Las carencias nos hacen mejores personas, afirma Gustavo Dávila, Gerente General de DAVCE, quien vivió parte de su infancia en un orfelinato. De ahí, junto a sus hermanos, pasó a una casa de adobe, sin luz ni ventanas, donde durmieron en un piso forrado de estera. No fueron pocas las ocasiones en las que, bajo alambradas, sustrajo papas para cocinarlas y alimentar a sus hermanos.
A los 13 años trabajó como peón y ayudante de construcción en el Club Los Chillos, y en su juventud formó parte de la Sociedad Bolivariana y del Circulo de la Prensa de Ecuador. Al alcanzar la edad adulta trabajó para empresas como FV y Edesa, labor que le sirvió de experiencia para que nazca en él la iniciativa de crear Distribuidora DAVCE, empresa familiar que exitosamente comercializa una amplia gama de productos de acabados de construcción, como material para pisos y paredes, inodoros, grifería de alta calidad y más. Cuenta con la distribución directa de reconocidas marcas como FV, Intaco, Edesa, Briggs, Teka y Graiman.
Gustavo Dávila, Gerente General de DAVCE
DAVCE es una empresa como muchas y como pocas. Su espíritu comercial es el motor de la actividad, pero valorar la vida y el trabajo es su principal diferenciador. DAVCE siembra esperanza y cosecha los sueños de quienes más lo necesitan. Sin duda su éxito empresarial se ha consolidado en base al trabajo esforzado, calidad de servicio y las relaciones de amistad que ha tejido con los clientes; pero el motor que estimula las acciones comerciales de DAVCE es el trabajo social para la Fundación Jóvenes contra el Cáncer de Ecuador, organización sin fines de lucro que está presente en 15 provincias del país.
Gustavo lleva esta lucha como bandera por una razón que vive, a pesar de la muerte, en su corazón. Hace diecisiete años su hijo, su gladiador como él lo llama, fue diagnosticado con cáncer y en 2006 partió al cielo. Desde entonces, Gustavo trabaja incansablemente por quienes padecen esta enfermedad y carecen de recursos para solventarla. Es así como crea Alianza Nacional por la Salud (ANS), colectivo que agrupa a 33 organizaciones de pacientes con diferentes patologías, a través de la cual replica el espíritu de ayuda que aprendió a ver en su hijo.
“Constructores de Esperanza” es el nombre del proyecto social creado por DAVCE. A través de una poderosa alquimia y espíritu colaborativo, sus clientes -empresas constructoras- se convierten en afiliados estratégicos que dan esperanza a los guerreros de la Fundación, pues de cada compra que realizan, un porcentaje va en beneficio de la Fundación. “Alrededor de $29.000 anuales se destinan a atender las necesidades más urgentes de la Fundación, porque cada vez que los clientes compran nuestros productos permiten que este proyecto se mantenga en el tiempo.” Sus clientes también pueden optar por convertirse en padrinos de alguno de los 1.450 guerreros que pertenecen a la Fundación, y aportar de distintas maneras para ayudar a cumplir sus sueños. “Hay constructores que directamente apadrinan a más de 45 niños con cáncer, depositando directamente $40 mensuales en sus libretas de ahorro para ayudarlos a que no abandonen sus tratamientos”, comenta.
Constructores de Esperanza cuenta con muchísimos integrantes. Entre ellos menciona con agradecimiento a generosos aportantes como Carlos Banderas, Pedro Ordoñez, Otto Maldonado, Alejo Barrezueta, Joan Proaño y Rodrigo Andrade; lista a la que se suman empresas como Semaica, Construecuador, Álvarez Bravo, Geopromotores, Diamond Developers, Grupo Puentes, Savec, Panecons, Tec Taller, Bentho, Construir Futuro, RDC, Prabyc, Inmosecon, Garvit, Sweethome, Iza Felix, Alpa, Hernández Mancheno, Leon, BV, Tamacon, Helvetia, Ings Pepinos, Vormund, Munoz Duque, Mejia & Narvaez, Cueva & Cueva, Repetto, Riofrío, Novocasa, Carranza, G&G, entre más clientes y amigos.
Melany Yaucán, Édison Vásconez, Vanessa Ríos, Gustavo Dávila, Ruth Araujo y Geovanna Tabango
DAVCE acumula 31 años de vida en Ecuador, durante los cuales ha recibido importantes reconocimientos otorgados por Constructores Positivos, Camicon y la Cámara de Comercio de Quito, que destacan en su misión corporativa la lealtad con el cliente, el compromiso de proveer productos y servicios a precios de fábrica, y brindar asesoría y asistencia técnica con un equipo de trabajo líder, especializado y creativo.
“Nuestros precios son similares a los que ofrece cualquier otro distribuidor en el país; y en muchos casos son incluso inferiores a los de la competencia, porque tenemos precios de fabrica con créditos convenientes”, nos dice. Al comprar en DAVCE, el constructor sabe que un porcentaje de su pago se destinará a beneficiar a personas diagnosticadas con cáncer.
Lealtad, gratitud e iniciativa son valores que Vane, Melani, del equipo Davce, respiran en cada visita a los proyectos. Además organizan visitas técnicas a las fábricas, cursos de actualización de conocimientos, charlas por la vida y desayunos para constructores con importantes conferencistas.
“Gracias a cada cliente y amigo por su valioso apoyo para convertir sueños en realidad y prolongar sonrisas en la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer de Ecuador”, dice al concluir. Esta, en pocas líneas, es la historia de Gustavo Dávila.