«SHINE IN QUITO”: Un nuevo concepto de ciudad
Por Paulina Narváez
Álvaro Madonado, Secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio de Quito, siguiendo los lineamientos de Mauricio Rodas, busca con optimismo transformar la capital ecuatoriana en un polo de desarrollo económico y una verdadera ciudad de negocios. Su objetivo prioritario es el de transmitir confianza y tender puentes entre el sector público y el privado para convertir a Quito en una ciudad de oportunidades, con un nuevo concepto de ciudad renovado y con una agenda productiva agresiva en la atracción de inversiones y de turismo.
El Municipio se ha propuesto incrementar el flujo de inversiones e iniciativas productivas, así como complementar el turismo de placer con un turismo de negocios y estudios, esto brindará mayor rédito a la ciudad y potenciará a su vocación económica natural que es el turismo.
Esta Secretaría busca mejorar los niveles de competitividad, fomentando actividades económicas productivas, basadas en un modelo de desarrollo que se apalanca mucho en el sector privado. “Consideramos que el gobierno local debe ser un facilitador, un promotor; y el sector privado el emprendedor. Es nuestra premisa más importante”, dice Álvaro. La relación es vital, “buscamos un espacio de diálogo permanente, proactivo y a largo plazo. Por eso reactivamos el Consejo de Competitividad de la ciudad, representado por las cámaras gremiales de todos los sectores productivos de la ciudad, la academia, y el Municipio. Hace mucho que en el país no existe un espacio real de diálogo transparente y fluido con el sector privado”.
En ese marco, reveló las acciones que desde su cartera se están impulsando para alcanzar la reactivación económica de la ciudad en los ámbitos de inversión, proyectos estratégicos, e incentivos que se generan con el fin de reactivar la construcción, el urbanismo y la movilidad.
Según Álvaro, el país está viviendo una coyuntura compleja. “Es un año de estancamiento económico, y para mitigarlo la actual administración municipal propone un modelo de desarrollo de la mano del sector privado, apalancado en inversiones estratégicas y en proyectos importantes de infraestructura que dinamicen la actividad económica de la ciudad”. Con esto asegura que a través de dichos programas, las empresas quiteñas principalmente serán las proveedoras de servicios, materiales e insumos para toda la obra pública, sin olvidar la generación de empleo. “Solo la construcción del Metro refleja una fuerte inversión de capital fresco externo, y además generará 5.000 empleos directos y 15.000 indirectos a lo largo de los 36 meses de construcción. Otros proyectos emblemáticos de obra pública como Quito Cables, la alternativa al túnel Guayasamín, los intercambiadores, la extensión de la Ecovía y Trolebus, se harán a través de alianzas público-privadas y con insumos de industrias ecuatorianas, especialmente quiteñas”.
Se fomentará la actividad productiva privada con incentivos y con una reforma estratégica para la reducción de la tramitología, sobre todo para el sector de la construcción, “porque es el primer afectado en una coyuntura de crisis, cuyas ventas han caído más del 22% en 2015”. La alcaldía impulsa un paquete de atracción de inversiones que incluye desde permisos para mayor edificabilidad y potenciación de nuevas zonas, hasta incentivos tributarios y reducción significativa de los trámites que en los últimos años se convirtieron en un obstáculo para el ciudadano y sobre todo para las empresas. “Que los edificios puedan ser más altos significa que podrán ser más rentables y serán más atractivos para el constructor”, nos dice.
Se incentivarán zonas de la ciudad como la del Parque Bicentenario, “donde construiremos el primer ícono que será un impulso definitivo para la reactivación económica: el Centro de Convenciones Quito”, señala Álvaro, quien asegura que a partir de marzo de 2016 comienzan los trabajos de construcción, y se edificará con el legado que dejó la empresa que construyó el Aeropuerto de Quito, esta obra generará alrededor de 400 plazas de empleo directo. “Es una donación que está totalmente financiada y planificamos que esté lista y funcional para octubre, es decir, para ser inaugurada en el marco de Hábitat III 2016”.
El Centro de Convenciones Quito contará con toda la infraestructura necesaria para eventos de gran magnitud. “Es una obra de alto desarrollo arquitectónico que aportará de manera positiva al ornato de Quito, pues está planificado que en las once hectáreas asignadas se construya también hoteles, un centro de negocios, y el ágora para conciertos. Todo un trabajo de planificación urbana de altísima calidad que se conectará con la Av. Amazonas a través de un bulevar y la parada de El Labrador del Metro”. En definitiva, será una importante plataforma económica de desarrollo de la ciudad que representa un flujo importante de inversión privada.
Este es un año de inauguración de obras significativas, como la regeneración del Parque La Carolina, con el fin de aportar no solo al ornato sino también a la reactivación económica de Quito. También tenemos los proyectos de reactivación del Centro Histórico que incluyen una plataforma gubernamental y municipal, e importantes proyectos de regeneración urbana.
