Andes Home, una marca que nace en el frío del páramo y ha revolucionado sus diseños de origen usando materia prima local como rocas volcánicas, carrizo y rescatando los oficios ancestrales en propuestas atemporales.
Jacob Siza y Raquel Siza
En la sierra central ecuatoriana el Chimborazo se impone con sus más de 6.000 metros de altura. Es este coloso con su paisaje andino el hilo conductor y la inspiración de Andes Home. Se trata de una empresa familiar de decoración y mobiliario que echó raíces en la ciudad de Riobamba y que ha crecido sólida como el roble que utilizan para sus diseños.
La historia de Andes se remonta 40 años atrás. Se forja con el talento en carpintería de Luis Siza, quien, guiado por el sentido estético de su esposa, Gladys López, se consolidó en el mercado del mueble hecho a medida. Sin embargo, son sus hijos Jacob y Raquel quienes lideran la nueva etapa de la marca, una que combina prácticas ancestrales de carpintería con una visión moderna y más contemporánea del diseño y su funcionalidad.
Los Siza López crecieron invadidos por el aroma natural de la madera. A escondidas de sus padres jugaron con las esponjas, se escondieron entre tapices y con detenida admiración observaron el mobiliario que se creaba desde el taller de su casa, ahora convertido en una fábrica de muebles y artesanías. Fue en esas condiciones que resultó inevitable que toda la descendencia se vincule al negocio familiar.
El concepto de Andes Home se potencia a través de la durabilidad. Los muebles están elaborados con maderas puras, con materiales reales que muestran honestamente su color y textura. Aquí no existe la producción automatizada o en serie. Si se fabrican cinco mesas de un mismo modelo, el resultado final es único para cada pieza, pues cada una tiene sus propias vetas, como la huella dactilar de una mano.
Las colecciones de mobiliario y decoración guardan relación con su entorno. Para la colección más reciente utilizaron piedras volcánicas del Chimborazo. En términos generales, el estilo de la marca tiene cercanía con la rusticidad y la calidez. Las maderas no son tinturadas, ni vulneradas, lo que se puede apreciar en una mesa rectangular elaborada con árbol de capulí, una especie pionera y de rápido crecimiento en los bosques ecuatorianos.
Los modelos están inspirados en la vanguardia del diseño. Jacob, quien está al frente de esta rama, cuida con detalle que sus creaciones mantengan la identidad de la marca. En su propuesta se puede admirar una inclinación hacia el estilo japandi o escandinavo, una fórmula que encaja perfectamente con el roble andino, uno de sus materiales más utilizados.
El roble es una madera clara, cálida y de alta durabilidad. Por eso han apostado por utilizarla en las sillas de comedor tipo eames, que están inspiradas en un estilo de los setenta y que actualmente son muy demandadas. En su proceso de elaboración han cuidado que la estructura interna sea de alto soporte, con una ergonomía que se comprometa con la comodidad del usuario. Andes garantiza que su mobiliario podrá usarse de generación en generación, como cuando se heredaban los muebles de la abuelita.
La filosofía de la marca está orientada a una narrativa autóctona, una que cuente la historia del trabajo artesanal: la del torno, la talla de la madera, el tratamiento especializado de los materiales, el tiempo que toma crear cada pieza.
Si bien la operación se mantiene en Riobamba, hace tres años abrieron un local en Cumbayá. Estas páginas son un abrebocas para visualizar las posibilidades artísticas de la marca. La tienda huele a madera, es como penetrar en un bosque de eucaliptos. Todas las piezas decorativas tienen la firma de artesanos ecuatorianos. Además de la madera, utilizan carrizo, totora y fibras de cabuya. En Andes Home se percibe la calidez del hogar y la vastedad de la naturaleza en un mismo lugar.