Su paso y huella en Ecuador

Por: Lorena Ballesteros

Un magnífico regalo llegó a CLAVE! en vísperas de Navidad. Se trata de un libro cuyo contenido es riqueza pura. Arquitectos Checos en Ecuador Siglos XX-XXI -obsequio de la firma Uribe & Schwarzkopf, editado por Trama Ediciones y de autoría de Evelia Peralta y Rómulo Moya Peralta- contiene “breves notas históricas y biográficas y algunas de las obras representativas de profesionales de la arquitectura que tienen en común una historia compartida por ellos mismos o sus familias, un lugar común y raíces en Europa, en la República Checa, y un punto de llegada común, Ecuador”, según lo manifiesta en el prólogo del libro el arquitecto Tommy Schwarzkopf. Debido al tesoro albergado en cada una de sus hojas, hemos publicado una reseña que esperamos rinda el merecido homenaje.

Migración. Desplazamiento de poblaciones. Búsqueda de un nuevo rumbo, a veces con ilusión y otras con desasosiego. Desde el inicio de la civilización, los seres humanos se han desplazado por diversos motivos: fenómenos naturales, conflictos bélicos, crisis económicas, coyunturas políticas… El libro Arquitectos Checos en Ecuador Siglos XX-XXI pone en contexto la migración judía propiciada por la brutalidad de la Segunda Guerra Mundial, muchos de ellos alemanes, pero también polacos, húngaros y checos. La obra hace hincapié en este último colectivo, pues entre los ciudadanos que llegaron, desde lo que ahora conocemos como República Checa, estaban arquitectos que posteriormente influyeron en el diseño urbano de Quito, Cuenca y Guayaquil.

Fue a mediados de los años 30 que Ecuador comenzó a albergar a inmigrantes europeos, la mayoría de ellos judíos. Si bien hubo quienes llegaron con las manos vacías, su cerebro y su corazón venían cargados de experiencia y talento profesional. Artistas, científicos y literatos consolidaron espacios de reunión para conocerse entre sí y llevar una vida tranquila, lejos de los horrores de la guerra.

Cuando terminó el conflicto bélico, algunos de los migrantes (no solo los que habían llegado a Ecuador), emprendieron el camino de regreso a Europa; pero la gran mayoría, no tenía a donde volver. Las ciudades estaban devastadas, había hambre, enfermedades e incertidumbre. Con el paso de los años, las incipientes ciudades latinas se convirtieron en un cálido y prometedor lugar para echar raíces. Quito no fue la excepción. La explotación petrolera en la década de los 70 fue definitiva para abrirse a la modernidad.

Sin duda, para los checos no debió ser sencillo desprenderse de la hermosa Praga. Una ciudad que para 1930 se consolidaba como un pequeño museo viviente. Era la más prominente de la región de la Bohemia, aupada por tradición, historia y cultura. En esos años, el urbanismo y la arquitectura se enriquecieron con nuevas técnicas de construcción. También con materiales como al acero, una especie de símbolo de modernidad que sirvió para elevar rascacielos y propiciar palacios de cristal, bibliotecas y estaciones de ferrocarril. La creatividad en el diseño también tuvo su sello, la Casa Municipal de Praga o el Teatro en Prostejov fueron exponentes de una corriente conocida como secesión Secese, reconocida en toda Europa.

Los maestros checos, referentes del cubismo, devinieron en la arquitectura funcionalista de la que fueron representantes Jan Kotera, Josef Gocar y Pavel Janak. Este estilo se desprendió de los ornamentos y apeló a lo práctico, incluso en términos de diseño y decoración interior. Este grupo de arquitectos influyó en personajes más contemporáneos como Karl Kohn, quien posteriormente se radicó en Ecuador y enriqueció al país con su conocimiento.

En Europa en general, y particularmente en la República Checa, uno de los problemas más serios después de la guerra, causado por la destrucción bélica y también por la suspensión del sector constructivo, fue el de la vivienda. El Estado intervino en la reconstrucción, pero los arquitectos jóvenes y los referentes checos habían emigrado. Ecuador tuvo la suerte de enriquecerse con Karl Kohn, Otto Glass Pick y Edwin Adler; de ver crecer a Ovidio Wappenstein, y de recibir en nacimiento a Tommy Schwarzkopf. Todos ellos han contribuido al desarrollo arquitectónico en Ecuador, por lo cual, como se menciona en el libro, es importante pasar revista por sus principales obras.

