Por: María Gracia Banderas
Patricio y Maritza nos reciben en su hogar ubicado en una de las zonas más exclusivas de Cumbayá: Pillagua. Esta es una casa que imprime la huella del arquitecto desde el ángulo en que se la mire. Materiales puros, espacios abiertos, zonas construidas con base en la espectacular vista; modernidad pura.
De estructura mixta, con muros portantes y losas de hormigón con apoyos puntuales en metal, los materiales son naturales y no han sido tratados. El hormigón visto luce como salido del encofrado y el acero mantiene la belleza de la ausencia de retoque. El vidrio aporta a la condición espacial de la casa y la madera le da un tinte de calidez.
Orientada hacia el sol de la mañana, el porche, los volados y los materiales constructivos se traducen en atenuantes de la cantidad de luz que permite la intencional construcción de este hogar. En cuanto a iluminación artificial, el lugar cuenta con luces indirectas y otras puntuales procurando siempre la discreción de estos elementos.
Estrategias de ventilación pasiva han sido aplicadas en esta casa, el cruce de vientos y la arquitectura misma aportan condiciones para el máximo confort de la familia. “Nuestra casa es cómoda. Me encanta estar en ella, disfruto de todos sus espacios. Casi no hay paredes y esta estructura nos permite compartir en familia”, señala Maritza.
Alrededor de 600m2 de construcción en un terreno largo de 1.300 m2, con 50m de frente y solo 20m de calle. Todos los espacios de la casa están dirigidos hacia la vista con la que cuenta el terreno, desde distintos ángulos. Y los espacios de la zona social se integran a un mismo eje: la cocina.
La casa, según manifiesta Patricio, viene a ser la suma de todas las experiencias que ha tenido. A este espacio se incorporan piezas clave como parte de la decoración: una silla de Le Corbusier, otras Eames, expresivos cuadros de Paula Barragán…
A Patricio Endara, premio nacional de arquitectura y ganador de varios premios ornato de Quito, le define su gusto por los espacios abiertos, limpios y sobrios, en los que las cosas son claras y fáciles de entender.
Tu proyecto más reciente se ubica también en Pillagua…
Sí, contempla tres casas totalmente independientes entre sí, cada una en un terreno de 1.000m2, con un área aproximada de 504m2. Las casas aprovechan al máximo la espectacular vista hacia el valle y cada una está rodeada de amplios jardines. Todas pueden incorporar una piscina.
¿Cómo están concebidas?
Estas casas, de elegante arquitectura moderna, cuentan con una amplia zona social totalmente acristalada y de generosa altura, que puede integrarse por un lado a un porche con chimenea, donde pueden ubicarse sala y comedor exteriores; y hacia el otro lado a un generoso jardín privado donde se ha colocado una zona de BBQ. Las mamparas de vidrio se podrán correr totalmente, hasta desaparecer para así integrar completamente el interior con el exterior. La cómoda y amplia cocina tipo americano, equipada con una gran isla, se puede incorporar a la zona social a voluntad, y cuenta, además, con un área privada de desayunador y despensa. Cada casa tiene tres dormitorios, con walk-in closet y baño cada uno. Adicionalmente, la sala familiar se ubica en un espectacular espacio a doble altura.
¿Es factible modificar las casas?
Absolutamente. Son personalizables. Es decir, se puede aumentar un estudio, o una cuarta habitación con baño, así como un gran deck de madera, con o sin piscina o hidromasaje. La idea es adaptar cada una a las necesidades específicas de los propietarios.
¿Cómo definirías a tu obra?
La arquitectura que yo hago es muy honesta, no usamos revestimientos, tratamos de explotar la calidad misma del material. Sin maquillaje. Los espacios están diseñados para potenciar el sitio donde se emplaza. A mis alumnos les digo que para empezar a hacer un proyecto siempre es importante conocer el lugar, no solo en sus condiciones físicas, sino en todas sus dimensiones tales como las de asoleamiento, ruido, vistas, vientos, etc.
¿Qué factores consideras clave en el desarrollo arquitectónico de una obra?
Hay dos etapas muy importantes; la primera es conocer al cliente y saber qué es lo que necesita, cuáles son sus aspiraciones, y a través de eso establecer un programa arquitectónico que determina no solo las necesidades espaciales, sino su forma de vida. Por otro lado, conocer el terreno, y de acuerdo a esto, plantear una obra que sea acorde con el sitio. Estas dos condiciones dan como resultado una arquitectura trascendente.
