Guayaquil
Por: María Gracia Banderas
La inmediatez del mundo actual nos permite estar a un clic de las últimas tendencias en alta costura, accesorios novedosos o emprendimientos relacionados a la industria de la moda. Pero, ¿qué es lo que roba nuestra atención? Aquellos productos con un valor diferenciador, aquellos que entregan al consumidor elementos con toques de delicadeza y distinción, aquellos que dan ese tinte de exclusividad a quienes los portan.
Este es el caso de SensiStudio, marca creada por una ecuatoriana de buen gusto, visionaria, y sobre todo orgullosa de lo que Ecuador tiene para ofrecer al mundo. Estamos hablando de Stephany Hollihan, diseñadora de modas guayaquileña, que ha dejado en alto el nombre del país comercializando accesorios que gozan de posicionamiento y demanda excepcional en el mundo entero.
Para conocer más sobre esta magnífica propuesta Stephany nos recibe en su hogar en Guayaquil. Su vida es activa, dinámica, y la creatividad es parte del día a día. Su tiempo transcurre entre Ecuador y el extranjero mientras cuida de cada detalle de su negocio, pero en Guayaquil sus raíces son profundas y es donde disfruta de esa pacífica sensación de decir ‘estoy en casa’.
En la decoración priman los grises, el blanco, y no pasan desapercibidos los toques en verde esmeralda y azul marino. “Me gusta que la casa tenga una mezcla de nuestro gusto personal, donde hemos incorporado algunos objetos comprados en nuestros viajes, como piezas de arte, esculturas, etc. La asesoría del arquitecto Daniel Muñoz, con quien estamos haciendo una casa en la playa, ha sido muy valiosa. En la redecoración usamos muebles de su tienda Casa Veranda, donde todo es espectacular porque la selección de productos es cuidadosamente editada y escogida con impecable gusto”.
Entre todos los elementos decorativos, Stephany tiene especial cariño a sus lámparas de Campari, diseñadas por el reconocido diseñador industrial alemán Ingo Maurer. Todo en su casa es maravilloso, pero al hablar de sus áreas preferidas menciona dos: “la habitación de mi hija Delfina es un espacio zen y femenino, que además tiene una vista increíble del parque; y la sala de música, que es donde pasamos tiempo con la familia y es también un muy buen ambiente para fiestas”.
Es evidente que estamos tratando con una esteta. Los espacios en su hogar son pulcros, expresan conceptos claros, transmiten distintas sensaciones. “Creo que las personas que aman el diseño o el arte tendrán siempre cierta sensibilidad a otras expresiones que están relacionadas, sea arquitectura, interiorismo, etc. Viví cinco años en Milán, que es la capital de la moda y el diseño de interiores, y absorbí un poco de ese gusto milanés para crear interiores contemporáneos con toques clásicos y algo de eclecticismo. Salone del Mobile Milano es increíble, todos los showrooms de muebles y decoración organizan eventos, y la verdad es que te involucras mucho en ese mundo. Era imposible no contagiarse con el gusto por el diseño”.
Apartándonos un poco de sus espacios personales pisamos el terreno de su exitosa vida profesional. “Siempre amé el arte y el diseño. Al graduarme del colegio pasé seis meses en Florencia y supe que quería seguir viviendo en Italia. Decidí lo que quería hacer en el futuro e inicié mis estudios en diseño de moda en el Instituto Marangoni”.
Los estudios aportaron para que Stephany desarrollara y fortaleciera el concepto de una marca propia. “Mi experiencia en Milán fue excelente porque la preparación no es solamente escolástica. Te involucras en varios proyectos con empresas de la industria de la moda, y eso te prepara muchísimo para los trabajos que puedas tener después. Te dan todas las herramientas necesarias para que tu inmersión en la vida profesional sea excepcional. Hice también una maestría en manejo de marca, y busqué añadir a mi educación en diseño de moda todo lo relacionado a negocios, porque sabía que en algún momento de mi vida iba a querer tener uno propio”.
Y es así como empieza a consolidar su idea. La artesanía ecuatoriana es muy valiosa y apreciada a nivel internacional. Con esta premisa nace SensiStudio en 2010, un laboratorio de diseño que hoy está presente en más de 15 países. “Comencé con Panamá Hats y luego fuimos añadiendo más productos como bolsos de playa y ciudad, y ropa de mujer. Quería crear una marca que tenga mucha moda y un factor cool, pero que no dejara de lado mis orígenes. Soy ecuatoriana.”
Todos los productos cuentan con diseños originales, y sobre todo con calidad de primer nivel. Son elaborados a mano en Ecuador, bajo un concepto artesanal enfocado en tendencias de actualidad y en ese esteticismo que caracteriza a las mujeres de hoy, que buscan detalles delicados para complementar su guardarropa.
Es evidente que cada producto tiene alma, cada uno lleva impreso el gusto y personalidad de Stephany. “Mis diseños reflejan mi gusto personal y mi creatividad; trato de pensar en cosas que yo quisiera ponerme, pero también pienso en los diferentes tipos de clientes a las que llego con mis accesorios”. Sin duda es una variedad que engloba todos los pormenores que convierten a las piezas en exquisitas, y por ello la acogida que la marca ha tenido a nivel internacional.
Los productos son comercializados en países como Japón, Estados Unidos, Australia, Italia, entre otros, en tiendas de lujo y retailers online como Net-A-Porter, Moda Operandi, o Takashimaya. “Creo que nuestro éxito es una mezcla de la originalidad e innovación en los productos de paja toquilla, que se suma a nuestra ética de trabajo, y por supuesto al excelente servicio que brindamos”.
Presentar productos de óptima calidad, y el hecho de que sus piezas sean aclamadas por los gustos más exigentes de la palestra mundial, ha llevado a Stephany a ocupar espacios en importantes publicaciones internacionales. Sin duda, ella es un claro ejemplo de visión, emprendimiento, y de orgullo por aquello que Ecuador tiene para ofrecer al mundo.