Por Natalia Gandarillas
En un mundo donde la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente se han vuelto imperativos, el Colegio Alemán de Quito ha dado un paso significativo hacia la autosuficiencia energética. El Colegio ha implementado un ambicioso proyecto de paneles solares que no solo cubre el cien por ciento de su consumo energético anual, sino también se ha convertido en un modelo a seguir para otras instituciones educativas en la región. Pero antes de sumergirnos en la experiencia del Colegio Alemán, descubramos el origen de este tipo de tecnologías y cómo en Ecuador se las está manejando:
Los paneles fotovoltaicos tienen su origen en la observación del efecto fotovoltaico, descubierto por primera vez por el físico francés Alexandre Edmond Becquerel, en 1839, quien encontró que ciertos materiales producían pequeñas cantidades de corriente eléctrica cuando se exponían a la luz. Durante décadas, varios científicos realizaron significativos avances en esta tecnología, pero no fue sino hasta el siglo XX, específicamente en 1954, que los laboratorios Bell Labs desarrollaron la primera célula solar de silicio, con una eficiencia del 6%, capaz de convertir suficiente luz solar en energía eléctrica para alimentar pequeños dispositivos, marcando un hito importante en la evolución de la tecnología solar.
Entre 1950 y 1960, las células solares se utilizaron principalmente en aplicaciones espaciales, como satélites y naves espaciales, debido a su alta eficiencia y capacidad para generar electricidad en el espacio. En la década de 1970, la crisis del petróleo de 1973 aumentó el interés en fuentes de energía alternativas, incluyendo la energía solar, lo que llevó a mayores inversiones en la investigación y desarrollo de tecnologías fotovoltaicas. Durante las décadas de 1980 y 1990, se lograron mejoras en las eficiencias y se redujeron los costos de producción de los paneles solares, haciéndolos más accesibles para aplicaciones comerciales y residenciales. En el siglo XXI, los avances en materiales y técnicas de fabricación, junto con políticas de apoyo e incentivos gubernamentales alrededor del mundo, han impulsado una rápida expansión del uso de paneles fotovoltaicos. Además, se ha trabajado en la integración de tecnologías de almacenamiento de energía y sistemas de gestión inteligente para optimizar el uso de la energía solar.
En 2018, Ecuador publica oficialmente la primera regulación para el uso de energía distribuida, que norma y promueve la instalación de sistemas solares fotovoltaicos en cubiertas o terrenos dentro de predios residenciales, comerciales o industriales, para la generación y el autoconsumo en el mismo punto donde se encuentra la demanda. Uno de los principales incentivos de este marco legal es la posibilidad de inyectar energía eléctrica excedente, desde los sistemas solares hacia la red pública, estableciendo un sistema “Net Metering” que intercambia energía generada por energía consumida. Esta Regulación promueve el uso eficiente de recursos energéticos, fomenta la inversión en tecnologías limpias y establece incentivos para la implementación de proyectos de energía renovable a pequeña escala.
Víctor Aanen, Gerente Administrativo del Colegio Alemán de Quito
Para esta entrevista, CLAVE! tuvo la oportunidad de conversar con Víctor Aanen, Gerente Administrativo del Colegio Alemán de Quito, y con Christian Marín, Gerente de la Empresa RENOVAENERGÍA, quienes nos han compartido la historia de cómo el Colegio Alemán Quito ha logrado su autosuficiencia energética:
El Primer Paso
Esta iniciativa comenzó en 2012, cuando el Colegio realizó un pequeño proyecto piloto con una cantidad reducida de paneles solares. Este proyecto inicial demostró la viabilidad de utilizar energía solar de manera eficiente y sentó las bases para lo que sería un cambio monumental en la forma en que la institución aborda su consumo energético actualmente.
La Iniciativa de los Estudiantes: El Motor del Cambio
Hace aproximadamente tres años, un grupo de estudiantes, de los últimos años de bachillerato, presentó un proyecto ambiental que buscaba mejorar el funcionamiento del Colegio desde una perspectiva de sostenibilidad ambiental. Entre las propuestas destacaron la recolección de basura, la creación de espacios verdes y, por supuesto, la implementación de energía solar. Pero fue en el departamento de física del Colegio, donde este grupo de estudiantes analizaron las ventajas de la ubicación geográfica que tiene Ecuador: su ubicación ofrece condiciones óptimas para la captación de energía solar. El entusiasmo estudiantil fue el catalizador para llevar la idea de uso de paneles solares al siguiente nivel.
De la Idea a la Realidad
Con el respaldo de la Directiva del Colegio, se presentaron propuestas formales y se llevaron a cabo licitaciones para elegir al proveedor adecuado. La empresa RENOVAENERGÍA, con la que el Colegio ya tenía una experiencia previa muy positiva, fue la ganadora del contrato.
Se realizaron estudios detallados para determinar la mejor ubicación y cantidad de paneles necesarios para cubrir el consumo energético anual de las instalaciones del Colegio. El resultado fue la instalación de 560 paneles solares que generan aproximadamente 360,000kWh/año.
