Las mejores en Latinoamérica y el Caribe
Por Caridad Vela
Con enorme sorpresa recibieron la notificación de que una de sus obras había sido reconocida con uno de los premios más importantes a nivel internacional, para nosotros fue motivo de orgullo pues Adriana, y hoy también Andrea, han ocupado varias y muy merecidas páginas en esta revista. Celebramos su éxito colocándolas en portada, en la primera portada que comparten madre e hija como profesionales, colegas y compañeras de vida.
Fotos de espacios cortesía AHCORP
La casa en Bahamas que cubrimos en esta ocasión tiene historia. Haciendo honor a la verdad, más que una casa es una mansión. Hace diez años, el dueño original encargó a Adriana el diseño y decoración de lo que sería su lugar de residencia, y ella se encargó de hacerlo dotándola de las funciones que el estilo de vida de su cliente requería. Pero llegó la hora de venderla, y la venta se hizo con la recomendación al nuevo propietario de contratar a Adriana si pensaba remodelarla. Y así fue.
¿Enorme reto dar nueva vida a una obra tuya?
Sí, porque la casa original estaba en perfecto estado, pero con el nuevo dueño llegó la necesidad de dotarla de nuevas funcionalidades para cumplir con sus requerimientos y adaptarla a su estilo de vida. El propietario original recomendó que nos contrataran, porque, según él, nadie conocía el ADN de la casa como nosotros, su magia y su personalidad habían nacido de nuestra inspiración.
¿Cómo describes al nuevo propietario?
Es un personaje originario de Bahamas y, en términos generales, quería que su casa sea la mejor de Ocean Club en Paradise Island. Vale destacar que esta es una de las urbanizaciones que comercializa el pie cuadrado más caro del mundo, lo cual hacía más grande el reto, y no solamente por eso sino porque su funcionalidad debía cambiar radicalmente. El nuevo dueño no quiso mudarse mientras trabajábamos en su casa, vivió ahí mientras estábamos en obra, y lo disfrutó porque todo estuvo pulcramente coordinado. Lo trabajamos con mi equipo de Miami. Adriana Lacruz fue gerente del proyecto y Andrea colaboró en la parte creativa.
¿Qué variables se consideraron?
Nuestras casas son diseñadas en función de una calidad de vida específica. El cliente anterior tenía hijos y esa composición familiar marcó las pautas en diseño. Los espacios fueron creados pensando en hacerlos atractivos para esa vida en el día a día. Por ejemplo, tenía una biblioteca, pero el cliente nuevo prefería transformarla en bar porque es una persona muy sociable y disfruta de tener amigos y fiestas en casa. La casa original tenía una sala relax en exteriores, que se convirtió en un entretenido espacio al aire libre que conecta con el bar interior para integrar un área social más amplia. La sala familiar se convirtió en sala de cine, el dormitorio principal se transformó a una versión más moderna. La casa dejó de ser transicional para convertirse en una lujosa mansión que acogería a un adulto que está próximo a contraer matrimonio.
¿En base a qué elementos se dio la transformación?
El piso tenía un travertino mate y hoy es de mármol italiano brillante, con lo cual logramos un cambio radical y dotamos de mucha luz a la casa. La chimenea tenía estucato beige y ahora presenta mármol de Bookmatch. Los techos de madera y los screens le encantaron al nuevo dueño, los quería mantener como parte del ADN de la casa, pero sobre esas estructuras colocamos lámparas de cristal de la famosa marca Lasvit y la percepción del espacio cambió totalmente. La casa de hace 10 años, que estaba realmente flamante, hoy presenta su versión de lujo extremo.
¿En cuanto a mobiliario?
La casa se vendió amoblada porque los muebles que habíamos puesto hace diez años estaban en perfecto estado. Reciclamos mucho, cambiamos colores y tapices, añadimos texturas e involucramos piezas modernas para reflejar el estilo de vida del nuevo dueño. Incluimos elementos con líneas más contemporáneas de Adriana Hoyos, Minoti y Centi, entre otras marcas, todos elegidos y comprados por nosotros y exportados de Miami a Bahamas.
