Por Lorena Ballesteros
Es una reina con “don de gentes”. Es fácil sentirse cómodo en su compañía e iniciar una conversación sin tapujos. Es una mujer sin poses y con metas claras. Trabaja más de ocho horas al día y constantemente lo hace los siete días de la semana. Su oficina está en el Patronato San José, una hermosa casa patrimonial de adobe y ladrillo, donde realizamos la producción de fotos para esta entrevista.
La sede del Patronato fue fundada en el año 2001, en un edificio que fue construido en 1895. Es una casa tradicional republicana que guarda cientos de anécdotas, y gran riqueza histórica que se nutre en razón de quiénes fueron sus habitantes. Aquí nació el reconocido político Luis Felipe Borja, y fue la residencia del General Eloy Alfaro Delgado, quien fuera Presidente Constitucional de la República en los períodos 1895-1901 y 1906-1911. Posteriormente se convirtió en la sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Ecuador y del Instituto Superior de Pedagogía del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Aunque se desconoce quién fue el arquitecto, la residencia guarda un estilo colonial que apunta hacia lo neoclásico. Ubicada en la calle Chile, entre la Benalcázar y Cuenca, presenta una fachada refaccionada que protege con rigurosidad su estilo original. Balcones de hierro forjado, techo de teja, molduras, cornisas y pasamanos en madera; y en la planta baja, galerías con columnas de piedra y pilastres de madera de la época. Por dentro se aprecia el tradicional patio central, y hacia el fondo, sus patios traseros. Sin duda, para Ana Carolina es un lujo desarrollar sus actividades entre paredes que guardan tanta riqueza histórica.
Claro que le gustaría que sus momentos en el Patronato San José fuesen más largos, pero su función como Reina de Quito demanda que mucho de su tiempo lo dedique a visitar empresas, asistir a eventos dentro y fuera de la ciudad, además de cumplir con la agenda de visitas a medios de comunicación que atiende constantemente.
No recuerda cuándo fue la última vez que tuvo momentos libres. Antes se daba tiempo para escalar, acampar y cocinar. Sí, es una gran repostera. Quienes han probado sus galletas, pasteles o eclaires dan fe de ello. Su familia vive en Guayaquil, y si bien ella actualmente reside en la casa de sus tíos en Cumbayá, de ese estilo de relajación cumbayasense nada ha podido disfrutar. Tampoco es algo que la aqueje. Ana Caro se levanta positiva a las 06h00 y muchas veces llega pasada las 21h00 con la misma energía con la que se despertó.
Así, con este preámbulo, comienza nuestra entrevista, en la cual aterrizamos en temas más específicos sobre su rol y su gestión.
¿Cómo ves el rol de la mujer en la sociedad actual?
A pesar de que nuestra sociedad todavía es machista, siento que las mujeres hemos avanzado muchísimo, incluso en el ámbito público donde se ha incrementado la presencia femenina. Las mujeres ostentamos cargos de poder, y prueba de ello son la Asamblea Nacional y los ministerios, donde tenemos una representación del 54,55%. También me sentí orgullosa con la designación de María Paulina Aguirre como Presidenta de la Corte Nacional de Justicia, algo que no sucedía desde hace 188 años.
¿Es difícil ser Reina de Quito?
Elegí un rol que puede juzgarse equivocadamente por falta de conocimiento de la labor que hay detrás. Hay un estereotipo que se debe ir rompiendo poco a poco, para que la empresa privada y la ciudadanía te reconozcan por tus valores y el esfuerzo en tu trabajo. Es importante que miren tu proyecto, tus metas, y se convenzan de la ardua gestión que ejecutas.
Trabajas 24/7, ¿cómo lo haces?
La clave es no estigmatizarlo como un sacrificio. Me encanta lo que hago. Hay tanto por hacer y tan poco tiempo para hacerlo! Es una labor que la realizo con el apoyo de todo el aparato del Patronato San José, y tengo que reconocer la valía de mi asesora, Daniele Salvador. Ella es relacionista pública del Patronato y se especializó en vinculación con la comunidad, y es mi mano derecha para canalizar proyectos de Responsabilidad Social. Somos un equipo de mujeres que va en la línea de empoderar a la mujer, que desde roles como el mío nos proyectamos con firmeza.
¿En qué otros aspectos defiendes el rol de la mujer?
En todos los posibles. La mujer es capaz de dirigir empresas, de ostentar cargos públicos, de liderar en todos los campos en los que se desarrolla el ser humano. El arte y la literatura tienen importantes representantes, por ejemplo Rupi Kaur, de cuya autoría recomiendo su obra “Otras maneras de usar la boca”.
¿Qué es Quito para ti?
Una ciudad que se aprecia por muchos factores, entre ellos la diversidad de su gente. Cada sector y cada barrio tienen características particulares y necesidades diferentes, pero todas se aglutinan en una comunidad que busca un cambio. Por eso la labor de Reina de Quito es de mucha responsabilidad y compromiso. Se requiere ser sumamente organizada para establecer redes de contacto y plantearse metas reales que puedan cumplirse en el tiempo que dura el reinado. Afortunadamente el equipo de apoyo es increíble.
¿Recaudar fondos es tarea sencilla?
No, para nada. Es un trabajo de lunes a domingo, y no es fácil. Se piensa que a la Reina de Quito le abren las puertas fácilmente y le destinan fondos sin problema, pero no es así. La tarea es ardua y la responsabilidad es altísima, porque todas buscamos dejar un proyecto palpable que contribuya con la ciudad y los grupos vulnerables.
¿Cómo escoges a qué grupo apoyar?
Es complejo. Hay adultos mayores, grupos con discapacidad, madres solteras, personas con adicciones, niños, mujeres maltratadas… Lo increíble es que apoyamos a muchas fundaciones y centros a la vez. Pero más allá de eso, también está la responsabilidad de plantear un proyecto propio en el que se trabaja a lo largo del año.
¿Cuál es el tuyo?
Mi proyecto central es uno de espacios públicos inclusivos para personas con discapacidad. Está centrado en adecuar uno o varios parques de la ciudad con equipo recreativo para este grupo de personas. El Municipio especificará en cuáles podremos trabajar, no sabemos si será un gran parque o si nos concentraremos en espacios más pequeños, dependerá del monto recaudado en nuestros eventos. Paralelamente doy apoyo a todos los proyectos del Patronato San José y organizo eventos grandes para recaudación de fondos con un fin específico: mi campaña “Quito yo te aporto”.
¿Cuál es el objetivo de “Quito yo te aporto”?
Incentivar la responsabilidad social empresarial para que la comunidad se comprometa con las personas que se encuentran en circunstancias de vulnerabilidad. Mi labor es ser intermediaria entre los centros y fundaciones que requieren ayuda, y las empresas que quieren aportar como parte de su política de responsabilidad social. En el fondo, todas mis metas confluyen en lograr un Quito mejor.