La Ley ecuatoriana
La normativa ecuatoriana permite la generación y autoconsumo de energía distribuida, lo que ha facilitado este tipo de iniciativas. En esta línea, el proyecto de implementación de paneles fotovoltaicos para el Colegio busca cubrir el 100% de su consumo energético anual. Cabe señalar que del 100% de la demanda de energía requerida, una parte se consumirá directamente y otra parte desde la red pública, por ejemplo en las noches o días que no existan las condiciones climáticas para generar energía a través de los paneles fotovoltaicos. Por otro lado, cuando las instalaciones están en desuso, como fines de semana, tardes y vacaciones, la energía generada se inyecta a la red de energía eléctrica estatal. Por lo tanto,entre la Empresa Eléctrica Quito y el Colegio, no existen cruces monetarios, sino cruces en kWh/año, de acuerdo a las regulaciones existentes.
Por otro lado, por el momento el Colegio ha tomado la decisión intencional de no almacenar la energía excedente en baterías de litio, no solo por su alto costo, sino por el impacto ambiental que implica la producción, disposición y reciclaje de las baterías.
Cabe señalar que, si bien el consumo energético a través de la generación de los paneles fotovoltaicos representa un ahorro en los gastos anuales del Colegio, esta no fue la motivación principal para su implementación, sino el impacto ambiental y el mensaje que el Colegio puede dar a la comunidad.
Superando Desafíos Técnicos y Logísticos
La implementación del proyecto no estuvo exenta de desafíos. La importación de los paneles desde China y la coordinación de la instalación en los distintos edificios del Colegio requirieron una planificación meticulosa. Sin embargo, una vez que los paneles llegaron, la instalación se completó en un mes. La seguridad fue una prioridad, especialmente al trabajar en un entorno escolar con niños curiosos y activos. Se tomaron medidas rigurosas para asegurar que la instalación se realizara sin incidentes.
Tecnología y Sustentabilidad
Los paneles solares utilizados en el proyecto son de última tecnología, conocidos por su durabilidad y eficiencia. Se estima que los paneles solares utilizados en el Colegio emperazán a reducir su rendimiento, del 100% al 80%, recién a partir de la tercera década de uso, por lo que su durabilidad se extiende en el tiempo.
Christian Marín, Gerente de la Empresa RENOVAENERGÍA
Actualmente, el mercado de paneles solares es predominantemente chino, sin embargo, los inversores utilizados –el “cerebro” del sistema— provienen de Austria y son de la más alta calidad. Estos dispositivos no solo convierten la energía solar en electricidad utilizable, sino también permiten el monitoreo en tiempo real del rendimiento del sistema a través de una aplicación móvil. Esta tecnología avanzada asegura que el sistema funcione de manera óptima y que cualquier problema pueda ser detectado y solucionado rápidamente.
Impacto y Resonancia en la Comunidad
La respuesta de la comunidad escolar ha sido abrumadoramente positiva. Los estudiantes y sus familias están orgullosos de ser parte de un colegio que no solo promueve la educación de calidad, sino que también lidera el camino en prácticas sostenibles. La instalación de los paneles solares ha despertado el interés de otras instituciones educativas en la región.
Educación y Conciencia Ambiental
Una de las características más destacadas del proyecto es su integración en el currículo escolar. Los estudiantes tienen acceso a la aplicación móvil que muestra en tiempo real la cantidad de energía generada y consumida, así como el impacto ambiental positivo de la instalación. Este enfoque educativo busca inculcar en los estudiantes una conciencia profunda sobre el uso responsable de los recursos naturales y la importancia de las energías renovables.
Mirando Hacia el Futuro: Nuevos Proyectos Ambientales
El éxito del proyecto de energía solar ha inspirado al Colegio a explorar nuevas iniciativas ambientales. Una de las metas para el próximo año es mejorar el sistema de recolección de basura y asegurar que todos los residuos reciclables se gestionen adecuadamente hasta su destino final. Además, se está considerando la implementación de un sistema de recolección de agua de lluvia para el riego de jardines y áreas verdes del colegio.
Víctor Aanen
Reflexiones Finales
El proyecto de paneles solares del Colegio Alemán es un ejemplo inspirador de cómo las instituciones educativas pueden liderar el camino hacia un futuro más sostenible. Al aprovechar la energía solar, el Colegio no solo reduce su huella de carbono, sino que también sirve como un modelo educativo para sus estudiantes y la comunidad en general. La combinación de tecnología avanzada, compromiso ambiental y educación integral demuestra que es posible hacer una diferencia significativa en la lucha contra el cambio climático, incluso desde el entorno escolar.
Una Semilla para el Cambio
El Colegio ha sembrado una semilla que promete crecer y florecer en otras instituciones y comunidades. El impacto de este proyecto trasciende las fronteras del Colegio, demostrando que con visión, compromiso y colaboración, es posible lograr un cambio positivo y duradero. En un mundo que enfrenta desafíos ambientales cada vez mayores, iniciativas como estas ofrecen esperanza y un camino claro hacia un futuro más verde y sostenible.