Por Caridad Vela
Su nombre es ampliamente conocido en la ciudad, goza de una enorme credibilidad que está avalada por su accionar público. Luz Elena Coloma está en su tercer período como concejal del municipio del DMQ, a la fecha lleva nueve años de trayectoria al servicio de la comunidad.
En la actual administración preside la Comisión de Áreas Históricas y Patrimonio, que si bien es una posición que no había ocupado antes, sí estuvo estrechamente relacionada cuando ocupó la gerencia de la Empresa de Turismo. Además integra la Comisión de Desarrollo Económico, que tiene a su cargo el desarrollo de la Zona Especial de Desarrollo Económico (ZEDE), ubicada en la zona aledaña al aeropuerto, y la Comisión de Conectividad que, entre los temas que maneja, está el soterramiento de cables en la ciudad.
Su gestión municipal es pública y transparente. Gracias a eso estamos enterados de muchas situaciones de interés general que se tratan en las comisiones y en el pleno del Concejo Municipal. Me llamó la atención un importante dato relacionado con inmuebles ubicados en el Centro Histórico que pertenecen al municipio y se encuentran abandonados, subutilizados y hasta olvidados.
Hotel Colonial
©Arquitecturapanamericana.com
¿Cuál es la situación de los inmuebles en el Centro Histórico que son propiedad del municipio?
En el Centro Histórico existen 5.289 inmuebles, de los cuales 287 son de propiedad pública. El municipio es dueño de alrededor de 190 de ellos y el resto pertenecen al Estado. El problema que tenemos es que la Ley de Cultura prohíbe la venta de propiedad pública patrimonial, y todo lo que está en el Centro Histórico es patrimonial. Es decir, por ley no se pueden vender esas propiedades, lo cual es un absurdo, pero es así.
¿No estás de acuerdo con la prohibición de vender esas propiedades?
Creo que la propiedad del bien patrimonial no es tan importante como su uso. A raíz del préstamo del BID, a través de la empresa del Centro Histórico y el Fondo de Salvamento que tenía mayor autonomía en ese entonces, se compraron varias propiedades en el Centro Histórico con la intención de que el municipio sea el gran promotor de usos en ellas, y se intervino en la recuperación de algunas. El municipio debería poder venderlas, y, a la par, debe garantizar un uso determinado para las mismas, sea turismo, vivienda, cultura, etc.
La idea fue buena…
Pero el esfuerzo inicial no tuvo continuidad, y ahora hay un banco de propiedades que están botadas porque no hay recursos para desarrollarlas. También faltó voluntad, porque se podrían gestionar mediante alianzas público-privadas, encontrando la fórmula adecuada, porque al inversionista también le interesa tener la propiedad del inmueble. Hay que explorar otros mecanismos.
Luz Elena Coloma
¿Ejemplos de algunas propiedades?
Tienes realidades como 60 unidades de vivienda de interés social hechas con plata pública; o el llamado Hotel Colonial y el antiguo Hospital San Lázaro, que se recuperaron con dinero de la Junta de Andalucía y aportes de organismos internacionales. Están listos, terminados, son espacios lindos y funcionales, y no los puedes vender por este impedimento legal. Están vacíos, desocupados, consumiendo presupuesto del Instituto de Patrimonio en su mantenimiento.
¿Qué posibles soluciones se analizan?
Para el San Lázaro hay interés de un hotel, y también de un grupo de empresarios que están desarrollando la idea de impulsar para que el Centro Histórico se convierta en un hub tecnológico y educativo. Lo que harían es pedir en comodato algunas propiedades de este banco de inmuebles, recuperarlas a su costo para incentivar la economía local.
¿Se pueden gestionar a través de comodatos?
Sí, sin duda es una vía de salida, también lo son las alianzas público-privadas. Se puede revisar algunos modelos de negocio y calcular escenarios para tomar decisiones que no sean costosas para el municipio, que no sean complicadas, con el fin de atraer gente y repoblar el Centro Histórico. Hoy la zona se está tugurizando, está camino a perderse, y se requiere retomar su dinamia habitacional y comercial, pero es muy difícil hacerlo si el municipio no es de alguna manera también promotor, un jugador importante, activo.
Hotel Colonial © Arquitecturapanamericana.com
¿Otra opción sería arrendarlos?
Claro, pero también tenemos una ordenanza absolutamente engorrosa y poco competitiva que regula el arrendamiento. Establece un mecanismo para fijar el canon mensual de arriendo que no tiene ninguna relación con los precios de mercado. Obliga a establecer el monto de arriendo en el límite máximo posible para potenciar el beneficio municipal, pero lo único que se ha logrado es que no haya beneficio.
Venderlas no es una alternativa sin reformar la ley…
Estamos tratando de reformarla pues es antagónica con el propósito de repoblar el Centro Histórico, devolverle habitabilidad y uso. En la década de los años 80 había cien mil habitantes, ahora son cuarenta mil. Nos hemos reunido con el equipo del Ministerio de Cultura y Educación, que es el ente rector en temas de patrimonio, y obviamente están en esta misma línea. La reforma que solicitamos a la Asamblea ya fue calificada por el CAL, espero que pronto vaya a la comisión respectiva donde escucharán nuestros argumentos de respaldo. El espíritu de la ley es claro, no se puede vender la Plaza Grande, o Carondelet o San Francisco, pero no se puede aplicar ese criterio a una casa en el Centro Histórico, que fue comprada con cierta intención pero el propietario no tiene recursos para desarrollarla. Debería poder venderla, y paralelamente la autoridad debe condicionar su uso para que sea compatible con el entorno.
