El despunte de Miami
Por: Caridad Vela
Diciembre 2013 – Enero 2014
En un agitado día, como lo son todos para Adriana, tengo nuevamente el gusto de conversar con ella en su recientemente inaugurada tienda insignia donde también funciona su estudio de dieño interior en Cumbayá. Hay muchas novedades sobre la mesa, lo noto en su mirada siempre viva, y me dispongo cómodamente a escucharlas.
Adriana Hoyos es esposa, es madre, es empresaria, y es marca. Cuatro posiciones cuyo paralelismo ha logrado entrelazar con sabiduría para lograr éxito en un mundo muy competitivo. “Eduardo y yo compartimos una misma visión en la vida”, nos dice. “A través de los años hemos caminado juntos, hemos educado a nuestros hijos con un mismo enfoque y hemos conformado un equipo de trabajo en nuestro mundo de diseño que con perseverancia y esfuerzo avanza a buen ritmo en busca de poder trascender y dejar una huella.”
Cordial, amable, y con esa alegría que la caracteriza, me invita a sentarme en su oficina de diseño. “Tengo tanto que contarte”, me dice, y así inicia esta agradable conversación.
Empecemos por la nueva tienda Adriana Hoyos que has inaugurado en Miami…
Este es el tercer local bajo marca insignia que tenemos en Estados Unidos, pues abrimos Dallas hace poco. Este nuevo local acabamos de reabrir. Está ubicado en la zona del Miami Design District que presenta una importante evolución en el mundo del diseño de interiores, mobiliario, arte y también moda. Ahí se encuentran los mejores y más lindos almacenes, restaurantes de alta gastronomía están abriendo sus puertas, y se evidencia una regeneración urbana muy importante.
¿Cómo se da esa regeneración en el Design District?
El proceso de renovación de este sector surge gracias a una persona muy importante en la comunidad de Miami, Craig Robins, que hizo posible la regeneración de un barrio que estaba en muy mal estado, para convertirlo en la zona donde se encuentran los almacenes de retail más lujosos de Miami. Marcas como Prada, Christian Dior, Loubutin, Cartier y otras están una junto a la otra. Ahí está el almacén insignia de Adriana Hoyos.
¿Hicieron esta inversión durante la crisis?
El lado bueno de las crisis es que presentan oportunidades encubiertas. Si tienes un plan de negocios sólido, como es nuestro caso, el riesgo vale la pena porque seguramente habrá cosecha en el futuro. Siempre hemos sido pioneros y por eso le apostamos al Design District. El nuevo local es esquinero, tiene dos pisos y es mucho más grande e importante que el anterior. Aquí se evidencia el nuevo modelo de negocios que estamos aplicando a nivel internacional. Nos sentimos orgullosos de que el diseño ecuatoriano esté codeándose con los mejores diseñadores europeos y latinoamericanos, pero más allá de eso, somos de los pocos diseñadores que sobrevivimos la crisis inmobiliaria.
¿Muchas marcas cerraron en estos años?
La crisis inmobiliaria en los Estados Unidos, que se sintió con mucha fuerza en Miami, generó un decante natural en el mercado de diseño. Marcas grandes y reconocidas cerraron sus puertas, pero nosotros no sólo que sobrevivimos, sino que hoy ocupamos un sitio muy importante en el mercado. Tanto así que la tienda Adriana Hoyos es considerada ancla en la zona del Miami Design District.
¿El horizonte va despejándose?
Si bien lo peor de la crisis se ha superado, todavía se deja sentir. Parecería que todo está resurgiendo, pero la recuperación es muy lenta y el mercado está aún tibio. A pesar de eso, logramos sortear el mal temporal y el mercado se proyecta estable para nuestra marca. No es fácil competir, por ejemplo, con fabricantes italianos que han estado en la actividad durante tres generaciones, pero nuestra propuesta es diferente, exclusiva, original y está en constante renovación. Al final del día, es el cliente el que elige la mejor opción y avala tu permanencia en el negocio. El reto de mantener tu visión, y sobresalir, es enorme.
¿Qué te diferencia de otras marcas?
A nivel personal, la perseverancia que tenemos Eduardo y yo en esta empresa. Le hemos apostado mucho a nuestra visión del negocio, no solamente con recursos económicos, le hemos apostado nuestra vida. A nivel corporativo esa visión incluye replicar en Miami lo que planteamos en Cumbayá, es decir, incorporar la oficina de diseño interior al showroom de mobiliario y accesorios. Durante alrededor de 15 años he viajado casi semanalmente entre Quito y Miami, pero llegó el momento de tener oficinas en las dos ciudades. Debo recalcar que mi hermana Ángela es parte importante de este equipo.
¿La oficina de diseño interior es un valor agregado para tus clientes?
Desde hace mucho tiempo era mi sueño. Tenía el espacio en este nuevo local en Miami, pero no lo había adecuado para oficina hasta que llegó el día en que debía atender a un cliente. Todos en la oficina, cargamos muebles, limpiamos, adecuamos espacios, decoramos esos metros cuadrados, y recibí a este nuevo potencial cliente en mi oficina de diseño interior. El espacio tiene muy buena energía y ha tenido gran acogida. De hecho, ya he firmado los primeros acuerdos para diseñar proyectos de grupos importantes en Miami.
¿Me das la primicia?