En cuanto a los incentivos están trabajando en una propuesta integral para mejorar el clima de negocios de Quito la cual incluye incentivos para los sectores afectados por la coyuntura económica Álvaro menciona que por ejemplo “en la construcción estamos por implementar unas nuevas reglas técnicas de otorgamiento de derechos de edificabilidad (venta de pisos adicionales a los establecidos en el Plan de uso y ocupación de Suelo) que permitan incrementar el número de pisos en predios situados sobre los principales ejes de la ciudad y en áreas de influencia de las 15 estaciones del Metro de Quito. Esto sin duda es un incentivo directo para contrarrestar la caída del sector. Otro incentivo que será más amplio, es la reforma a la ordenanza 406 de 2013 sobre proyectos Público-Privados que son proyectos de infraestructura y servicios en los cuales nos asociamos con la empresa privada en una relación ganar-ganar. Proyectos como los que hemos mencionado se volverán más atractivos con la reforma que implementaremos; para el mes de abril, esperamos tener listo el análisis y la propuesta completa para su puesta en marcha”.
De este modo el mecanismo de socialización que se aplicará para comunicar estas nuevas estrategias se basa en la ejecución de foros de atracción de inversiones. En esta materia piensan ser muy agresivos y esperan tener dos este año, para presentar lo que tiene la ciudad, qué ofrece dentro de su portafolio de proyectos, su estabilidad jurídica, su gran conectividad, y sobre todo, mostrar que es un espacio interesante para hacer negocios. “El aeropuerto es el puerto de entrada más importante del país, y en materia de carga es uno de los más importantes de Latinoamérica. Esto no pasa desapercibido para la comunidad económica internacional y hay que potenciarlo”.
Otro de los aspectos en los que la Secretaría de Desarrollo Productivo trabaja de manera intensa es en lograr un mejor ordenamiento territorial. A través de la consultoría con la empresa española Tecnalia se determinarán los polígonos industriales, pues “no solo Quito, sino todas las ciudades de Latinoamérica han tenido un desarrollo urbano bastante desordenado, y a lo largo de los años las empresas ubicadas a las afueras de las ciudades han sido absorbidas, y hoy tienen que convivir amigablemente con los vecinos”, explica Álvaro. “Estamos desarrollando parques industriales y la Zona Económica de Desarrollo Especial (ZEDE) junto al Aeropuerto de Quito, que dispone de un espacio de 220 hectáreas aledañas a la pista de aterrizaje, para el efecto. A través de Naciones Unidas se está gestionando un concurso para que las empresas presenten planes y propuestas para desarrollar una zona económica especial”.
Recalca que “cuando tengamos parques industriales desarrollados y delimitados, con reglas claras que brinden seguridad jurídica a largo plazo, será un incentivo inequívoco para que las empresas hagan sus inversiones en la ciudad”. En este sentido, bien valdría hablar del retorno que puedan dar esas inversiones, lo cual es bastante complejo, porque son distintos los sectores a los que se apelará, y la tasa interna de retorno depende de cada actividad.
“El modelo de desarrollo de alianzas público privadas, por ejemplo de Quito Cables, puede hacerse por medio de concesión a través de la tarifa, a un plazo de 20 años. Pero habrá otros con tasas internas de retorno a plazos menores, como las Casas Patrimoniales que se pueden vender y reactivar como hoteles, y proyectarían recuperar la inversión en cinco o seis años; también están los proyectos de vivienda dentro del Casco Colonial que tienen gran proyección, como las embajadas o las Naciones Unidas con todas sus agencias que ya se están trasladando allá.
El tema movilidad es una prioridad para la alcaldía. “Esto es vital porque la ciudad ha crecido mucho, y debemos impulsar estos nuevos polos de desarrollo económico, para que la gente tenga que trasladarse lo menos posible para satisfacer sus necesidades, y cuando lo haga, sea con un servicio público de calidad”. Por ello, hubo una fase de estudios preliminar a la construcción del Metro, avalada por organismos multilaterales, para determinar cuáles son los polos de desarrollo hacia donde la gente se tiene que movilizar. “Las 15 paradas del Metro son muy bien pensadas en relación a las nuevas plataformas gubernamentales, a las zonas de desarrollo económico y comercial, y también a las zonas educativas”.
Álvaro Maldonado lo tiene claro y lo transmite a través de su gestión. “Queremos convertir a Quito en una ciudad inteligente, moderna, con servicios, con conectividad, una Smart City, que refleje su luz y oportunidades . Que la gente mire a Quito como una ciudad que genera confianza, donde pueda proyectarse como persona y como inversionista, donde las pequeñas y grandes ideas se concreten, ese es nuestro compromiso”.