KARL KOHN

(Praga 1894 – 1979 Quito)

Fue el tercero de siete hermanos. Su dote artístico lo llevó a la Academia de las Artes en Praga, en donde posteriormente obtuvo el título de Arquitectura e Ingeniería. Hasta 1938 él y su hermano Otto figuraban entre los arquitectos más reconocidos de su país. Incluso, a inicios de los años 30 se publicó el libro Kohn Arquitekts que mostró sus obras destacadas, como chalets, villas de fin de semana, edificios comerciales. Lamentablemente la guerra estalló y los Kohn se vieron obligados a abandonar su país natal. Llegaron a Ecuador en 1939. Karl ya estaba casado con Vera Schiller y se establecieron en Quito. Comenzó como profesor de dibujo en la Escuela de Bellas Artes, luego en la Escuela de Ingenieros del Ejército y finalmente en la Universidad Central. Esto le dio la entrada como consultor en el departamento de construcciones escolares del Ministerio de Educación. Con tremenda carta de presentación, no tardó en hacer obra pública y privada.

Su residencia en Quito fue inaugurada por todo lo alto, con la presencia del presidente Galo Plaza Lasso. Su propuesta combinaba arte y técnica con un alto sentido de la funcionalidad. Muros texturados, techos de teja, buena distribución e integración de los espacios…

El estilo de Kohn se plasmó en Guayaquil en el Banco de Descuentos, la Casa Tosi y el edificio INCA. En Quito están la Casa Urrutia, la Casa de Vera Schiller, y proyectos de diseño en la Mariscal, por mencionar algunos.

Karl Kohn con su obra plástica Foto: Archivo Familia Kohn, Quito. Digitalización: Shayarina Monard (2007) FADA - PUCE

Karl Kohn con su obra plástica Foto: Archivo Familia Kohn, Quito. Digitalización: Shayarina Monard (2007) FADA – PUCE

Vera Schiller de Khon. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

Vera Schiller de Khon. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

CASA URRUTIA. Foto: Archivo Familia Kohn, Quito. Digitalización: Shayarina Monard (2007) FADA - PUCE

CASA URRUTIA. Foto: Archivo Familia Kohn, Quito. Digitalización: Shayarina Monard (2007) FADA – PUCE

CASA VERA SCHILLER DE KHON. Foto: Archivo Familia Khon, Quito. Digitalización: Shayarina Monard (2007) FADA - PUCE

CASA VERA SCHILLER DE KHON. Foto: Archivo Familia Khon, Quito. Digitalización: Shayarina Monard (2007) FADA – PUCE

OTTO GLASS PICK

(Praga 1903 – 1976 Quito)

Se formó en la Escuela Técnica de Praga y sacó los títulos de Ingeniero y Arquitecto. Glass había contraído matrimonio con Elsa Hermann y juntos emprendieron la aventura de migrar a Ecuador y escapar de la guerra en 1940. Embarcaron sus pertenencias para cruzar el Atlántico, pero por algún motivo desconocido no abordaron el barco, y en hora buena, pues el barco se hundió y perdieron todo lo que habían despachado. Sus amigos y familiares pensaron que habían fallecido en el naufragio.

Una vez en Ecuador, Glass se contactó con la comunidad judía. Él era un reconocido arquitecto en Praga y estaba dispuesto a seguir con su profesión en América. A pesar de la dificultad para conseguir acero y cemento fue recursivo e ingenioso utilizando ladrillo, chocoto en las paredes, carrizo en los techos y madera para la arquitectura residencial. Su éxito fue rotundo. Construyó la primera casa de la comunidad judía en la calle 18 de Septiembre, en Quito. Llegó un momento en que construía 15 o 20 obras simultáneas. La casa taller de Olga Fisch, y la casa del pintor Jan Schreuder muestran su estilo arquitectónico.

OTTO GLASS. Foto: Archivo Familia Buckovsky Barrera

OTTO GLASS. Foto: Archivo Familia Buckovsky Barrera

Casa Taller Olga Fisch. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

Casa Taller Olga Fisch. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

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EDWIN ADLER TELLER

(Moravia 1916 – 2007 Miami)

Comenzó su formación académica en Praga, pero la tuvo que interrumpir por la persecución nazi a los judíos. Su familia emigró en 1939 y en el barrio de La Floresta comenzaron una nueva vida. Siete años después de radicarse en el país revalidó sus estudios en la Escuela de Arquitectura, fundado por el uruguayo Gilberto Gatto Sobral. Tanto sus estudios como su vida sentimental se forjaron en Ecuador. Aquí contrajo matrimonio con Laura Salvador Andrade.

