Dinámica y creativa
Por Alegría Guarderas
El 2020 trajo agradables sorpresas, a pesar de la pandemia. Quito disfrutó de la apertura del restaurante Pez Bela, una Cevichería & Oyster Bar, ubicado privilegiadamente en la Av. de la Coruña y Alberto Mena, en el emblemático sector de la González Suárez. Su innovadora propuesta culinaria ha cambiado el paradigma en cuanto a degustación y apreciación de mariscos.
La mente creadora de este gran proyecto es Isabella Chiriboga, una mujer repleta de atributos. Sin embargo, su entereza, dedicación, simpatía y pasión por la vida son los que rápidamente se perciben al conversar con ella.
Su departamento, ubicado muy cerca de Pez Bela, es fiel reflejo de un aspecto de su personalidad, su lado hogareño. Los espacios se caracterizan por una decoración elegante, moderna y funcional, que es sobria pero a la vez casual. La luz natural da vida a los tonos cálidos de una paleta de colores que tiene al blanco como protagonista. La pared de ladrillo, muy contemporánea, pone ese toque de color y textura que llama la atención.
En Pez Bela está el otro lado de su personalidad: la mujer dinámica, imparable y creativa. Aquí se concibe una decoración casual y chic, en una moderna y fresca atmósfera adornada con muebles de madera, revestida de naturaleza, colores y elementos que sumergen a sus visitantes en el ecosistema del océano.
Su impresionante barra vierte una gran riqueza y diversidad de licores resaltados por cálidas luces focalizadas y lámparas con formas geométricas. La amplia veranda exterior invita a gozar del aire libre, muy propicio para esta época de verano, e ideal para aprovechar unas deliciosas ostras acompañadas del refrescante Bloody Mary para calmar el calor del mediodía.
Isabella estudió gastronomía en Lima, Perú, en una de las Escuelas de Arte Culinario más prestigiosas y con mayor trayectoria del mundo, Le Cordon Bleu. Posteriormente, en la misma ciudad, debutó en dos reconocidos restaurantes: Casa Moreira y Central. Este último ocupa el tercer puesto en América Latina, según la nominación de Latin America’s 50 Best Restaurants, y el sexto del mundo, según The World’s 50 Best Restaurants.
Cuando regresó a Ecuador, continuó enriqueciendo sus conocimientos y perfeccionando sus habilidades en varios restaurantes ubicados en la capital, entre esos, Laboratorio Gastronómico, Gusto Atelier y Datu Deli. Como chef ejecutiva, siempre apostó por la calidad, excelencia y por ofrecer experiencias innovadoras que trascienden los sentidos.
Todas estas prácticas convirtieron a Isabella en una impecable y formidable profesional. Sin embargo, su afición por la cocina la heredó cuando era pequeña de su abuela, con quien tuvo la dicha de explorar y descubrir con inquietante curiosidad y entusiasmo este apasionante mundo.
Lo que más le gusta de esta profesión son las infinitas posibilidades que existen para crear y expresarse. Compara a la gastronomía con el arte, porque hay un sinnúmero de maneras de producir un plato y se puede ser inmensamente ingenioso. A través de la fusión de ingredientes se obtienen variedad de texturas, aromas, sabores y colores.
“La cocina es un espacio creativo donde dejamos lo que somos. Cuando creas un plato plasmas mucho de tu esencia y conocimiento. Me encanta trasmitir mi forma de ser, cómo me siente, e incluso cómo veo la vida”, asegura.
Pez Bela nace hace 10 años como un sueño, una idea que fue puliéndola, desarrollándola y perfeccionándola año tras año, hasta que en mayo de 2020, el concepto intangible se materializó. Hoy en día, es uno de los restaurantes insignias y vanguardistas más importantes y concurridos en la capital.
El plato distintivo es el ceviche, pero el menú contempla variedad de opciones elaboradas con camarón, ostras, pulpo, pescado, pangora, langosta, entre otros. En sus creaciones sobresalen sabores exóticos, logrados a través de la incorporación de componentes como limón, coco, taxo y ají rocoto.
La fusión peruana – ecuatoriana es lo que distingue a Pez Bela, donde la chef utiliza productos locales y los combina con ingredientes y procedimientos característicos de nuestro país vecino, celebrando una cocina detallada, con infinidad de mezclas que despiertan nuevas sensaciones en el paladar.
Isabella apostó por cambiar la perspectiva de un plato tan tradicional en Ecuador como es el ceviche y lo llevó a un nivel gourmet, por medio de sofisticados procesos de preparación y novedosas presentaciones que cautivan los sentidos del comensal. Su sello de calidad es la manera enfática en la que realza la frescura, sabor y textura de los productos del mar. “Son técnicas del mundo que se expresan para hacer algo espectacular”, afirma.
Debido a la pandemia, el restaurante comenzó únicamente bajo la modalidad de delivery. Sin embargo, este escenario ayudó a la marca a posicionarse y a que la gente conozca esta innovadora propuesta que tuvo una rápida aceptación por parte del público.
“Fue un desafiante reto, pero estaba tan segura de lo que iba a ofrecer porque me prepararé toda mi vida para este momento. El tiempo de pandemia nos permitió perfeccionar diferentes procesos y mejorar la calidad del producto. Además, la apertura de la gente al ver un producto diferente, nos hizo salir adelante”, comenta.
Uno de los valores fundamentales del restaurante es el respeto hacia la trazabilidad y manipulación del producto. Isabella busca siempre crear alianzas con proveedores que trabajen de manera sostenible y artesanal, para de esta manera no solo garantizar calidad, sino reducir el impacto al ecosistema y fomentar una pesca responsable. “Es un reto llegar a este tema de sostenibilidad, pero estamos trabajando para lograrlo”, comenta.
En este marco, la chef busca crear conciencia en el comensal para que aprecie y valore el proceso y esfuerzo que existe detrás, desde la pesca hasta la propia preparación de los platos.
El éxito de Pez Bela, comenta Isabella, se debe al equipo humano sumamente comprometido que trabaja con ella. Cada uno de los integrantes contribuye con sus conocimientos y habilidades para proponer nuevas creaciones. “Lo más importante es mi equipo de colaboradores, sobre todo, darles la apertura para que todos podamos aportar con ideas y crear. Obviamente siempre pasa por mi aprobación, y yo voy direccionando por donde debemos experimentar”, añade.
En su tiempo libre Isabella mantiene una vida muy activa. Hacer deporte es una pasión que marca su rutina diaria, siempre buscando destinar tiempo a actividades como el boxing, la natación y pilates. Además, disfruta mucho de su tiempo en familia. Le encanta sorprender a los suyos con sus habilidades culinarias, y como todo buen chef, le gusta visitar diferentes restaurantes locales para experimentar nuevas propuestas y entender el origen de diversos productos.
Isabella tiene en mente grandes planes para Pez Bela. Piensa abrir un restaurante en los valles e inclusive no descarta la posibilidad de expandirse internacionalmente. Su anhelo es seguir creciendo para posicionar una marca nacional y el talento ecuatoriano en el extranjero.
Isabella se siente empoderada, su reciente mención en la lista de Latin America’s Leading Female Chefs, la llenó de orgullo y felicidad. Es un reconocimiento que no solo es para ella, sino para todo el Ecuador porque pone al país en la palestra mundial en el ámbito gastronómico.