¿Qué dimensión tiene la casa?
Son 1.700m2 de área útil decorada entre interiores y exteriores. Fuimos muy afortunados en satisfacer al 100% las expectativas del dueño original, lo que nos mereció su recomendación al nuevo dueño, con quien hemos establecido una gran relación. En el mundo del diseño los contratos se basan en la relación personal que logras con tu cliente porque es la única manera de conocer su personalidad, entender sus anhelos y su cotidianeidad. Es precisamente eso lo que debemos trasladar al diseño.
Bahamas está en zona de alto riesgo por huracanes. ¿Los requisitos constructivos son estrictos?
Toda la casa es construida bajo esos parámetros en cuanto a materiales constructivos y seguridad, como ventanería resistente a huracanes, puertas con seguridades específicas y otros detalles. Una casa como ésta, que tiene un área exterior tan grande, requería de una enorme bodega subterránea para guardar todos los muebles de exterior, que deben ser removibles en caso de amenaza de huracán. En un abrir y cerrar de ojos todo queda resguardado bajo techo.
¿El premio recibido es la guinda en el pastel de Adriana Hoyos?
IADA es una organización internacional que promueve anualmente este concurso, y tiene en su radar a empresas a las que convoca para que sometan sus obras a calificación. Fuimos contactados por ellos y teníamos esta casa que desde que se terminó causó enorme impacto y buena sensación, así que la sometimos al concurso. No se nos cruzó por la mente que podíamos ganar porque entre los otros participantes estuvieron los más grandes de Latinoamérica y el Caribe, las empresas más prestigiosas del mundo, que además tienen presencia en todos los países. Adriana Hoyos es una empresa boutique de diseño personalizado, nos honra haber obtenido este premio que es sumamente importante en el mundo del diseño.
¿Cuál fue el factor que llamó la atención de los jueces?
Los miembros del jurado mencionaron que premian la atención al detalle que vieron en esta casa, la calidez, sofisticación, y al mismo tiempo rescataron el valor que tiene el diseño atemporal en cuanto a ser inmune a modas y tendencias. Otro aspecto destacado fue que, más allá de ser un espacio lindo, responde a una funcionalidad específica y tiene como enfoque principal al cliente, su estilo de vida, y expresa su sueño de la realidad.
¿Y el detalle más importante para ustedes?
Al proyecto hay que mirarlo de manera global, como un todo que al estar terminado expone armonía, función, estética y sustentabilidad, pero que al mismo tiempo, cuando analizas cada pieza de manera independiente, te sorprende el detalle y la fineza de sus acabados. Entre nuestras piezas favoritas está la mesa del comedor, no solamente porque es una pieza que capta la atención por su belleza, sino porque es parte de un proceso de reciclaje en el que estamos involucrados.
¿Esa mesa es reciclada?
Si, y nos da una gran satisfacción. Cuando el producto original está muy bien hecho, como en este caso, con excelentes materiales y óptimos acabados, es sustentable porque no lo deshechas, lo transformas, le das vida nueva. Nuestros productos tienen ese objetivo en mente, son de larga durabilidad, son elaborados con mano de obra calificada, no empleamos niños, no explotamos bosques, trabajamos de manera responsable. La mesa del comedor es la misma que colocamos ahí hace diez años, pero con tablero nuevo.
¿Satisfechas?
Creo que dimos en el clavo! Materializar una idea que nace en la mente del cliente como un sueño que solo puede expresarlo con palabras, es un reto que deja grandes satisfacciones. Es imaginación convertida en realidad. La casa era preciosa, yo era la que más respetaba sus elementos originales porque sabía lo complicado que fue conseguirlos. Valorar todo eso y darle un giro al look and feel para transformarla según su nueva función fue un gran logro.