Como profesional proponía diseños de acuerdo al número de miembros de la familia, a sus roles y espacios. Evidentemente la racionalidad europea estaba presente en sus obras, pero sin perder su toque artístico, pues además fue un gran dibujante. Trabajó de la mano con Alfonso Calderón Moreno, gran exponente del estilo neocolonial.

Entre sus obras se le atribuyen el Teatro Hollywood, la Casa Garzón, el edificio del Cuerpo de Bomberos, la Casa León Orellana, el Colegio Manuela Cañizares y varias casas en los barrios de la Vicentina y La Floresta, aportando un toque de modernización arquitectónica a la ciudad.

EDWIN ADLER. Foto: Archivo Familia Adler

EDWIN ADLER. Foto: Archivo Familia Adler

Casa León Orellana. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

Casa León Orellana. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

Colegio Manuela Cañizares. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

Colegio Manuela Cañizares. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

OVIDIO WAPPENSTEIN ULRICH

(Valencia, 1938)

Sus padres salieron de Bratislava, parte de la antigua Checoslovaquia, en busca de mejores condiciones a España. Allí nacieron sus hijos, pero cuando tenía cinco años su familia se instaló en Ecuador.

Estudió en los colegios Espejo y Mejía. Consiguió una beca Fullbright y terminó sus estudios en Estados Unidos. Al regresar al país, la Escuela de Arquitectos ya estaba consolidada y allí se graduó.

De la misma bancada que Sixto Durán Ballén y Jaime Dávalos, Wappenstein ha sido un referente del desarrollo urbano. Ha ganado 13 veces el premio Ornato Municipal y sus obras están en Quito, Guayaquil, Ibarra y Salinas. Visionario de los conjuntos de vivienda económica y progresiva. Planificador urbano en Sangolquí, Conocoto y Quito.

Su estilo se ha caracterizado por los edificios de altura, de planta libre y racionalidad funcional. Promotor del uso del hormigón visto y armado, tan utilizado actualmente. Su sello se imprime en el edificio de CIESPAL, los edificios de COFIEC Y CFN, el Colón Miramar en Guayaquil, y el Hilton Colón en Quito.

OVIDIO WAPPENSTEIN. Foto: Renata Ponce, Archivo Trama

OVIDIO WAPPENSTEIN. Foto: Renata Ponce, Archivo Trama

CIESPAL. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

CIESPAL. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

COFIEC. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

COFIEC. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

Hotel Hilton Colón. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

Hotel Hilton Colón. Foto: Rómulo Moya Peralta, Archivo Trama

TOMMY SCHWARZKOPF

(Quito, 1954)

Sus abuelos partieron de Europa por la persecución nazi y llegaron a Ecuador en busca de una mejor vida. Su padre poco les habló de ese azaroso pasado que prefería olvidar.

Él y su hermano Jimmy estudiaron en el Colegio Americano. Proveniente de una familia sumamente trabajadora, Tommy, como se le conoce ahora en el medio, comenzó a remodelar casas para familias checas que vivían en Ecuador desde que tenía 15 años, y así desarrolló su gusto por la construcción. Graduado de la Universidad Central en Arquitectura, dio clases de matemáticas en el Colegio Americano y fue el entrenador de básquet. A los 20 años construyó su primer edificio, incluso antes de terminar sus estudios universitarios.

Posteriormente, en la década de los 80, la firma Uribe & Schwarzkopf, despegó y se convirtió en un referente del sector de la construcción. Comenzaron a construir edificios con departamentos de 100m2 que se adaptan al ingreso económico y estilo de vida de sus habitantes, pensando en los distintos tamaños de las familias y sus necesidades.

Entre sus obras están el Conjunto Parque Real, Edificio Plaza 6, Edificio Ritz Plaza, Cosmopolitan Parc, Metropolitan Quito, por mencionar algunos, pues sería complicado mencionarlos todos. Además, sus nuevos proyectos que romperán esquemas de diseño contemporáneo como Yoo Quito y Yoo Cumbayá.

TOMMY SCHWARZKOP. Foto: Archivo Tommy Schwarzkop

TOMMY SCHWARZKOP. Foto: Archivo Tommy Schwarzkop

Metropolitan. Foto: Sebastián Crespo

Metropolitan. Foto: Sebastián Crespo

Cosmopolitan Parc. Foto: Lorena Darquea

Cosmopolitan Parc. Foto: Lorena Darquea

Conjunto Parque Real. Foto: Lorena Darquea

Conjunto Parque Real. Foto: Lorena Darquea