Por Alegría Guarderas
El arte, diseño, planificación y conservación de jardines, conocido como paisajismo, es una actividad que ha estado presente a lo largo de la historia, camuflada bajo lo que conocemos como jardinería.
Los jardines creados hace cientos de años en palacios magistrales como Versalles en Francia, Buckingham en Inglaterra o Hofburg en Austria, por nombrar algunos, son claros ejemplos de cómo a través de esta ciencia se ha logrado maravillosas creaciones, usualmente elaboradas por jardineros que no tenían formación como tal en esta área, porque no existía aún esta rama de estudio, lo cual solo puede tener una explicación: eran paisajistas innatos.
Hoy el paisajismo ha ganado mucho protagonismo, popularidad, y tiene influencia en todo el mundo. Es una profesión independiente pero íntimamente relacionada a las ramas de arquitectura y diseño, porque nada de lo que se coloca en una obra es al alzar. Es el resultado de estudio, planificación y diseño previo, y dentro de las funciones que realiza un paisajista está, obviamente, la jardinería.
Isabel Jácome estudió arquitectura en la Universidad San Francisco de Quito, y posteriormente realizó una maestría en arquitectura paisajista en la Universidad de Georgia. Dado que creció en un entorno rodeado de naturaleza, desde muy corta edad el paisajismo fue lo que llamó su atención y la cautivó.
Isabel ofrece servicios de paisajismo, diseño arquitectónico e ingeniería estructural a través de la empresa PM+d Group (Project Management + Design), conformada en 2016, con sus socios Juan José Recalde e Íñigo Urízar.
Ahora sus días transcurren entre su casa, un estudio, y los lugares donde tiene en marcha varios proyectos. Su más reciente obra fueron los jardines de la Urbanización María Isabel, en Puembo.
Urbanización María Isabel, Puembo
Foto: BICUBIK
¿Desde qué momento es idónea la intervención del paisajista en un proyecto?
El paisajista debería tener injerencia desde el inicio de la obra para ver qué es lo que hay, cómo funciona el agua, la iluminación, los vientos, son una gran cantidad de detalles que se deben evaluar en el terreno intacto. Solo de esta manera el paisajista puede establecer de manera concisa dónde y con qué orientación debe ir cada elemento, sobre todo para intentar que su trabajo afecte lo menos posible el entorno natural.
¿Qué consideraciones se debe tener en cuenta antes de iniciar la obra?
Respetar lo existente para causar el menor impacto al medio ambiente y considerar todos los factores, entre esos, que el agua se infiltre, que no se contamine y, sobre todo, respetar las áreas verdes. Justamente mi compromiso ambiental va enfocado a no alterar, o alterar lo menos posible cuando realizo un proyecto, y mejorar las condiciones actuales de un entorno.
Urbanización María Isabel, Puembo
Foto: BICUBIK
¿Por ejemplo?
En obras como Auqui Chico, la idea es mejorar la situación ambiental de la urbanización que tiene muchos años. El reto consiste en generar espacios verdes que no existían y mejorar el tema del agua. Para contemplar una obra de paisajismo en su totalidad debes esperar entre diez o veinte años hasta que los árboles crezcan y las plantas florezcan a plenitud. Por esta razón, es sumamente importante conservar lo que más se pueda de la naturaleza que existe en el lugar, y esto se logra considerando a la naturaleza autóctona como una de las primeras aristas al comenzar cualquier proyecto.
¿Cómo defines tu estilo en diseño de jardines?
Me encantan los jardines tipo inglés porque es un estilo muy natural, no es un diseño muy rígido ni estructurado. Propongo jardines en los que las plantas crezcan libremente, por eso prefiero utilizar vegetación de fácil mantenimiento o que no requiera tanta mano de obra. Coloco menos flores y doy más énfasis a lo selvático. De esta manera el jardín está lleno de vida y luce pintoresco. También me gusta jugar con los desniveles y colocar plataformas porque crean un efecto espectacular en la obra terminada. Además, mi diseño va enfocado a que se puedan fácilmente incorporar espacios de diferente índole a los jardines, y que se los utilice. El paisajismo debe trascender de lo bonito y ser funcional.
¿Qué tipo de plantas utilizas?
Utilizo mucho el Jacarandá que es un árbol frondoso, muy llamativo por sus características flores color lila. Uso agapantos, cartuchos, e incorporo por lo general un cubre suelo que se llama Vinca Minor. Combino tonalidades verdes y violetas para crear contrastes exóticos y armónicos. También me gustan los árboles frutales, sobre todo los cítricos porque atraen a colibríes y a otros tipos de pájaros con el refrescante aroma que emiten.
Urbanización María Isabel, Puembo
Foto: BICUBIK
Siempre es bueno considerar los gustos personales de cada cliente…
Pienso que las plantas siempre evocan varias vivencias. Una planta que no me gusta incorporar en mis proyectos es la Tupirosa, porque cuando era niña me pinchaba y me quedé con ese mal sabor. De hecho, me ha pasado que cuando propongo a mis clientes utilizar alguna planta en particular, se les viene a la mente un recuerdo del pasado, y de eso depende si la uso o no.
¿Incorporas otros elementos?
Me valgo siempre de mobiliario urbano y de tenso estructuras o membranas, que son herramientas muy útiles, para generar sombras que al principio no se pueden obtener, porque recién en veinte años un árbol tendrá un tamaño suficientemente grande para generar ese efecto.
¿Qué transmite un jardín?
Un espacio verde además de aportar estéticamente al entorno y de ser algo maravilloso para contemplar, siempre transmite calma, paz y tranquilidad, pero sobre todo proporciona ese respiro tan anhelado que la gente requiere en su ajetreo diario. Y eso es lo que busco conseguir a través de mis proyectos. El paisajismo va mucho más allá de qué planta utilizar y dónde colocar, en realidad hay todo un proceso y planificación detrás, desde ver el terreno sin afectación, hasta ver por dónde se drena y absorbe el agua. Hay clientes que no lo ven como algo necesario, pero con el tiempo hay cada vez más quienes lo valoran y lo consideran un plan macro y a futuro.
Cuéntame de tu intervención en la Urbanización María Isabel
Empezó desde la parte conceptual con el arquitecto Alfredo Ribadeneira. En este proyecto hice varios análisis del terreno y fui jugando con los desniveles propios del proyecto. Se deprimió el suelo y se colocó plataformas para conseguir el efecto deseado. Trabajé con varias tonalidades de verde y usé acentos puntuales de colores para contrastar. También propuse colocar juegos infantiles, chorros de agua, pared de escalar y canchas.
¿Qué otros proyectos tienes en marcha?
Actualmente estoy dedicada más a urbanizaciones. Hago muy poco diseño privado de jardines de casas porque para mí eso no es el paisajismo como tal. Estoy trabajando en la remodelación de la vía principal y el ingreso de Auqui Chico en Cumbayá, y simultáneamente estoy elaborando el diseño de jardines en una urbanización en Tumbaco y otra en Puembo.
Es evidente que la pasión de Isabel es algo que lleva en su sangre, pues la producción de fotos se realizó en el jardín de su abuela, entre árboles y plantas con más de 65 años de vida. Si bien antes el paisajismo no era una profesión, ahora es sin duda lo que da vida a cada proyecto. Los jardines aumentan su valor con los años, solo así, y con el cuidado correcto, alcanzan un misticismo inigualable, y es ahí donde radica su importancia.