El primer contrato que se firmó en la nueva oficina de Miami es con el mega proyecto Doral Downtown, impulsado por Oswaldo Betancourt y Armando Codina, dos empresarios visionarios líderes en desarrollo inmobiliario. Llegaron, trabajamos, conversamos y se cerró el negocio. Antes de abrir esta oficina yo era la diseñadora que viajaba entre Ecuador, Panamá, México, Estados Unidos y más, pero no tenía una dirección fija en estos países. El hecho de tener una oficina demuestra estructura corporativa y genera credibilidad ante los clientes. A la hora de cerrar negocios esos detalles son de alta importancia.
¿Cuéntame detalles de Doral Downtown, el nuevo proyecto en Miami?
Es un proyecto de un visionario cubano, Armando Codina, que es el propietario de 50 hectáreas en esa zona. Evidentemente él estuvo esperando el momento oportuno en la reactivación del mercado en Miami e ideó un proyecto con mucha raíz, mucho fundamento, algo muy estudiado y bien pensado. No se trata de un edificio, se trata de construir una ciudad. El plan masa contempla todo lo imaginable: altas torres, edificios de oficinas, edificios de apartamentos, vivienda unifamiliar, colegios, supermercado y todos los servicios para que el habitante tenga en el entorno todo lo que necesita. Incluso el City Hall tendrá su espacio.
¿De qué te encargas específicamente en este proyecto?
Soy la diseñadora de interiores. En Estados Unidos todo es muy bien programado, tanto así que hay un equipo de profesionales con responsabilidades específicas con los que debemos trabajar coordinadamente. El promotor, constructor, arquitecto, paisajista y diseñadora de interiores nos juntamos a trabajar antes de que se abra el primer hueco en la tierra para que todo esté óptimamente estructurado. Todos son gente de primera línea y con tremenda reputación profesional, me emociona mucho ser parte de este equipo humano. Es un proyecto a largo plazo que trae consigo el beneficio adicional de conocer gente maravillosa, excepcional, y eso me encanta.
¿Los muebles los fabricarás en Ecuador?
Todo es de fabricación orgullosamente ecuatoriana. Desde aquí exportamos a todos los puntos de venta y a los proyectos para los que nos han contratado. Fíjate que en la Terminal para Jets Privados del Aeropuerto de Londres que terminé hace poco, desde el primero hasta el último clavo es hecho en Ecuador. Ahora estamos terminando el diseño para la Terminal de Jets Privados del Aeropuerto de París y todo será ecuatoriano. Aquí tenemos la fábrica y manejamos directamente el control de calidad en nuestros productos. No valdría la pena tener una fábrica en otro país y arriesgar nuestra calidad por bajar costos de transporte.
¿Tienes presencia en varios países?
Hemos logrado globalizarnos gracias a un enorme esfuerzo. En 2001 abrimos el local en el Design Center of the Americas en Miami; el showroom en el Miami Design District se abrió inicialmente hace siete años y ahora hemos inaugurado el nuevo, donde están nuestras oficinas. La tienda de Dallas la abrimos a inicios de este año y Adriana Hoyos Santiago de Chile abre sus puertas en estos días. Vale la pena mencionar que Chile es un logro de Pro Ecuador, quien a través de sus gestiones nos puso en contacto con nuestros socios para abrir esta tienda.
¿Cómo divides tu tiempo?
Ahora que mis hijos están graduados y viven fuera del país, he debido alargar mis días para cumplir con todas mis obligaciones. Cuando viajo, trabajo incluso en fines de semana porque asistimos a ferias y otros eventos. Si estoy en Quito evito ir a la oficina en fin de semana, pero la conversación familiar siempre está matizada por el negocio. Esto requiere de bastante sacrificio, a pesar de que me encanta y me divierto mucho trabajando. Afortunadamente mis hijos están involucrándose en el negocio: Eduardo José trabaja con nosotros en Miami, y Andrea es diseñadora de interiores. De momento está haciendo pasantías en New York, pero pronto estará trabajando conmigo.
¿Eduardo es tu principal apoyo?
La clave ha sido trabajar juntos, con pasión y con la misma visión. Sólo así se puede lograr lo que hemos logrado fuera del país. Eduardo es quien lidera la parte del negocio y yo soy el alma del diseño de la marca. Miami ha sido la ciudad que apalanca nuestro negocio internacional, fue una muy buena apuesta que ahora rinde frutos. Nuestros clientes internacionales, sean mexicanos, guatemaltecos, peruanos, chilenos, panameños y de toda la zona del Caribe, nos conocen por la tienda en Miami. El esfuerzo que esto ha requerido no hubiese sido posible sin Eduardo.
¿Cómo ves el mercado ecuatoriano?
Extremadamente bien. Todos los días hay proyectos nuevos, sobre todo en el nicho que yo atiendo. Mi pasión son las residencias de lujo. A pesar de que esto requiere mucho más trabajo que otro tipo de proyectos, el 70% de lo que estoy haciendo es en ese nicho. Busco mejorar la calidad de vida de la gente que me contrata, diseñando residencias que brinden confort y relajamiento. Con la experiencia acumulada en tantos viajes alrededor del mundo, he descifrado cómo la mezcla de ciertos elementos que se pueden poner en una casa aportan al estilo de vida de quienes la habitan.