* Foto de portada: Ricardo Coronel Ruiz – Singular Ecuador
Carchi
Reserva Ecológica El Ángel
Por: Belén Guerrero
Las reservas ecológicas esconden lugares mágicos, son espacios alejados de la ciudad, donde la experiencia consiste en recargar esas energías que solo la misma naturaleza entrega.
Aproximadamente a tres horas desde Quito viajando en vehículo se encuentra el Bosque de Polylepis, dentro de la Reserva Ecológica El Ángel, en la provincia de Carchi.
El escenario parecería ser parte de una pintura surreal. El ambiente es frío, húmedo, y es común encontrarlo cubierto por una capa de neblina, lo que incrementa el nivel de misticismo de la experiencia.
Los protagonistas, como su nombre lo delata, son los árboles polylepis. Su corteza rojiza tiene infinitas capas de lo que parecería ser papel. Los troncos y ramas desafían las leyes de la gravedad, convirtiendo al bosque en el hogar perfecto para hadas y duendes.
Foto cortesía Polylepis Lodge
Esta especie de árboles crece un milímetro de espesor cada 10 años. Se los encuentra cerca de ríos, en zonas húmedas, porque sus raíces no son largas. También se los conoce como colorados, por el color de su corteza, o también como el árbol de muchas capas. Es difícil determinar la edad exacta de los más antiguos, pero los guías cuentan que algunos tienen entre 1,500 y 2,000 años.
Para vivir esta experiencia al máximo es recomendable hospedarse en Polylepis Lodge, el único establecimiento que se encuentra dentro de la Reserva, y que actuando bajo la filosofía del ecoturismo busca preservar el bosque milenario y todos los animales que viven dentro.
Foto: Ricardo Coronel Ruiz – Singular Ecuador
Es un hospedaje de lujo. Cuenta con cabañas amplias provistas de cobijas eléctricas en las camas y agua caliente, además de parqueadero y paquetes con tres comidas diarias incluidas en la tarifa. También dispone de una sala comunal donde la chimenea nunca se apaga. A cualquier hora se puede tomar té de sunfo, una planta aromática y medicinal.
Foto: Ricardo Coronel Ruiz – Singular Ecuador
En los exteriores de las cabañas se despliegan senderos, que al recorrerlos se transforman en caminos naturales rodeados de polylepis. El Lodge ofrece caminatas diurnas para explorar el bosque y sus alrededores; caminatas nocturnas con antorchas, donde los guías cuentan las leyendas que dan origen al Bosque de Polylepis.
El ecosistema en el que se encuentra el bosque es el páramo. En sus alrededores destaca el frailejón, una planta muy típica del páramo, con textura afelpada y color blanco. Venados de cola blanca, armadillos, conejos y lobos de páramo, son algunos de los animales que residen en este lugar.
Foto: Ricardo Coronel Ruiz – Singular Ecuador
Desde lo alto de las montañas vecinas al Lodge se puede ver el bosque, sin imaginar que esconde cascada, río, lagunas e infinitos caminos por donde perderse. Es un oasis de 12 hectáreas, que se destaca por el misticismo que otorga su antigüedad y autenticidad.
En un país con infinitas opciones cada alternativa tiene su encanto, sea estar cerca al mar, en la mitad de la selva, o en este caso, dentro de un mágico bosque milenario.