María José Fernández
MANTA
Por: Lorena Ballesteros
Junio-Julio, 2014
María José Fernández no concibe su vida lejos del mar. La brisa, el clima cálido, los sabores de la comida costeña y la posibilidad de trasladarse de un lugar a otro sin tráfico, hacen de Manta su ciudad predilecta. Nació en Quito, pero creció en el puerto manabita. Ella es un manteña a todo rigor.
En lo personal, es una de esas mujeres que tiene claras sus prioridades en la vida. Sus estudios los realizó en Comunicación y Marketing, pero declara que nació para ser madre. Sus dos hijos, Juan Carlos de once años y Amalia de ocho, son el centro de su vida y a ellos les dedica la mayoría de su tiempo. Se muestra completamente orgullosa de ser una madre presente. Nada le llena más que ser quien prepara sus desayunos, revisa sus deberes y los acompaña a distintas actividades extracurriculares durante la tarde.
Su hogar es su mejor carta de presentación, y las imágenes de este reportaje así lo evidencian. Su alma es libre y alegre, se considera una persona honesta y tranquila que practica bicicleta de montaña para llenar de adrenalina su existencia. Lleva 12 años casada con Juan Carlos Calero, quien se dedica a la industria atunera, uno de los motores económicos del puerto manabita.
Así, en la vorágine de los manteños, María José nos abrió las puertas de su casa y compartió con CLAVE! los detalles de su construcción, decoración y algunos aspectos de las actividades económicas que presentan a Manta como un lugar ideal para invertir y vivir.
¿Qué beneficios encuentras de vivir en una ciudad como Manta, en comparación con Quito o Guayaquil?
Lo primero, tranquilidad. No hay tanta contaminación, hay menos tráfico y más seguridad. Me encanta que todo está a cinco o diez minutos de distancia, lo cual trae consigo el privilegio de poder almorzar todos juntos en casa. La temperatura se mantiene casi todo el año entre 22ºC y 28ºC, con una deliciosa brisa marina que hace a Manta muy agradable. Tenemos clima seco, a diferencia del clima húmedo de Guayaquil, y muchas oportunidades de tantas cosas nuevas que están por hacerse en la ciudad.
Manta es un puntal de la economía del país, ¿qué actividades destacan actualmente?
La gente es muy trabajadora y muy emprendedora. Nunca hemos dependido del Gobierno central, somos producto de la autogestión. La industria del atún se ha desarrollado plenamente, mostrando un crecimiento vertiginoso desde el año 2000. Se han establecido más fábricas, se han incorporado más barcos, y se ha aportado con muchas plazas de trabajo. También están los pescadores artesanales que de por sí son emprendedores, o micro empresarios, que dinamizan la economía de la ciudad. La industria se ha consolidado con productos de mayor valor añadido y posicionamiento de marcas a nivel nacional e internacional.
¿Este crecimiento de la industria local ha generado consecuencias positivas?
La actividad económica local no se limita a la atunera, pues el desarrollo de la industria del aceite es también exponencial. Además, como te decía antes, el estilo de vida que tenemos en Manta es privilegiado. Todo el encadenamiento productivo que se desprende de la actividad industrial ha generado consecuencias muy positivas, derivando incluso en el crecimiento del desarrollo del mercado inmobiliario. Hoy en Manta se construyen muchos proyectos urbanísticos de primer orden para satisfacer la alta demanda que existe.
¿Consideras que el nivel de desarrollo inmobiliario es impactante?
Sí, claro. Me atrevería a decir que se construye un edificio nuevo al mes. Creo que Manta es una ciudad en donde se consideran todo tipo de proyectos por el gran potencial que tiene. Además de la gente que vive acá, tienes un mercado turístico nacional e internacional para explotar. Gente de varios países del mundo busca retirarse aquí, atraídos por el clima, la tranquilidad, la no contaminación y las cortas distancias entre un destino y otro. Hay una marcada preferencia por las zonas que tienen frente hacia el mar, o con vista al mar, de las cuales ya quedan pocos terrenos.
¿En dónde está ubicada tu casa?
Está frente al mar, en el sector de Barbasquillo. Este proyecto fue iniciado por un amigo nuestro que nos invitó a participar y nos encantó la propuesta. Sobre todo porque quienes vivimos aquí somos familiares y amigos, y eso le añade plusvalía a tu estilo de vida. Llevamos ocho años viviendo y disfrutando de esta zona que es segura, tranquila y muy linda.
¿Quién fue el arquitecto a cargo del diseño?
Compramos la casa en la etapa de planos pues se trataba de un proyecto muy interesante y quisimos participar en él. El arquitecto que la diseñó es Felipe Londoño, y la constructora encargada de la obra fue la empresa Inmomariuxi. Tuvimos la suerte de que Felipe comprendió desde un principio lo que queríamos, a tal punto que la propuesta de diseño inicial se respetó y no necesitó de modificaciones Nosotros nos involucramos en cada paso del proceso decorativo, pero fue mi esposo quien estuvo pendiente de los detalles de la construcción.
¿Cuál fue el concepto?
Queríamos una casa de la que pudiéramos disfrutar durante el día, vivirla al aire libre. Manta es una ciudad que, por su clima y su estructura, invita al aprovechamiento de la luz del sol y la vida en exteriores. Por ejemplo, uno de los conceptos prioritarios en el diseño de la casa fue que nuestro dormitorio tuviera comunicación visual y acceso directo al jardín y a la piscina. La casa está activamente involucrada en nuestra vida diaria, nuestro gusto personal está plasmado en la decoración, y no existe un espacio que no sea aprovechado todos los días.
¿Cuál es tu espacio preferido?
El que más disfruto es la terraza que está afuera de mi dormitorio. Desde allí veo el jardín, la piscina y el mar. Solo la combinación de colores que me deja el paisaje es una experiencia alucinante. Hay fines de semana que decidimos quedarnos en casa disfrutando de la piscina, una rica parrillada, y por la tarde vemos películas. Me fascina la vida al aire libre y, sobre todo, disfrutar el mar, por eso hay ocasiones que nos vamos a Isla de La Plata para hacer snorkel que a mis hijos les encanta.
¿Cuál es tu rutina habitual?
El centro de mi actividad son mis hijos. Desayuno con ellos y cuando se van al colegio aprovecho para montar bicicleta. Almorzamos juntos y por la tarde hay actividades extracurriculares; Juan Carlos asiste a clases de fútbol y Amalia recibe clases de natación en casa. La noche es el momento de reunión familiar, durante la cena conversamos sobre las actividades del día. En feriados y temporada alta la ciudad se vuelve un poco complicada pues viene mucha gente de fuera, y en esas fechas no es tan fácil disfrutar de Manta para quienes vivimos aquí. Es cuando huimos a nuestra casa en Puerto Cayo.
¿Te imaginas viviendo en otra ciudad de Ecuador o del mundo?
No, imposible.