Por Caridad Vela
La juventud trae nuevas vibras y poderosa energía a las caducas instituciones públicas. En ocasiones eso conlleva también el riesgo de falta de experiencia, pero en el equilibrio de ambas está la fórmula mágica que empuja hacia adelante las buenas intenciones para convertirlas en acciones.
Juan José Yúnez, alcalde reelecto del cantón Samborondón, es una simbiosis de visión de futuro que arrastra el peso de las cargas del pasado. Mucho del antes repercute en el ahora, y por ello el enfoque es pensar en el impacto hacia el mañana.
Samborondón es un cantón joven, 67 años y 100.000 habitantes; en comparación con su vecino, Guayaquil, que el próximo año celebrará su bicentenario y cuenta con más de 2.700.000 habitantes. Sin embargo, guardando las proporciones, sus problemas son similares.
El primer paso es identificar aquello que no funciona para repararlo, y a partir de ahí, planificar con precisión para que el desarrollo urbano sea ordenado y sostenible. Juan José lo tiene claro y así lo revela en esta entrevista.
¿Qué se quedó en el tintero una vez finalizado su primer período?
La digitalización de procesos es lo único que se nos quedó atrás y actualmente estamos trabajando en eso para facilitar los servicios municipales al usuario, ser más ágiles y atraer mayor inversión que a la larga será retribuida con mayores ingresos para el municipio. La pandemia fue la culpable, porque nos obligó a cambiar las prioridades y durante 2020 y 2021 nos dedicamos 100% a salvar vidas.
¿Lo más importante para los siguientes cuatro años?
Consolidar los proyectos grandes que iniciamos en el anterior período. Acabamos de firmar con la CAF el proyecto de la planta potabilizadora de agua para el sector de La Puntilla, para garantizar el crecimiento en todo el cantón con servicios básicos. En los próximos días entregaremos al gobierno central un hospital que lo construimos nosotros. Es un hospital que atenderá las 24 horas del día con servicios de urgencias para salvar vidas. Eso, entre otras gestiones de gran importancia para solucionar los problemas que tenemos por el crecimiento del cantón. Samborondón no para.
¿Es posible anticiparse a ese crecimiento?
Esta administración ha marcado la planificación de la ciudad como uno de sus ejes de acción fundamentales. El crecimiento es importante, pero debe ser planificado y organizado para tener una ciudad moderna. En su momento hicimos el lanzamiento del nuevo Samborondón, para delinear hacia dónde va el desarrollo residencial, comercial, uso mixto y organizacional; y ahora estamos avanzando con las zonas industriales y de negocios del cantón.
¿Hacia dónde se da el crecimiento?
La parte urbana de La Puntilla va creciendo hacia el sector de Ciudad Celeste, a la altura del nuevo Country Club. A esa zona se la conoce como el Nuevo Samborondón y está en pleno desarrollo con varios proyectos. El crecimiento de la cabecera cantonal se da en el sentido de la carretera que une Samborondón con Salitre, y también veremos novedades en el sector del nuevo Distrito Industrial y de Negocios.
¿Dónde está ubicado el Distrito Industrial y de Negocios?
En la Ave. Miguel Yúnez, sobre un área de cerca de 1.000 hectáreas de terrenos privados. La ubicación es estratégica, está al ingreso del Gran Guayaquil, a la altura del Puente Alterno Norte, a 30 minutos de Guayaquil, Daule, Durán y Yaguachi; a una hora del puerto y a media hora del aeropuerto. Esta zona se convertirá en un centro de servicios logísticos, de bodegas, de industrias limpias de bajo y mediano impacto, que será un detonante para la generación de actividad económica en el cantón.
Juan José Yúnez
¿Optimista en cuanto a la inversión que atraerá?
