El corazón de la diversión y fiesta
Por: Ana María Buitrón
La vida nocturna de Quito invita a todo tipo de experiencias y aventuras; algunas festivas, otras intelectuales, unas gastronómicas, pero todas inesperadas y sobre todo llenas de contrastes
La Plaza Foch, ubicada en el barrio La Mariscal, entre las calles Mariscal Foch y Reina Victoria, es el lugar perfecto para entretenerse y experimentar la verdadera diversidad cultural. Por las calles de este sector transitan cada día más de 200.000 personas, muchos son turistas provenientes de cada rincón del planeta en búsqueda de gastronomía variada, baile, música y celebraciones con especiales bebidas.
Restaurantes, bares, discotecas, hoteles, tiendas, museos, centros culturales y más, se instalan en construcciones diversas, resultado de la arquitectura de los años 30 y 40 del siglo XX, hasta edificaciones contemporáneas y vanguardistas. En sus orígenes, esta era una zona residencial de familias tradicionales de la capital, donde los chicos se divertían jugando fútbol en una de las esquinas de la actual Plaza Foch.
Esta emblemática plaza es también conocida como La Zona, y tiene como nombre oficial Plaza del Quinde debido a una moderna escultura metálica que adorna desde 2008 una de sus esquinas. Este epicentro propone una mayor concentración de oferta nocturna con actividades para todos los públicos, inclusive para compartir en familia, que es tan diverso que este año se declaró a La Mariscal como espacio de cultura, donde se puede disfrutar al aire libre de una agenda de conciertos, danza, escultura y pintura, entre muchas otras manifestaciones artísticas.
La ecléctica propuesta que acoge es digna de las grandes ciudades. Sus visitantes hablan distintas lenguas, tienen gustos diversos y buscan experiencias únicas. La Plaza Foch los recibe con algo especial para cada uno. Sentarse en una de sus bancas y mirar a la gente pasar es toda una aventura.
En las cuatro esquinas que conforman la Plaza Foch se despliegan aproximadamente 17 bares, 15 restaurantes, 6 hoteles y 5 discotecas, números que fácilmente se triplican al recorrer sus calles aledañas, tan pintorescas y llenas de vida gracias a sus colores, músicas y peatones de todas las nacionalidades.
Esta zona destina espacios para todo presupuesto y estado de ánimo. Puede ser un exquisito desayuno o platos de cocina internacional en Magic Bean, comida nacional en Mama Clorinda, un delicioso postre o café en Coffee Bar, variedad de cocteles y picadas en QRestaurante y Azúcar Beach, deliciosas pizzas y carnes en La Carnicería y una variedad de cervezas artesanales en La Compañía Brewpub y Cherusker.
Mención aparte merece la tienda de República del Cacao que atrae con solo mirar sus vitrinas. La decoración interior evoca el recuerdo de las haciendas cacaoteras en la costa ecuatoriana, y a cada paso descubrimos el proceso de elaboración del más fino chocolate de aroma. Degustarlo es un placer, conocer su historia es fascinante, dejarse invadir por el cautivante olor provoca sensaciones mágicas.
La música es una gran compañera de todos nuestros planes en la Plaza del Quinde, es inevitable ser parte de grandes fiestas con espectaculares bandas de salsa en vivo todos los martes en Café Democrático. Otras opciones para noches con la más divertida música de moda e internacional están en Attik Bar, en Bungalow o Dj’s. Los amantes de la música electrónica disfrutan en Xandu y Dirty Sánchez; y para los más bohemios, el bar Ventana Arriba ofrece música que nunca pasa de moda.
La oferta hotelera resalta a Nü House Boutique Hotel y a Marquiz Hotel Boutique como alojamientos de lujo en este sector, que comparten protagonismo con un sinnúmero de hostales dispuestos en preciosas casas antiguas, que ofrecen deliciosos desayunos y acogedores días.
Así, nuestra querida Plaza Foch se convierte en un lugar único en América del Sur, inolvidable para turistas que seguramente vivieron uno de los mejores momentos de sus vidas. La seguridad en sus calles deja de ser un problema gracias a la atención brindada por la administración zonal correspondiente, que está a cargo de Alfredo León, quien se ha encargado de proteger este espacio público y capacitar a los ciudadanos para atenderlo.