Sixto Durán Ballén que era el mandamás de la época. Nosotros, los pequeños, somos lo que aún estamos aquí, probablemente porque fuimos pioneros en muchos aspectos.
¿Cómo en cuáles?
En temas relacionados con sistemas constructivos. Por ejemplo, fuimos pioneros en la utilización de elementos metálicos o prefabricados para soportar lozas y columnas; prefabricados de hormigón pre tensado y post tensado; fuimos los primeros en usar parquet para pisos, en hacer hormigón visto, en fin, una cantidad de cosas que ahora son de conocimiento general fueron introducidas por nosotros.
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¿Un análisis retrospectivo?
Mi vida ha sido completa, he formado una familia muy agradable, a mis 89 años soy bisabuelo y sigo llegando cada mañana a la oficina. Tengo la satisfacción de mirar hacia atrás con mucha gratitud, y de mirar hacia adelante con gran emoción. La presencia de Esteban y Mauricio, Fernando y Mauricio Jr. aseguran el futuro de la empresa. Ellos continuarán dejando huella con la responsabilidad de mantener un nombre de mucha trascendencia en el país.
MAURICIO MARTÍNEZ Y ESTEBAN SEVILLA
Mauricio Martínez y Esteban Sevilla simbolizan el presente en la historia de Semaica. Ellos son los hijos de los fundadores, quienes con intenso trabajo, positivismo y honestidad construyen un futuro para Ecuador. Así, Semaica marca casi seis décadas de trayectoria en el país y se destaca por la excelencia e innovación en sus obras a través del cumplimiento de procesos, nuevas tecnologías y ejemplo de humildad.
Mauricio Martinez es Director Técnico y asegura que por medio de Semaica ha tenido la increíble oportunidad de conocer todo Ecuador. “Pocas personas pueden recorrer el país como los ingenieros. Es una experiencia invaluable; cada una de las regiones te regala vivencias con su cultura, gente, paisajes, comida y demás”.
¿Qué tipo de obras realizan?
Somos una empresa fuerte en el área de management así como en la parte técnica. Hacemos lo que Ecuador Edificio Diursa, Quito Casa de la Música, Quito nos pide: más de 200 obras en todo el país y algunas en Colombia y Perú. Trabajamos en proyectos para la salud, educación, electricidad, canales de riego, túneles, carreteras, industria, vivienda, hotelería, bancos, diversión, entre otros.
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¿Cómo se distribuye este trabajo entre los integrantes de la empresa?
Somos una compañía horizontal que valora todos los criterios y acciones de sus integrantes, las decisiones se toman por mayoría absoluta. Tenemos un Directorio en Quito donde acordamos las decisiones generales y determinantes, y de ahí creamos la gerencia del proyecto en la zona destinada para su ejecución. Nuestro equipo de profesionales técnicos es muy valioso, pues son el pilar para obtener obras de calidad, y tenemos un grupo humano talentoso que colabora muchos años con nosotros, en ocasiones trabajan abuelos, padres y nietos.
¿Quiénes forman estos equipos técnicos?
Entre 1.500 y 2.500 trabajadores, depende del número de obras en las que estemos trabajando. Siempre equilibramos experiencia con manejo de tecnología que, por lo general, es el aporte de los recién graduados.
¿Su trabajo tiene un enfoque específico?
Actualmente somos una compañía exclusivamente de construcción para el área pública; y de diseño y construcción para la empresa privada. Nos involucramos enteramente con la obra y el cliente, realizamos vastas investigaciones a través de la teoría y la implementación práctica; todo con la intención de comprender y cumplir con las expectativas del cliente.
¿Ahí radica el éxito?
El éxito de Semaica radica en que dentro del concepto de un modelo de negocio somos muy flexibles y estamos constantemente reinventándonos. Se dice que la construcción cambia cada siete años. En ese sentido, somos creativos y aplicamos la tecnología más moderna del mundo.
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¿La propuesta de Semaica en relación al diseño?
Nuestro objetivo es innovar con el diseño y crear una ingeniería de la más alta calidad. Trabajar con los mejores arquitectos de Ecuador ha sido el mejor aprendizaje, ya que en estos procesos hemos logrado un diálogo entre todas las partes. Esto es sinergia pura.
¿Cómo se logra excelencia en la calidad?
Somos nuestro fiscalizador más exigente, algo que lo aprendí de mi padre. El cliente siempre requiere calidad técnica, costo y plazo. Jamás cedemos o negociamos cuestiones técnicas aunque implique perder proyectos, pero el costo y el plazo sí pueden ser negociables. Estos estándares de trabajo logran que la gente confíe en nosotros y que sigamos creciendo como compañía.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo en el extranjero?
Los resultados son positivos. Trabajamos bajo la figura de consorcios para sumar fuerzas y repartir responsabilidades. Hemos desarrollado buenas relaciones, sobre todo con empresas y técnicos españoles y brasileros.
Obras emblemáticas en su carrera…
Mi primer trabajo para Semaica fue la fabricación de 32km de vigas para las cubiertas de las casas de la Refinería Estatal de Esmeraldas, y a mis 25 años diseñé la Corporación Financiera Nacional, el edificio más alto de la ciudad. Además de estos proyectos, las obras que construí y han marcado mi vida son la Planta de Cementos Selva Alegre, Proyecto de Riego Latacunga – Salcedo – Ambato, Coliseo General Rumiñahui, Túnel de Oyacachi, Túneles de Guayaquil “El Carmen” y “Santa Ana”, y el Hotel Marriot.