Nos hemos trazado como meta atraer entre $150 y $200 millones en nuevos proyectos de inversión en los próximos dos años. Lo que hace el municipio es establecer reglas claras para que sea el sector privado quien invierta, y nos compete dotar de infraestructura de servicios básicos para atraer capitales en el ámbito comercial e industrial, a cuya consecuencia se generarán nuevas plazas de trabajo para los habitantes, y paralelamente reduciremos las necesidades de movilidad y traslados para quienes viven aquí.
¿Qué se está haciendo en términos de infraestructura en esa zona?
Tenemos un plan vial delimitado en el sector que ayudará a organizar el crecimiento; estamos firmando el contrato para iniciar la construcción de la planta de agua potable que garantizará este recurso por los próximos 60 años para la ciudad; y estamos próximos a firmar el contrato para la primera planta recicladora de desechos en el cantón. Es decir, brindamos seguridad y garantizamos los servicios con una visión integral pensada en el futuro para invitar a los inversionistas.
¿Hay muestras de interés de parte de los inversionistas?
Enorme interés. Me han contactado representantes de fondos de inversión locales e internacionales mostrando posiciones favorables para invertir aquí, buscando que los ponga en contacto con empresas privadas afines para desarrollar proyectos. La información necesaria la hemos subido a nuestra página web y redes sociales, pero si se requiere algo adicional, estamos a las órdenes para esclarecer dudas.
¿El municipio desarrolló el plan masa para este nuevo Distrito?
Así es, y los interesados podrán consultarlo en nuestra página web. Fue trabajado con conceptos futuristas y visión a largo plazo. Habríamos querido que tenga posibilidades de crearse como zona franca, porque está equidistante de varios puntos estratégicos para impulsar la industria y el comercio, pero la Corte Constitucional se pronunció en contra de las zonas francas. Ojalá esto pueda ser revisado con alguna iniciativa positiva en el futuro.
¿Cuál es la tasa de crecimiento anual en permisos de construcción?
Tenemos un crecimiento continuo de permisos de construcción de entre un 10 y 15% año a año. La idea es que este crecimiento se dé de manera ordenada y planificada, con todos los servicios básicos, pero sobre todo garantizando el buen vivir de la gente. Recuerde que Samborondón fue el único cantón con saldos positivos en el sector construcción durante la pandemia, gracias a una ordenanza de estímulos tributarios que aprobamos en esa época. Mientras todos pensaban en incrementar impuestos y tasas, nosotros las bajamos para nuevas inversiones, nuevas construcciones, divisiones y fusiones. Eso motivó a mucha gente que tenía su tierra parada a arrancar proyectos.
Pasemos al tema de seguridad. ¿Qué porcentaje del presupuesto del municipio se destina a este rubro?
En todos estos años hemos invertido cerca de $12 millones en seguridad. Lo financiamos a través del cobro de una tasa muy pequeña de entre $1,50 y $3 a los usuarios. Ese recurso es distribuido exclusivamente en temas de vigilancia y también de seguridad privada que está en distintos sectores, como avenidas y ciclovías. Sin seguridad no hay inversión, eso lo tenemos muy claro, y la tasa de crecimiento de predios es muestra de que la gente quiere venir a Samborondón porque aquí se siente tranquilo.
¿Cómo se han distribuido esos recursos?
Hemos desarrollado una gestión integral con el sistema de vigilancia más avanzado del país, y sobre todo, tenemos la predisposición de ayudar a la Policía Nacional y todos los entes de control como la Comisión de Tránsito, Bomberos y la Policía Municipal de Samborondón. Los sistemas de videovigilancia que tenemos en todo Samborondón, tanto en la cabecera cantonal cuanto en el sector de La Puntilla, nos permitieron resolver cerca de 2.000 emergencias el año pasado, no solamente de delincuencia, sino también de salud.
¿Y a nivel preventivo?