¿También habría que reformar ordenanzas?
Sí, y estamos trabajando en ello. Es importante que la ordenanza de patrimonio establezca sistemas de incentivos, además de acoger los que se han incluido en la nueva ley de simplificación tributaria. Adicionalmente a eso, hay un segmento en la ley Trole que menciona importantes deducciones de impuesto a la renta en relación a montos que se inviertan en rehabilitación de inmuebles en áreas históricas de Quito. Esto nunca se instrumentalizó, no se aplicó, pero hemos acudido al SRI para consultar al respecto con la directora de la entidad, y confirmó que la ley está vigente, pero no tiene reglamento, y es importantísima justamente para motivar inversiones, que es lo principal.
Hotel Colonial
Hotel Colonial
¿Cuál es la postura del municipio en relación al Centro Histórico?
No lo sé. No sé qué propone la administración municipal como norte para el Centro Histórico. Cuando existía la Empresa del Centro Histórico había una ruta trazada, se contaba con el gran préstamo del BID para ejecutar recuperaciones importantes. Esa zona siempre será el corazón de la actividad turística, tiene ese giro, pero el reto es devolverle habitabilidad sin descuidar lo que tenemos ahí a nivel patrimonial.
¿El Metro aportará o complicará la situación?
Sin duda traerá mucha gente al centro, y eso nos enfrenta con otro gran reto. Cómo nos preparamos? La Plaza San Francisco no puede convertirse en otra Plaza Marín, que es un desastre organizativo. La actividad comercial y de las instituciones públicas en la zona terminan a las 18h00, el centro muere en vez de revivir con el enorme potencial de belleza nocturna que tiene. Ese es otro gran pendiente.
Para solucionar problemas de ciudad se requiere mayorías en el Concejo. ¿Cómo está esa situación?
Hay mayorías y minorías. Hay un grupo en el concejo que tiene una línea más política, más ideologizada, que responde a esos intereses más que a los de la ciudad. Por ejemplo, sin los votos de los concejales del partido Revolución Ciudadana aprobamos la ordenanza para cobrar impuestos prediales desde enero, que es el instrumento que la ciudad necesita para recuperar recursos. Otros temas se han aprobado por unanimidad o con mayorías amplias, pero veamos qué sucede cuando se traten temas críticos.
San Lázaro © Bicubik 5
¿Por ejemplo?
La tarifa del Metro o la de transporte público, temas en los que fácilmente puede no haber mayoría, pero son asuntos tan sensibles que al no aprobarlos pierde la ciudad, y no se puede, por posturas políticas individuales, abstenerse de votar. Nos eligieron para tomar decisiones razonadas y reflexionadas, y habrá que dar la cara a temas desagradables pero muy importantes, sin pensar en ganar o perder capital político.
¿Le encuentras lógica a la necesidad de emitir ordenanzas de aprobación para nuevas urbanizaciones?
No le encuentro lógica. Debe haber una reglamentación técnica fuerte, como la hay, y departamentos técnicos que controlen su cumplimiento. Cuando se trata estos asuntos en el consejo, en lugar de revisar que el proyecto cuente con las aprobaciones previas, se escuchan opiniones de discrecionalidad personal, sin respetar que si el proyecto llegó al concejo es porque cumple con la normativa. Curiosamente la legalización de barrios se aprueba con una velocidad increíble, pero cuando se trata de una urbanización privada hay miles de trabas, se los trata como si fuesen hechos atentatorios a la ciudad.
Luz Elena Coloma
Y de paso se detienen importantes inversiones…
En una ciudad que está deprimida en su economía y en su capacidad de generar empleo, esto no puede suceder. Los promotores privados hacen un auténtico peregrinaje de varios años para conseguir aprobaciones. Si la construcción es un generador de empleo, obviamente hay que ser estrictos en el respeto a la normativa, pero ser ágiles y dar facilidades para su ejecución.
Para finalizar, ¿tu opinión sobre el tema de la emancipación de Cumbayá y Tumbaco?
Aparte de los problemas logísticos operativos que un cantón directamente relacionado con otro cantón vecino tiene, porque, por ejemplo, comparten las mismas fuentes de agua; el concepto como tal merece toda una discusión que pasa por temas de costos, impuestos y más. Cómo van a solventar todas sus necesidades? Considero que la secesión no es la vía para resolver los problemas del DMQ, y en mi posición como concejala, menos aún puedo estar a favor de ella.
San Lázaro
¿La iniciativa surge del descontento con la administración del DMQ?
Sí, eso es verdad. Tenemos un municipio con administraciones zonales que no son entes desconcentrados, ni descentralizados ni ágiles, y no resuelven los problemas del territorio a su cargo, cuando fue justamente ese el concepto bajo el cual se crearon.