Por Adelaida Jaramillo
Tradición italiana en Guayaquil
Cuando hablamos de pasta sabemos que nadie supera a los italianos, pero no es lo único en lo que son excepcionales, también incorporan mariscos en varias de sus preparaciones y logran resultados asombrosos, lo cual es lógico considerando que casi todas sus regiones tienen salida al mar. La próxima vez que vaya a un restaurante italiano, le recomiendo que piense en combinar estas dos especialidades antes de ordenar.
La spaghetteria y risotteria Carlo & Carla, ubicada en Plaza Lagos, tiene una sobria y a la vez acogedora decoración, semejante a los “palazzi” italianos. Grandes murales con paisajes que nos transportan a la Toscana, esa mágica región italiana con caminos rodeados de viñedos de Chianti, se complementan a la perfección con el juego de muebles de madera oscura que se encuentra en el interior del restaurante.
Este es el lugar ideal para celebrar una comida familiar o pasar una increíble reunión con amigos, incluso ir en solitario, para disfrutar de la variedad del menú que ofrece uno de los mejores restaurantes de comida italiana en Guayaquil. Y si gusta, para mayor privacidad, en el nivel superior es posible reservar un salón exclusivo.
El menú está diseñado por su dueño, el chef Carlo Colombara, quien abrió su primer restaurante en Ecuador en 1997, y desde entonces ha recibido muchos reconocimientos por rescatar los sabores tradicionales de Italia. Su hija Carla está a cargo de la administración, y es con quien dio vida a este negocio que empezó siendo una rosticería que tan solo duró dos meses, porque los comensales demandaban un restaurante.
Las opciones de la carta son variadas. Entradas o antipastos como carnes curadas, aceitunas, quesos y vegetales en conserva, o los antipastos marinos como brochetas de langostinos o conchitas con escalopes gratinados son una gran elección. El siguiente paso puede ser una de las sopas o ensaladas que son el abreboca adecuado para el plato fuerte: pastas con distintas salsas, risottos, o los insuperables gnocchi de Carlo que garantizan el máximo mimo al paladar. Todo esto puede complementarse con un delicioso y fresco coctel, de entre una sorprendente variedad de combinaciones.
Sin duda, uno de los favoritos en el menú es la preparación de langosta, que recomendamos acompañarla con una botella de Brunello di Montalcino, vino tinto italiano elaborado con uvas Sangioveses. Un auténtico tiramisú de postre complementa la experiencia con un delicioso punto final.
La carta de vinos realmente merece una mención especial. Contiene hasta 50 variedades y marcas para lograr el maridaje perfecto con su elección de alimentos, sean estos pescados, carnes, pastas o mariscos. Los menús de tres tiempos para eventos tienen un precio de $40 más impuestos, y una cena para dos personas oscila entre $65 y $80.
El restaurante trabaja con los mejores productos locales, pero también se importan ingredientes italianos para garantizar mayor fidelidad con los sabores de la cocina de autor de ese origen, y al mismo tiempo equilibrar la relación entre calidad y precio.
Carlo y Carla ofrecen promociones y eventos con música en vivo constantemente, y festivales gastronómicos con platos estacionales que no forman parte del menú establecido. Es preferible reservar su mesa para ser atendido apenas llegue, pero si debe esperar, hágalo, porque vale cada minuto.
La experiencia gastronómica no estaría completa sin mencionar que el servicio es atento y cortés. Además, el restaurante honra al movimiento, cada día más en auge, del slow food. Así, los comensales pueden degustar, disfrutar y valorar la calidad de la comida sin apuro.
Antes o después de comer, aproveche para recorrer el elegante proyecto urbano en Plaza Lagos Town Center, donde está ubicado el restaurante. Encontrará galerías de arte, librerías, y varias plazas cuya característica principal es el de formar parte de un entorno donde el agua es protagonista, y el maravilloso estado de ánimo de la gente inunda el ambiente.