Termina su período de dos años como presidente, da un paso al costado pues considera importante la alternabilidad. Es necesario que los jóvenes tomen la posta en la dirección de un club que lleva 48 años al servicio de 705 socios titulares y 3.250 usuarios… Así comienza esta conversación con Miguel del Pozo, Ingeniero Mecánico y Sommelier, el día que precisamente se llevaron a cabo las elecciones de la nueva Asamblea de Representantes.
El 30 de junio quedará en el recuerdo de los socios como la fecha en que el Club marcó un hito importantísimo en su historia. Miguel inaugura su obra insigne: la nueva Casa Club, un espacio de bienvenida al público. No solamente es funcional y estética, sino que esta infraestructura convierte al Jacarandá en uno de los mejores clubes de Ecuador. A decir de los presentes, es un sueño hecho realidad, es la conclusión de una aspiración de varios años que se materializó bajo la acertada iniciativa del Ing. del Pozo.
Era imperativo que, habiendo el Club alcanzado el posicionamiento que ha logrado, cuente con una zona de recepción acorde a las exigencias de los socios. Una muy bien equipada sala acoge las reuniones de las directivas, como los consejos de administración, vigilancia y las diferentes comisiones.
“La Casa Club es moderna y práctica, ahora el socio cuenta con un área de primera categoría”, nos explica Miguel. La nueva infraestructura contempla un área de juegos de salón y una sala de esparcimiento para aquellos que prefieren disfrutar bajo techo. Tiene, además una guardería para que los niños sean atendidos por parvularias. “Son instalaciones adecuadas para recibir al socio como se merece”, explicó.
El nuevo edificio fue diseñado por uno de los socios más distinguidos del Club, el Arq. Christian Wiese, reconocido profesional ecuatoriano cuya obra ha obtenido premios arquitectónicos a nivel nacional e internacional, y con quien el club ha generado una excelente relación. Su visión es parte del crecimiento y desarrollo de las instalaciones, y es evidente que plasmó en la arquitectura el estilo apropiado para un club de esta categoría.
“Es un arquitecto innovador y eso buscábamos para construir este espacio”, nos dice el Ing. del Pozo. “Queríamos una Casa Club majestuosa, que sea de impacto para el visitante y provoque una grata primera impresión. Christian, de forma inteligente, transformó nuestras ideas en un diseño que potenció el entorno natural. La casa, a pesar de su gran dimensión, no se contrapone a la naturaleza, más bien es amigable y se funde con el entorno”.
Para la construcción de este nuevo espacio se utilizó estructura metálica, gypsum, mármol travertino en el ingreso, y en los pisos superiores se colocó porcelanato fino. El espacio es totalmente abierto, sin barreras visuales, con divisiones de vidrio entre las oficinas, salvo en la sala de reuniones y gerencia general que se independizan con elementos que proporcionan la privacidad adecuada.
Desde la entrada a la Casa Club, la conexión entre la zona interior con los jardines y el espacio verde es ininterrumpida. “Integramos los espacios desde afuera hacia adentro para que el resultado sea de armonía, que permita que todo fluya e incorpore las sinergias de las diferentes áreas en su totalidad. Los socios están muy a gusto, hemos recibido comentarios positivos que demuestran la satisfacción que sienten ante esta obra que engrandece al club”, comentó el Arq. Nelson Martínez, quien construyó la obra.
Para Miguel del Pozo, el Jacarandá es hoy un club “aspiracional”, pues se ha transformado en ese lugar donde todos quieren estar. Incluso reconocidas marcas de primer nivel se encuentran entre los auspiciantes que forman parte de los eventos que se organizan aquí. Y para muestra basta un botón: ésta es la sede del torneo de tenis ATP 250, un evento deportivo internacional de gran envergadura y repercusión mediática a nivel mundial.
Nos cuenta que esto se consiguió gracias a la empresa privada, a Fabricio Valdivieso y Manuel Maté de Colombia, que encontraron en el club las instalaciones adecuadas, y así lo dieron a conocer al representante y dueño de la franquicia deportiva, quien también se enamoró del club al apenas conocerlo, y afirmó que nunca había encontrado un lugar tan apropiado para el ATP. Esto es motivo de orgullo, pues esta gestión además aporta al turismo, ya que presenta al Ecuador en 180 países cada año. El último ATP 250 acogió a decenas de miles de personas en estas instalaciones.
Miguel destaca la ubicación del club y su entorno natural, dos variables que a su criterio lo hacen imbatible. Están también las dos piscinas temperadas, la nueva piscina cubierta semi-olímpica, once canchas de tenis (dos de ellas cubiertas e iluminadas), y el único estadio de tenis construido para el efecto en el país. Dos canchas de squash, espacio para yoga, gimnasio (uno de los más completos de Quito), áreas húmedas, juegos infantiles, restaurante, snack bar y delicatesen. Entre los servicios que ofrece a los socios están el vacacional, los intensivos de verano de tenis y natación; campamentos que cuentan con seguro de accidentes, transporte y profesores capacitados en el cuidado de niños y jóvenes, y en el desarrollo de actividades deportivas.
Basta estar aquí una mañana para sentir que el Jacarandá es un club con mucha vida y energía. Su presidente saliente insiste en que es imperativo que la gente de la ciudad y el país conozcan este espacio de esparcimiento, pues en poco tiempo será el único pulmón que le quede a Cumbayá debido al fuerte crecimiento inmobiliario en la zona. “Este club quedará intacto porque no está previsto construir nada aquí, y solamente quedan unas pocas membresías disponibles. Lo mejor que tenemos son los socios, y si somos el mejor club de Ecuador es gracias a ellos. Estoy seguro que los nuevos directivos continuarán trabajando en nuestra línea y lo harán muy bien”.
El Club Jacarandá aporta a las tradicionales fiestas de la ciudad con el ya conocido ‘Jacarandazo’, la mejor farra de las fiestas de Quito por la amistad, camaradería de los asistentes y el gran nivel de los reconocidos artistas internacionales que aquí se presentan. El año pasado fue Fanny Lu, y este 2018 la sorpresa tendrá los mismos alcances.