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¿Cómo mira el futuro de Semaica?
Tenemos en nuestra historia 58 años y sé que tenemos por delante 58 años más; esto si continuamos enfocados en nuestros propósitos. Siempre valorando las enseñanzas que nos deja la experiencia, tanto si es compleja cuanto si es exitosa.
Esteban Sevilla es Gerente General de Semaica, un hombre optimista que trasciende este positivismo a su equipo de trabajo. “Cuando voy a una obra soy el que más camino, el que más sudo; me gusta que la gente sienta mi presencia, mi interés y mi esfuerzo… así trabajaba mi padre”, asegura.
¿Cuéntenos sobre su padre, tiene aún cercanía con la empresa?
Mi padre fue el Gerente General de Semaica, ahora yo ocupo este cargo. Desde el día que decidió separarse de la parte operativa respetó por completo mis decisiones. Agradezco su confianza porque ello es muestra de que estamos haciendo las cosas bien. Es un hombre cauteloso que siempre está al tanto de lo que sucede; viene a la oficina todas las mañanas y maneja sus temas personales.
¿Cuál es su estrategia para llevar adelante la compañía?
Nuestra filosofía se enfoca en ofrecer un trabajo de excelencia, innovación, tecnología de punta, precios justos, y competencia. Tenemos un récord inmaculado por concluir todas las obras que ha comenzado.
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¿Retos complejos en el camino?
La dolarización fue un momento muy duro; vivimos tres semanas donde no teníamos con qué pagar a la gente, y el año y medio posterior a ello no teníamos casi proyectos. Por ello decidimos unirnos con Uribe y Schwarzkopf, para construir un proyecto de 65 casas en un momento en que las dos compañías atravesaban tiempos complicados. Luego analizamos el mercado internacional y llegamos a Colombia con grandes proyectos. Al poco tiempo Ecuador generó más obras de construcción y volvimos para seguir trabajando en nuestro país.
¿Qué reflexión obtiene al trabajar en el exterior?
La experiencia nos mostró que no existen diferencias marcadas entre nuestros técnicos y procesos. Tenemos excelentes capacidades; pero, aprendimos que lo que funciona en un país no siempre funciona en otro.
¿Cuál es el presente de Semaica?
Estamos en un punto de madurez muy interesante. El cariño que ponemos a nuestra empresa, y el respeto que tenemos hacia los fundadores, hace que nos veamos envueltos en deponer cualquier problema en busca de que la empresa salga adelante. Eso queremos transmitir de generación a generación, para que en el futuro se institucionalice aún más a la empresa, y sea evaluada bajo estándares internacionales que se sostengan en el tiempo.
¿Cómo incentivan y apoyan al equipo humano de la compañía?
Tratamos de mantener a nuestro personal siempre activo y en constante capacitación. Apoyamos a todo nivel, no solo en formación técnica, sino en el cumplimiento de responsabilidades en el plano personal y laboral. Como Gerente de Semaica quiero transmitir la importancia que tiene en la vida la educación y la humildad.
¿Desarrollan proyectos sociales?
Claro que sí. Semaica tiene una visión social en favor del ambiente. Trabajamos un proyecto social al año, que consiste en estructurar el proyecto, desarrollarlo, organizar el presupuesto y buscar la ingeniería, sin cobrar honorarios. Así nació el Jardín Botánico, un Centro de Exposiciones en el Zoológico, un Centro de Adopción de niños y niñas en las laderas del Volcán Pichincha, la implementación del edificio Reina de Quito, entre otros.
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¿Hacia qué tipo de obras debería destinarse la inversión en el país?
Sobretodo a la educación. Semaica participó en la construcción de dos Escuelas del Milenio en Chontapunta y El Chaco, ese trabajo me trajo mucha satisfacción. Felicito al gobierno por estos proyectos.
¿Cómo manejan temas de impacto ambiental?
Primero socializamos con los vecinos la construcción de cualquier nuevo proyecto. Es importante mantener el respeto, el orden y la limpieza en las obras. Otro proyecto muy importante que deberíamos hacer es el control de aguas negras de Quito. Arrojamos todas las aguas servidas al río Machángara y al río Guayllabamba, y me gustaría trabajar por este tema, es inconcebible que aún no se tomen acciones concretas.
¿Tienen proyectos con certificaciones medio ambientales?
Estamos construyendo en la Av. 6 de Diciembre, en Quito, el primer edificio con certificación LEED, que es un sistema que legitima edificios sostenibles con un conjunto de normas, para la utilización de estrategias encaminadas hacia la eficiencia energética, energías alternativas, eficiencia del consumo de agua, selección de materiales, etc.
¿Qué proyectos han marcado su trayectoria?
Construir un proyecto puede llevarme a tener lágrimas en los ojos; involucra mucho esfuerzo y afectos, es como tener un hijo. Los proyectos que marcaron mi desarrollo profesional y humano son la Casa de la Música y el Orquideario en Quito, y los Túneles en Guayaquil. Soy tremendamente agradecido con el país y estoy orgulloso de ser ecuatoriano. Este país nos ha brindado muy buenas condiciones y la tranquilidad de poder vivir en paz; por ello le hemos devuelto mucho a través de nuestras obras y servicios. C!
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