Tenemos más de 350 dispositivos entre cámaras de seguridad y cámaras lectoras de placas en las entradas y salidas de la ciudad, radares en los ríos que permiten vigilar todos los puntos críticos. La empresa privada también ha hecho su parte, y en conjunto estamos logrando resultados. Si se identifica algún hecho, o persona en actitud sospechosa, que posiblemente pueda terminar en algo delictivo, inmediatamente se avisa a la policía para que actúen. Este es un territorio vigilado, seguro.
Caridad Vela y Juan José Yúnez
Otro problema es el tráfico. ¿Qué se plantea para solucionarlo?
Tenemos planificadas dos soluciones viales prioritarias que requerirán de la construcción de pasos a desnivel, para lo cual estamos buscando financiamiento. Uno será a la altura de Plaza Batán, en el Km 9 de la Vía Samborondón; y otro en la zona de Village Plaza, en el Km1.5. Esto viene acompañado de una inversión en la Vía Samborondón, que implica incorporar retornos continuos para mejorar la fluidez del tráfico y la seguridad vial de los más de 110.000 vehículos que transitan todos los días.
Saliendo de esa zona que es la de mayor desarrollo, ¿qué obras se ejecutan en la cabecera cantonal?
Nuestro esfuerzo es aun mayor en la cabecera cantonal, porque en esa zona vive una gran cantidad de gente que no tiene los mismos recursos. Por ejemplo, programas de escuelas municipales deportivas para que los chicos tengan actividades extracurriculares todas las tardes, sin que les cueste un solo dólar. Con eso logramos alejarlos de las drogas y sembramos en ellos fidelidad hacia el deporte. A la par, sus padres pueden trabajar tranquilos porque saben que sus hijos se están desarrollando en ambientes sanos. Para los adultos hemos creado programas de emprendimiento y capacitaciones para que puedan mejorar sus economías, y tenemos un plan de viviendas populares en Tarifa, que está en la zona rural de Samborondón, de cerca de mil casas, a precios que la gente de ese sector puede pagar.
¿Con la fórmula del 5-25-5 del gobierno?
No. Hemos hecho una alianza estratégica con la empresa privada que ha sido un gran éxito. Mil casas se traducen en mil familias, y eso, al final del día son al menos 5.000 habitantes que pronto tendrán su vivienda propia, y que, dicho sea de paso, la obra de construcción genera nuevas plazas de trabajo para ellos. El 45% de las casas están vendidas.
Pasando a otro tema, ¿se revisarán los avalúos catastrales de las propiedades en el sector?
Esa gestión se la hace cada dos años, y lo que corresponde es analizar y verificar que los valores catastrales sean reales. Si se ha generado plusvalía se modifica el valor, caso contrario se mantiene igual. Esto conlleva un beneficio para el propietario, porque al momento de vender su inmueble el valor estará actualizado.
Los habitantes destacan su política de puertas y oídos abiertos hacia la comunidad. ¿Ese es el pilar de su gestión?
Los escucho a todos, al ciudadano común y al empresario más grande. De hecho, me reservo algunos días a la semana para estar en territorio, y me mantengo en contacto permanente con los gremios, con empresarios privados, comerciantes, dueños de restaurantes, clubes deportivos, etc. Mi política es la de no imponer sino de escuchar y tomar acciones en relación a las necesidades de la gente. Escuchar al ciudadano me demuestra que siempre se puede estar mejor.
Para terminar, ¿el gobierno central está al día con la entrega de recursos al municipio?
Nunca está al día. Normalmente nos pagan las asignaciones 45 días después del tiempo previsto y esto nos ocasiona problemas a la hora de cumplir con nuestras obligaciones. Menos mal el municipio de Samborondón no depende al 100% de las asignaciones del gobierno central, porque no podemos parar, y el gobierno de turno, cualquiera que sea, debe pensar en nosotros como aliados para la reactivación de la economía. Lo que hay ahora es la aplicación de una fórmula para repartir las transferencias del gobierno central a los municipios que castiga a los más eficientes, nos perjudica, no es equitativa y atenta contra el desarrollo del cantón.