Tu estudio de arquitectura se ha hecho acreedor a varios premios, eres profesor universitario y has sido jurado en concursos de arquitectura…
La actividad del arquitecto es muy linda porque es muy versátil. A veces se me han encargado tipologías de diseño que no habíamos hecho anteriormente, como hospitales o la guardería de un colegio, esto te permite investigar y aprender. En cada proyecto conoces algo nuevo; aprendes de los clientes, aprendes del programa y estás siempre en un estado de reciclaje y de renovación. Parte de eso es la docencia, porque el trato con los jóvenes brinda un espacio de frescura, es vigorizante, y además, notar que lo poco que uno puede saber sirve para formar mejores generaciones de arquitectos, es gratificante. La arquitectura es una profesión con un alto nivel de responsabilidad. Entre los premios a los que el estudio se ha hecho acreedor son: XVI Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito noviembre 2008 – Premio Nacional Diseño Arquitectónico, varios premios Ornato…
¿Tu fuente de inspiración?
Hay muchas arquitecturas que han trascendido en mi formación, sin embargo, siempre me ha parecido muy creativa la obra de Milton Barragán. A nivel mundial me gustan los arquitectos que utilizan materiales en su condición natural, por ejemplo, Rick Joy de Arizona quien trabaja con tierra y sus casas se adaptan al desierto, o Tom Kundig que trabaja en acero y se adapta a las condiciones de bosque donde reside. Los dos son ejemplos de arquitecturas que, con pocos recursos, son muy intensas y permiten explotar la potencia del lugar.
¿Viviendas unifamiliares o multifamiliares?
Me encanta hacer casas, cuando recibo este encargo es una expectativa increíble porque cada una es un mundo aparte y es una oportunidad para explorar y proponer cosas. Cuando uno diseña una casa lo hace para un usuario concreto, o a su vez, para una forma de vida concreta, lo que permite jugar con un mundo de propuestas.
¿Cómo se contrasta con el diseño de vivienda multifamiliar?
Es muy interesante. Para el diseño de un conjunto habitacional procuramos que nuestra arquitectura sea muy flexible, para que sea el usuario quien se apropie de los espacios, que no sean rígidos y se los pueda cambiar, integrar o separar. Es decir que se adapte a diferentes necesidades puesto que, en este sentido, el diseño de vivienda multifamiliar parte de un segmento poblacional, y no de un individuo en particular con necesidades específicas.
¿Qué elemento podría ser considerado como sello en la obra de Patricio Endara?
El uso de los materiales, la sencillez de las formas, la simplicidad de los espacios. La naturalidad. Lo contemporáneo y lo sobrio.
¿La obra del arquitecto trasciende al paso del tiempo?
Si la obra es correcta trascenderá más allá de su autor. Una obra bien hecha, que construya ciudad y que envejezca dignamente, trascenderá en el tiempo. El arquitecto no debe tratar de lucirse y hacer que su proyecto sea el non plus ultra, porque seguramente junto a ese proyecto habrá otros con distintas características, y lo que se debe procurar es la adaptación al contexto.
Entonces, ¿la faceta artística del arquitecto debería moderarse?
Sobriedad no es aburrimiento. Sobriedad significa elegancia, estar siempre a tono y en contexto; sin embargo, la obra puede ser espectacular. Quito, por sus características geográficas, nos da la oportunidad de explotar condiciones que en otras ciudades sería más difícil. Por ejemplo, la intensidad de la sombra es más profunda. Me encanta trabajar con elementos que provoquen sombra y que logren ese impacto en la arquitectura con gestos, a veces muy simples. Los edificios deben mantener su carácter y ser identificables sin perder la mencionada sobriedad, porque es muy fina la línea que marca a aquel edificio que se pasó de la raya.
Maritza forma parte importante de tu estudio de arquitectura…
Un arquitecto debe contar con un abogado. La labor de Maritza es fundamental, pues se ha especializado en temas inmobiliarios. A veces los arquitectos nos centramos en los aspectos creativos y descuidamos otros. Maritza, abogada, tiene una participación sumamente importante en la empresa, porque además de hacerse cargo de los menesteres legales, también se ha hecho cargo de la parte administrativa.
¿Sus hijos también se han integrado al equipo?
(Maritza) Sí, ambos han trabajado desde que eran estudiantes. Ahora lo hacen formalmente ya como profesionales. Julio desde hace tres años y medio y Ana María desde hace más de un año. Patricio disfruta de cada cosa que hace, y ese es el ejemplo que ha transmitido a nuestros hijos: ‘si van a hacer algo, que sea algo que les apasione; sino no lo hagan’. Nada más frustrante que hacer algo que no te gusta, y más aún, todos los días. Mientras ellos hagan lo que les gusta serán felices, y eso es lo que a todo padre le interesa.