Denise Hidalgo
SAMBORONDÓN
Por: María Gracia Banderas
Julio 2015 – Agosto 2015
Abrigados por el cálido y húmedo clima de Guayaquil, la arquitecta Denise Hidalgo nos recibe en Samborondón en una casa que se convirtió en el lienzo en el que plasmó su creatividad y su esencia. La casa, cuyas dimensiones no pueden pasar desapercibidas, no tiene cerramiento. La fachada del lugar se destaca por lo alto de sus techos y por una elegante puerta de entrada.
Al interior del hogar se aprecia la combinación de estilos utilizados; muebles clásicos combinados con lo moderno de los acabados y lo acogedor de la madera. Los sillones de la sala se roban la atención por sus vivos colores entre los que impera el amarillo; y llamativos y sofisticados adornos en las mesas laterales y central. Las alfombras se sumergen en el conjunto de detalles que hacen del ambiente interior del lugar un todo lleno de armonía, vitalidad y estilo.
La comunicación visual entre interiores y exteriores es magnífica. Gran-des ventanales y una puerta de vidrio dan acceso al patio posterior, que es sin duda el lugar que todo invitado quiere visitar. Mobiliario adecuado para utilizarlo al aire libre, una llamativa piscina, y un gimnasio separado por un vidrio que permite disfrutar de la vista al río que linda con la propiedad. Es un hermoso panorama.
Denise Hidalgo es una artista. La arquitectura llegó a su vida como consecuencia de su gusto por el di-seño, la moda y el arte. Desde pequeña redecoraba su habitación y buscaba oportunidades para darle un toque personal a la casa de sus padres, y como es lógico, con el paso de los años estas destrezas se convirtieron en su forma de vida.
Su madre, una gran aficionada a las telas y las textu-ras, supo transmitirle las sensaciones que aportan los pequeños detalles a un hogar, y el efecto que provoca el acertar a la hora de conjugarlos, para matizar ciertos elementos con un protagonismo especial.
Cuando tuvo que elegir una profesión, Denise se inclinó primero por la decoración y el diseño de interiores, y luego optó por la arquitectura. Esta combinación de saberes le permite manejar proyectos de manera integral. Su buen ojo a la hora de apreciar espacios, analizarlos detenidamente e imaginar ambientes dentro de ellos, son factores que la han permitido destacarse en su profesión.
Sus trabajos se han desarrollado alrededor de proyectos en interiores y exteriores, aunque confiesa que su debilidad es la arquitectura y la construcción. El inicio en la que ahora es su exitosa carrera, se dio mientras trabajó como residente de obra en algunos proyectos de arquitectos reconocidos en Guayaquil. Posteriormente, cuando tuvo a su primer hijo, decidió trabajar independientemente en designios propios que le permitían ajustar sus horarios, y así empezó a forjar un nombre en el medio.
Retomó su profesión a tiempo completo cuando habían nacido sus hijos Luis Eduardo, Juan Luis y Denise. Durante tres años trabajó para una firma norteame-ricana, y fue cuando tomó la decisión de formar su propia empresa: HOI.
Entre los primeros proyectos que contrataron sus servicios destacan algunos restaurantes de Plaza Lagos, como La Boca del Lobo, El Pincho y La Doña, entre otros. Actualmente está construyendo algunas viviendas en Ayampe, y comenta, “este proyecto me encanta porque es en un entorno más natural y la arquitectura es vernácula. Estamos usando materiales como caña y madera. En poco tiempo estaré metida de lleno en ese lugar pues involucra desarrollar un proyecto urbanístico bastante grande”.
Denise es una profesional multifacética. Además de ser propietaria de HOI, es Gerente Comercial de Idílica, una promotora inmobiliaria en la que se ha visto obligada a desarrollar habilidades adicio-nales en las áreas de ventas y mercadeo. Estas se suman a su expertise como arquitecta, y el resultado es una mayor facilidad para comunicar de manera más amplia y eficiente los beneficios y cualidades de los proyectos que ofrece a sus potenciales clientes. Por el momento, su tiempo se enfoca en sacar adelante varios proyectos que se están desarrollando en Isla Mocolí.
En cuanto a su arquitectura, manifiesta que si bien su estilo es mayormente clásico, “he ido buscando un equilibrio, porque pienso que lo muy moderno o lo muy clásico no perduran en el tiempo porque pueden llegar a aburrir”. En este marco, Denise comparte con nosotros uno de sus últimos pro-yectos de remodelación en los que se evidencia la armonía entre la combinación de estilos, dan-do como resultado una decoración pulcra y muy acogedora.
“Esta no es una casa moderna ni totalmente clásica, es más bien ecléctica, pues combina adornos mo-dernos con muebles que son mucho más clásicos, en un entorno en el cual la madera provee mucha calidez. Además, se procuró hacerla completamen-te inteligente, con tecnología de vanguardia que permite, entre otras funciones, abrir las cortinas desde el celular. Creo que he encontrado ese equilibrio”, dice.
“Para la decoración de la casa se utilizaron produc-tos nacionales como son los muebles de Mirella Cesa; cojines y alfombras que fueron hechos por una diseñadora de Guayaquil, y poco a poco se fue completando cada espacio con otros elementos importados, como los tapices que fueron traídos de Italia, para darle una personalidad específica al lugar”.
Llama la atención la manera en la que las plantas y jardines expresan su belleza tanto en exteriores cuanto en interiores. “Se mantuvo una cerca viva en el jardín posterior, y los jardines interiores se llenaron de orquídeas”. El resultado son ambientes naturales de maravillosa sofisticación.
La arquitecta cuenta con una rutina diaria muy agitada pero se da tiempo para todo, incluso para hacer un alto a sus actividades y relajarse practi-cando yoga. Procura terminar sus labores antes del caer de la noche para compartir con sus hijos, ayudarles con los deberes, y mantener muy só-lida la relación que ha conseguido hasta ahora. “Una tiene que aprender a ser multifacética, así te vuelves muy eficiente y aprovechas el tiempo mucho más”, nos dice al despedirnos. Son mujeres como ella las que inspiran para enfrentar nuevos retos cada día.