Por: María Gracia Banderas
Las noches de Guayaquil se ven animadas con una propuesta que supera los límites de la cotidianeidad e invitan a embelesarse por la modernidad y vanguardismo, no solo en el ambiente, música y decoración; sino por la gastronomía y coctelería. En definitiva, una propuesta ecléctica que marca toda una tendencia.
Vento Rooftop adquiere vida bajo el concepto de un lounge que “busca dar a sus clientes un ambiente distinto, con aires de internacionalidad”, según manifiesta Luis Adrián Morejón, uno de los socios. El rooftop se localiza en el sexto piso de un edificio, aportando a sus comensales la experiencia de una vista única y de un lugar exclusivo.
También agrega que “Antuco Plaza – decorador y socio – captó perfectamente la idea y nos impactó con este lugar que pone en evidencia una mezcla muy especial, donde la iluminación juega un factor importante”. La zona del restaurante es muy contemporánea pero cálida al mismo tiempo, mientras que “el área de la terraza, o rooftop, se asemeja a un bosque encantado con un ambiente cautivante que hace que los sentidos se pongan a flor de piel”. El lugar contempla una adecuada combinación entre lo moderno y lo rústico.
Los asistentes, quienes oscilan en un promedio de edad de 35 años, una vez por semana disfrutan de música en vivo. “La música varía, un día puede ser house, y otro, música en español”, sostiene Luis Adrián, quien además añade que todos los días en Vento son los indicados para asistir, pues cada día se podrá disfrutar de su ambiente cosmopolita mientras se van descubriendo los distintos matices que el lugar tiene para ofrecer, desde su gastronomía hasta el ánimo general que invade a quienes deciden dejar de lado a la rutina y mirar a Guayaquil desde las alturas.
Ahora, estando en este ambiente relajado y vanguardista, con varios de sus sentidos ya cautivos, llevar a su boca una Bondiola de Cerdo glaceada en salsa de cerveza negra que se derrite en el primer bocado, es un momento que seguramente pondrá un alto a su reloj mientras la delicada mezcla de sabores baña su paladar. Este es uno de los platos estrella que además viene acompañado con un delicioso camote amarillo asado, ragú de hongos… ¡entre otros sabores que preferimos no contarles para que la sorpresa sea sustancial!
Vento maneja un “tipo de cocina global”, según el chef José Ricardo Arellano, ya que cuenta con “una mezcla de técnicas y productos con clara influencia ecuatoriana”. También utilizan varios elementos asiáticos, entre ellos las especias que dotan de un sabor particular a la comida. “Por ejemplo, contamos con un Tuna Tataki con salprieta, acompañado con una salsa ponzu, que es a base de cítricos, especias, jengibre y soya. La mayoría de los platos tienen esta tendencia marcada de fusión y de múltiples sabores ecuatorianos, pero a su vez jugamos con técnicas europeas, francesas… modernas”.
No puede culminar su visita a Vento sin probar el postre de la casa: cheesecake de banano al cubo, que va a la perfección por ejemplo con la Bondiola de Cerdo. “Jugamos un poco con el nombre ya que utilizamos tres técnicas para elaborar este postre: un bizcocho de banano de seda, con un toffy de banano en el medio, y crema de banano con queso mascarpone acompañado de una jalea de higos, gel de membrillo y un cremoso de chocolate”.
Por su parte, Víctor Del Pozo, jefe de barra nos comenta que ofrecen coctelería clásica, pudiendo optar por ejemplo por un exquisito Martini mientras contempla el húmedo atardecer de la Perla del Pacífico.
Pero por supuesto, Vento también repara en los gustos de quienes van con las tendencias. Este es el caso del Gin Tonic que es presentado con frutos rojos, cítricos, macerados, con cáscara; incluso cuentan con una máquina para deshidratar frutas y así dotar de sabores vivos e innovadores a esta refrescante y aclamada bebida.
Para los amantes de los sabores poco tradicionales está el Coctel Vento, que entre otros ingredientes lleva gin, mermelada de tabasco y frutos rojos.
Vento Rooftop es más que un destino, es una experiencia que apelará a todos sus sentidos mientras disfruta de la compañía de sus amigos.